Capítulo XII

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Capítulo XIII

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Capítulo XIII

Clint dejó la habitación de Natasha con el ceño fruncido y el corazón pesado. La fiebre no bajaba aún, pese a que habían mandado llamar al médico de la familia. El galeno la mantenía conectada a una botella de suero con antibióticos, intentando estabilizarla, pero, la fiebre se resistía a abandonarla. Él lo sabía. Desde el momento en el que le ordenaron que preparara su castigo, ya sabía que aquello no saldría bien. Natasha no estaba bien física ni emocionalmente como para resistir una tortura de esas características... no sólo acababa de dejar el hospital debido a la herida de bala que había recibido apenas unos días atrás, sino que también tenía el corazón roto, producto de su rompimiento con el polizonte. El chico no era para ella, claramente, pero, eso no quitaba el hecho de que Natasha realmente se había enamorado de él y, por primera vez en su vida, experimentaba lo que era una pena de amor.

Algo que él conocía muy bien.

Cuando abrió la puerta de la oficina de Alian, éste alzó la vista hacia él y frunció el ceño al ver su expresión.

─ ¿Qué pasa, Barton? ¿Hay algo que te moleste? ─ preguntó en tono casual, a sabiendas de lo que molestaba a su lugarteniente.

─ No te hagas el idiota, Alian. Sabes perfectamente lo que me pasa─ espetó, sorprendiéndolo. Hacía muchos, muchos años que no escuchaba su nombre salir de los labios de ese hombre. Clint se acercó a él y golpeó el escritorio con ambas manos, mirándolo con rabia apenas contenida─ Natasha está al borde del colapso y tú finges que no está pasando nada...

─ Natasha conoce las reglas tan bien como tú o yo. Aunque, al parecer, tú te has olvidado con quién estás hablando...─ le recordó en tono tranquilo, aunque en sus ojos brillaba una amenaza velada─ Ella sabía a lo que se exponía cuando cometió ese error y, aún así, decidió ser valiente y enfrentar las consecuencias. Mi hija es valiente. Es fuerte. Saldrá de esto.

─ ¿No te duele verla así? ¿No temes por ella? ─ preguntó el menor, desmoronándose sobre una de las poltronas ubicadas frente al enorme escritorio del patriarca.

─ Ella es fuerte, saldrá de esto y probará ser mi digna sucesora. Una digna hija de la casa Romanoff─ respondió con la barbilla en alto y el orgullo destilando en sus palabras.

─ Qué maravilloso suena eso...─ replicó, con la amargura pintada en el rostro─ Si tan solo Natasha realmente fuera tu hija...

Alian se puso de pie de un salto, lívido de furia.

─ ¡Juraste que jamás mencionarías ese tema! ─ le gritó, apuntándolo con el rostro enrojecido y las venas de las sienes a punto de estallar.

─ Nunca antes la habías lastimado así. No tenía necesidad de sacar a relucir lo que hiciste, porque habías cuidado de ella como si realmente fuera tu hija, pero, ahora...─ Clint negó con la cabeza y agachó la mirada, recordando aquella lejana época con nostalgia─ ¿Qué crees que hubiera pensado Alioshka al saber que has arriesgado así la vida de su hija? ¿De la hija que tanto buscó darte?

Opposite AttractsWhere stories live. Discover now