Un plan lleno de furia

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Nathair siguió a Brielle por los pasillos con un nudo en el estómago pensando en que se estaba metiendo en la boca del lobo y que saldría lastimada. Aunque no podía dejar de pensar en la mirada que le había mostrado la reina hasta de pedirle que la siguiera. Su mente trabajaba a toda máquina intentando averiguar cuál sería su plan, y no podía evitar sentir su poder latiendo bajo su piel, anhelando la venganza y el poder, expectante como un animal salvaje.

Brielle abrió una puerta usando su magia y las luces de dentro se prendieron con una luz cálida que iluminó todas las paredes. La chimenea también se encendió y el calor del fuego calentó la vacía estancia. Solo había una mesa en medio con un plano de los tres territorios que estaban conectados, el de Ioin, Emyerald y la tierra de los humanos.

Brielle pasó sus garras sobre las tierras humanas y se las llevó a la boca con malicia. La miró a los ojos con sus pupilas centelleantes y una sonrisa malévola en los labios.

―Llevo años deseando mostrarte mi plan―dijo apretando su garganta con su propia mano.

Nathair cruzó los brazos sobre su pecho, protegiéndose. Estaba empezando a sospechar que todo aquello era una trampa.

―Cuéntamelo, y yo decidiré si vale la pena formar parte de él.

Brielle cogió uno de los libros de su estantería, sopló la solapa y el polvo voló y se convirtió en nieve sobre sus cabezas. Lo abrió y el lomo de cuero crujió, las páginas estaban amarillas debido a la humedad y el paso del tiempo.

―Mi abuelo era un genio, pero mi padre pensaba que era un loco así que siempre detuvo sus planes. Ojalá lo hubiera conocido―comenzó a pasar las páginas hasta que se detuvo en una―. Mi abuelo siempre pensó que podríamos convertirnos en una raza superior, e igualar a los dioses―tendió el libro sobre la mesa para que ella lo viera.

Nathair lo cogió algo insegura, el discurso de Brielle se parecía al de un loco. Su mirada estaba hambrienta de poder mientras le hablaba. Apartó la mirada de ella y la pasó por la tinta de las hojas. Había un dibujo de una pareja copulando y anotaciones que no lograba entender, la letra era ilegible y estaba emborronada.

―No entiendo.

―Tu misma tienes a una sirviéndote, a esa ramera que has decidido que sea tu esposa―se acercó a ella pasando la mano por el mapa y se puso detrás de ella y rodeó la parte baja de su vientre con sus manos―. Imagina dar a luz a un dios. Sangre de tu sangre, capaz de matar a alguien con solo pestañear, capaz de esclavizar pueblos más allá del mar que nos rodea―apretó con fuerza su vientre―. Serías una emperatriz ―le dijo en un susurro.

Nathair sintió la excitación recorrer su piel, el poder llamándola y reclamando su cuerpo mientras Brielle la manoseaba y bajaba su mano hasta el vértice de sus piernas. Sus mejillas se colorearon mientras sentía como su temperatura aumentaba y su cuerpo retorcía ante esa sensación. El ansia de poder le inundaba los sentidos.

Corona de venganza y magia ancestral [Legado Inmortal 2]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant