Cuando la tragedia trastoca la comodidad de su burbuja llamada vida, Skylar se verá comprometida en un gran cambio, obligándola a mudarse a una nueva casa. Sus recién difuntos abuelos habitaban una cabaña a las afueras de Montana, en Allensdale, lugar que le es heredado a su familia tras su fallecimiento. A pesar de su escaso aparecimiento en los mapas, Allensdale es un pueblo conocido entre su gente por su extenso bosque, y no por su flora y fauna específicamente, sino por los extraños sucesos que empiezan a trascurrir en su interior. Con el pasar de las semanas, Skylar empezará a darse cuenta que no puede confiar en nadie estando en Allensdale, aún menos en los oscuros secretos que se esconden tras los antiguos muros de aquella casa. ¿Tendrá algo que ver su llegada con los desencadenantes sucesos?