Capítulo 06

122 13 138
                                    

Me retorcí entre las sábanas y pesadamente abrí los ojos, tomándome el tiempo de descontracturar los músculos de mi cuello. La habitación giró a mi alrededor mientras empujaba las sábanas y esperaba a que el dolor desapareciera. Había tardado una absurda cantidad de tiempo en conciliar el sueño la noche anterior, lo que me había costado dormir incluso menos a mi horario regular. Un par de horas en las que me había mantenido en constante movimiento, con el temeroso deseo acechando desde un oscuro rincón y torturando perversamente uno que otro pensamiento provisto en mi cabeza.

Bostecé y me incorporé difícilmente en la orilla de mi cama, pero fue mucho más difícil darme cuenta la hora que marcaba el reloj, suponiendo que aún faltaba poco más de tres horas para el comienzo de las clases. Forcé mi cerebro a despertar mientras una punzada de dolor me golpeaba detrás de los ojos. Los minutos parecían avanzar más lento mientras trataba de completar mi vestimenta; luego volví a mi habitación para tomar el resto de mis cosas.

Al tomar mis guantes, noté un hoyo en la parte inferior de ellos y sacudí la cabeza reacia por la noche anterior. Instantáneamente, una mueca se formó en mi rostro. Abrí la puerta de mi armario; sabía que mamá guardaba un par de guantes cada semana en algún lugar, pero no podía encontrarlos entre todo el desastre. Me tomó unos minutos recordar que se encontraban en mi mesa de noche.

Gemí y me dirigí hacia allí hecha una ráfaga.

Abrí la gaveta, pero ver la cadena de Cole hizo que un cosquilleo me recorra el cuerpo entero. Sonrojándome, tomé la cadena y un mareo barrió a través de mí. Jamás había robado en mi vida —y técnicamente no lo había hecho—, sin embargo, la sensación de que había hecho algo muy malo aún continuaba ahí, incluso si ese delito subyacente fuera inútilmente necesario. Mi único argumento era que él me debía algo.

Sintiéndome en una fina línea entre la timidez y la obstinación, bajé las escaleras pisando minuciosamente cada escalón y tomé mi bolso del perchero con las manos temblorosas. Podía oír claramente a mamá preparando en la cocina. Estaba a punto de irme cuando una figura cruzó el recibidor desde la habitación contigua.

—¿Adónde vas con tanta prisa, Sky? —preguntó mamá, secando sus manos en un paño, para luego separar sus labios en una sonrisa—. No recuerdo haberte visto despierta a esta hora en doce años.

—Al instituto —contesté en un extraño tono de pregunta, formando una mueca que pareciera una sonrisa—, tengo que reunirme con Cole sobre un proyecto.

—Oh, ya veo. No creo que se pueda —Ella frunció los labios mientras limpiaba sus lentes con el borde de su blusa—. Apenas anoche empacaron para un viaje imprevisto.

—Por supuesto —murmuré. Tomé aliento y me di cuenta de que no había estado respirando todo ese tiempo—. De todos modos, necesito ordenar algunas cosas.

Pareció dudar de mi palabra e intentó mirar detrás de mí. Sus ojos azules se entrecerraron y su ceño fruncido se profundizó hasta que pensé que dejaría una marca permanente en su rostro. Por un segundo, pensé en elaborar más mi respuesta, pero ¿qué más podía decir? Odiaba mentirle a ella, eso nunca traía cosas buenas. La culpa terminaba carcomiéndome por horas y tomaba las mismas empujar cualquier sentimiento hasta el fondo de mi mente.

—De acuerdo. Cuídate.

—Lo haré —anuncié ya en la entrada.

Me deslicé fuera del pórtico, haciendo una mueca mientras el frío entraba profundamente en contacto conmigo.

La incertidumbre llenó mi cuerpo cuando mis ojos se encontraron con la casa de los Vaughan y sentí de nuevo ese extraño cosquilleo en mi estómago, haciendo girar mis entrañas. Nudos de nervios viajaron hasta mi garganta, atascándose y quitándome el aliento. Estaba mal en muchos sentidos, eso estaba claro, porque no podía entrar en la casa de alguien sin previo permiso. Incluso sí se trataba de una locación abandonada.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 18, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El secreto de HaileyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora