Epílogo

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*55 años después*

Creo que es verdad aquella creencia de que puedes sentir la cercanía de tu muerte.

Cincuenta y cinco años han pasado desde tu partida, años en los que no dejo de imaginar nuestra vida juntas.

Siempre tengo el mismo sueño, yo me levanto de la cama, camino hasta llegar al balcón donde estás parada admirando la tranquilidad del bosque, al acercarme a ti me sonríes como aquella vez cuando dijiste que te gustaba, entonces yo te abrazo con todas mis fuerzas y las lágrimas comienzan a salir, lágrimas de tristeza porque sé que solo es un sueño, porque al despertar no podré verte, escucharte o abrazarte, porque no podré decirte lo mucho que me haces falta.

Viví toda una vida sin tí, sin mi gran amor, que fue tan fugaz que no tuve tiempo de gozarlo, no tuve tiempo de hacerte sentir todo mi amor.

Ahora estoy recostada en mi cama, estoy en mi lecho de muerte, lo único que pasa por mi cabeza son los escasos recuerdos que tengo contigo, perdóname si he olvidado alguno, he tratado de mantenerlos vivos pero cada vez me es más difícil, no te miento al decir que últimamente solo espero reunirme contigo.

Con las pocas fuerzas que me quedan estoy sosteniendo frente a mi nuestra foto, le escribí un par de cosas.

"Al filo de la montaña hay un lugar seguro para amarnos sin sentir miedo" "Te lo prometo" 

Estoy cerrando los ojos, ya no tengo fuerzas, me preguntó si al volver a abrirlos tú estarás esperándome.

Last first kiss  | Mikasa Ackerman X FemOcWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu