Capítulo 33

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Dada:  todo fue parte de un plan. [Confeso]

Kaito: ¿Tu plan incluía enviarlo con ellos? A pesar de ser a él al que buscaban. [Pregunto con ironía]

Tobe: él se ofreció. [Dijo en defensa] Creyó que la mejor forma para sacarnos de eso, era irse con ellos. 

Isao: entonces, él se entrego. [Concluyo

Dada: no. Peleamos contra él, para que al final solo pudiera llevárselo. 

Naoko: esta bien. [Dijo de forma neutra] En conclusión, lo enviaron por su cuenta, para que nosotros podamos atacar al palacio, y nos sea más fácil hacerlo con él desde dentro ¿Es correcto?

Tobe/Dada: correcto. 

Satsuki: y, con exactitud. [Atrajo la tención de todos] ¿Cuándo tenían planeado ejecutar su plan?

Dada: [Suspiro] hace dos días. 

/En otra parte/

Todo iba acorde al plan, se estaba ganando la confianza de todos, solo eran algunos que aun no dejaban de ponerle un ojo enzima, a cada cosa que hacia. 

Habían peleado contra Muji, dieron todo lo que podían hasta quedar exhaustos, sin siquiera poder moverse. Lo ultimo que recordaba era haber sido golpeado detrás de su cabeza, escuchando a lo lejos los gritos de sus amigos, él había sido el primero en caer. 
No sabia si estaban heridos, o siquiera vivos. 

Ya habían pasado cuatro días, y en ninguno de aquellos encontró presencia de ningún hombre de la alianza que indicara que el plan continuaba. Mantenía la esperanza, pero por más que quisiera preguntar a alguno de esos hombres, bien podría dar un indicio de traición. 

Ahora se encontraban entrenando, había hombres observando, porque no hiciera nada en contra de su líder.
Luchaban cuerpo a cuerpo, la forma en la que se reprimía, no era del todo agradable para Muji. Según él, siendo el nieto de aquel par de ansíanos, y primer descendiente de ambos clanes, no era la forma en la que debía manifestarse.
Tiene el carácter y poder; tanto militar. como regidor de ambos bandos. El único problema, era que nunca fue guiado por sus leyes, de ahí su decadencia. Lo único que busca era obligarlo, trabajarlo, para poder explotarlo como otro de sus siervos. 

Al parecer lo estaba logrando, existían momentos en los que el chico mostraba tener el carácter, pero a solo segundos, volvía al mismo resultado. 

Muji: suficiente. [Ordeno] Seguiremos después, ponte tu armadura y ve al salón. 

Sin cuestionar, hizo lo que le ordeno. Regreso a uno de los cuartos del palacio que le había sido otorgado, se limpio y fue directo al salón donde Muji le esperaba. 
Había una mesa en el centro junto algunas sillas, en el resto del lugar no había nada, las ventanas eran lo suficientemente grandes para dar luz al lugar. 

Muji: salgan. [Ordeno a sus hombres]

Una vez no había nadie, le ordeno al chico sentarse en una de las sillas. Desde su distancia, pudo ver que Muji trabajaba en una especie de mapa; lo conocía bien, era uno de los mapas del imperio. 
Como esperaba, Muji se acerco hasta él, y le mostro aquel mapa. Había líneas, notas. Todo aquello que le indicaba donde era que había atacado.  

Muji: hoy voy a intentar algo diferente. [Dijo, caminando a sus espaldas

La forma en la que hablo, le había causado un escalofrió en su espalda, podía jurar que lo había escuchado cerca de su oído.

Muji: hoy quiero probar tu lealtad. [Hablo detrás de él

/En Shina/

Soo: bien, tenemos el plan. [Dijo] Preparen a sus hombres. 

Todos salieron con rumbos diferentes, con el objetivo de reunirse con cada uno de sus hombres he informarles sobre el nuevo ataque. 

Por un lado...

Los hombres de Takeda y Sadana, se habían reunido en un solo lugar, comenzaba a ser común que todos trataran entre ellos. Por lo tanto, ambos lideres les explicaron a cada uno de sus hombres sobre el nuevo plana que se había creado para que esta vez, pudieran tomar el palacio. 

Sanada1): ¿Por qué deberíamos confiar en es marcado? [Pregunto molesto] ¿Qué tal si nos traiciono?

Takeda1): cómo sabemos si no se unió a ellos por su cuenta. [Dijo de la misma forma]

Otras de las personas que se encontraban en el lugar, no demoraron en dar comentarios en contra del chico, que al ser el único en darles la espalda, creían que lo más probable era que ahora cooperaba con el enemigo. 
Sin duda, aquello comenzó a serle molesto a Takeshi y a sus dos hijos, por más que lo intentaban no conseguían tener el control de esas personas. 

Fue entonces que un fuerte golpe azoto contra uno de los muros, todos miraron en la dirección de la que provino el golpe, y bien notaron que se trataba de Hakn. Que a pesar de estar herido, mostraba su fortaleza ante toda su gente. 

Hank: ese chico a demostrado ser digno de tener el apellido, de formar parte del clan. [Dijo defendiéndolo]

Aquellos miembros de Sanada estaban confundidos ante sus palabras. 

Hank: cuando estuve a punto de morir, fue él quien me defendió. Él y no mis hombres. [Recalco]

Aquello dejo sin habla a todos, lo que menos se esperaba de un bastardo, era la lealtad ante el clan que le margino.

Pietro: también fue él, quien se propuso para que todos pudiéramos salir de ahí. [Agrego] Nadie lo obligo. 

Hank: perdóneme mi señor. [Refiriéndose a Osamu] Pero el chico, se lo gano, merece ser salvado.

/En el palacio/

Garu: ¿Qué quiere? 

Muji: aun no me trago la idea de tu traición a tu pueblo. [Dijo sin más] Por eso, pido que me muestres tu lealtad. 

Garu: ¿Cómo?

Muji: La mayoría de mis hombres, se fue del imperio sin haberlo conocido bien. [Callo por un momento] Y ahora, tu eres el único con el que puedo contar. [Lo mira] Quiero una entrada, con la que tomara a los clanes. O aun mejor, quiero que me entregues a las princesas. 

No dijo nada, solo se detuvo a mirar el mapa. Si quería conservar fachada, debía al menos entregarle uno de los clanes. 
No podía entregarle Nitta, ahí se encontraba ella, Shina ni loco lo haría, podría entregar Sanada, pero el problema era que desconocía por completo aquel territorio, Date ni se diga, aquel lugar rocoso era imposible de atravesar sin el equipo adecuado. Por ello, tenia dos opciones. 

Muji: ¿Y bien? [Dijo impaciente]

Garu: no puedo entregártelas. 

Muji: así que sigues de su lado. [Dijo molesto] ¡Debería matarte!

Garu: ¡No puedo entregarlas porque no se donde están! [Grito] No se donde las escondieron, no se de ellas, desde el ataque a Takeda. 

Muji: entonces,¿Cómo piensas mostrarme tu lealtad? [Cuestiono]

Garu: lograste desacerté de una de las potencias más grandes del imperio. [Explico] Yo puedo darte dos. 

Muji: continua. [Dijo tomando asiento a su lado]

Garu: he estado por veinte años en Shina, cinco trabajando para ellos, puedo entregarte todo el lado norte. [Ofrecio]

Muji: ¿Cómo podrías?

Garu: Shina es aliado de Ashida, he entrado y salido de ahí miles de veces. Conozco su poder militar. 

Muji: ¿Qué hay de Sasaki? 

Garu: Shina ha tenido una guerra bélica desde la muerte del emperador. En la mayoría de las peleas he participado, yo mismo me he encargado de deshacerme de sus miembros políticos y militares. [Confeso] Puedo decirte como entrar. 

Sus ojos mostraban lo que estaba buscando, su determinación y poder estaban en ellos, y ni hablar de la forma en la que hablaba. Tenia mucho que trabajar con él. 

No Importa Que... [Garucca] [Terminada]Where stories live. Discover now