Reencuentros

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Julio.

Lunes

─según tus resultados todo está dentro de lo normal, tu presión está un poco elevada, pero nada serio
─ dijo Sebastián revisando los papeles
─ pero aun asi debes venir el viernes hacer un cheque antes de irte y cuando vuelvas
─ le indico.

─de acuerdo 
─ contesto Alex, ya sabía la rutina
─ todavía no hay buenas noticias?
─ preguntó con un pisca de esperanza.

─no, aun no
─ contesto, Alex bajó la cabeza asintiendo, cada vez más perdía la esperanza de recibirlas
─ no pierdas la fe Alex, sabes que lleva tiempo la lista de espera, además tiene que ser compatible
─ le dijo.

 
─lo se, pero después de tres años sin nada positivo es un poco difícil mantenerla
─ contesto
─ me puedo ir entonces?
─ pregunto un poco impaciente, no le gustaba estar mucho en los hospitales.

─si solo tengo que terminar tu reseta para los nuevos medicamentos
─ contesto
─ asegurate de no perder estos, mucho menos en los ángeles
─ le dijo serio.

Alex salió del consultorio de su médico colocando los audífonos. Ya había creado el show para el desfile y elegido los bailarines para la presentación, le tomó dos horas preparar todo. Fue directo al ascensor, el cual estaba vacío, entró y se recostó en una esquina de este, antes que las puertas se cerrarán un apuesto 
─griego entró mientras discutía un trato por teléfono, estaba tan concentrado en su conversación que no se fijo quien era que estaba hay.

I put a spell on you…
Because your my

Su piel se erizo al escuchar aquel susurro, levantó la mirada y en efecto era ella, le estaba dando la espalda, mientras la miraba por el reflejo de las paredes, además ella estaba muy concentrada en su teléfono y con audífonos puestos. 

Bastián comenzó a sentir calor estaba tan cerca de ella, pero había cosas que tenía que hacer y saber primero, por que estaba en el hospital, de la única manera en la que ella iba era si tenía cita con su médico o su hermana la arrastraba, tenía que saber la razón. Se dispuso a escuchar el suave susurro de su voz cantando, era muy apropiada la canción, pensó, Alex había puesto un hechizo en él, un fuerte hechizo.

Alex respondía varios mensajes sobre la fundación, el orfanato y sus coreografías, hasta que el aroma de un perfume masculino la envolvió, era un fascinante aroma además de muy envolvente. Levantó la mirada encontrándose con una amplia espalda, el hombre parado frente a ella le llevaba por lo menos una cabeza, por un momento se sintió pequeña.

Su espalda era ancha y su cintura estrecha, llevaba un traje negro hecho a la medida que le quedaba estupendo, se podían ver sus fuertes y trabajados brazos. Alex también empezó a sentir calor, además cayó en cuenta de algo muy importante, estaba sola con un hombre en un lugar cerrado y no se sentía nerviosa o tenía miedo, era muy raro, solo se sentía tranquila con los chicos de la fundación, Alex los conocía desde hace mucho sabía que ellos no le harían daño, le era un poco difícil confiar en extraños.

El ascensor por fin se detuvo, en el estacionamiento, donde la esperaba su moto y a Bastian su chofer, al salir de este cada uno tomó caminos diferentes aunque no muy lejos del otro, antes de que Alex se coloca el casco, miro en la dirección de aquel hombre, el cual la estaba mirando.

Era el mismo que vio en el club.

Ahora se miraba aún más apuesto con traje, también pudo distinguir su cabello que era rubio, pero no sus ojos y eso era lo que mas queria saber, sacudió su cabeza dejando de pensar en eso, tenía muchas cosas que hacer. En cambio Bastián estaba complacido con su reacción, le había llamado la atención, eso era un punto a su favor.

La Otra Hija De Anastasia Y Christian GreyWhere stories live. Discover now