nakama.

98 12 2
                                    

–¡Venga, chicos! –exclamó la profesora, dando un par de palmadas– ¡Os quiero estirando, ya!

Las clases de Educación Física siempre habían sido, en opinión de Jimin, las mejores del horario escolar. Eran un momento de relajación para él, ya que era un chico atlético que disfrutaba del deporte. No obstante, el entorno se sentía diferente y Jimin era lo suficientemente listo como para deducir por qué. Su profesora alfa, que le tenía estima, estaba muy decepcionada con su condición y se notaba la ausencia de las charlas amenas que mantenía con Taehyung durante el calentamiento.

–¡Venga chicos, vamos, vamos! –aplaudía la mujer, andando entre los estudiantes repartidos por el polideportivo.

Jimin estaba estirando los brazos por encima de su cabeza en ese momento, siendo consciente de la cantidad de ojos que estaban posados sobre él. Posiblemente se debía a que era el primer día que se presentaba en clase sin nada que lo ocultara como omega, y ya podía oír comentarios de otros omegas diciendo que sólo quería llamar la atención y algunos piropos sucios por parte de betas y alfas. Le daba igual. Esa había sido su manera de reaccionar al conflicto del día de ayer: presentándose sin tapujos ante el mundo.
Este soy yo, soy omega, sí, jódeme si puedes.

Llevaba una camiseta blanca de tirantes y unos simples pantalones de chándal, sin cubrir su aroma con nada, luciendo la gargantilla en su cuello e ignorando a todo el mundo. Al más puro estilo Park Jimin.
Su delicado pero musculado cuerpo, su rostro fino pero lleno de soberbia, su mirada perdida de ojos entrecerrados y esos labios obscenos que se abrían nada más que para maldecir, fumar y mandar al infierno. Todo en él era cautivador y Jimin lo sabía. Explotar su potencial podía ser su arma más afilada.

Los alumnos se reunieron alrededor de la profesora cuando ésta los llamó. El rubio terminó de estirar y caminó despacio hasta llegar al círculo con las manos en los bolsillos, chocando hombros con una alfa sin pedir disculpas por ello.

–Bueno, chicos, ya sabéis que en estas clases hemos estado trabajando la zona del tren superior –comenzó a decir la mujer, paseando la mirada por los rostros cansados de sus estudiantes en esa primera hora de la mañana– Así que por el momento vamos a seguir en esa línea. Hoy... –se detuvo abruptamente cuando su mirada se chocó de forma casual con Jimin. Éste enarcó las cejas– Park, ¿podrías, por favor, si no te importa, cubrirte? –pidió en forma de orden.

–¿Cubrirme qué?

–El cuerpo –dijo obvia, señalando su torso– Me distraes a la gente.

Por supuesto, recibió miradas de todos sus compañeros. Incluidas de Taehyung, Jungkook y Yoongi.

–Pues que no miren –fue su respuesta.

–Park, es una orden, no una petición.

–No tengo nada con lo que cubrirme. Ya vine así la semana pasada y no dijiste nada.

Sólo los omegas recibían ese tipo de llamadas de atención. La semana pasada Jimin no se había presentado aún, así que eran obvias las razones por las que nadie le reclamó, pero el rubio no veía nada mal con su ropa. Iba en tirantes, no con una camiseta transparente.

–Ya, pero nada es igual desde la semana pasada, Park. ¿Verdad?

Jimin se encogió de hombros, indiferente.

–No veo qué es lo que ha cambiado.

Yoongi, que se encontraba al lado suyo, le dio un codazo suave en el costado. La profesora bufó, incrédula, y repasó el físico de Jimin con la vista.

–Entonces, como estás tan seguro de que nada ha cambiado desde la semana pasada, podrás hacerme la misma marca en flexiones ¿no? Hiciste cincuenta en cincuenta segundos exactos, que es la marca de alfas –hizo un gesto con la mano– Adelante.

SAD KIDS :( kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora