SAD KIDS :( kookmin

ineluctable.

La risa escandalosa de Hoseok podía escucharse por toda la zona.

–¿Te acuerdas? –cuestionó Taehyung, haciéndose oír por encima de las risas y exclamaciones de sus amigos– ¡Te subiste a la mesa y empezaste a bailar Gee! ¡Y Jooe estaba mirando!

Hoseok le pegó en el brazo para que se callara, pero ni siquiera podía evitar reírse de sí mismo. Realmente la salida del pasado fin de semana había dado para mucho.

–Wow, tenéis suerte de acordaros de algo. Mi memoria comenzó a ser una nebulosa a partir de las tres de la mañana –dijo Namjoon, aplastando la cerveza en su mano y lanzándola a un cubo de basura.

Namjoon solía conservar la calma en cualquier situación y actuaba un poco como "el padre del grupo", pero eso no quería decir que en realidad no fuese un joven loco como todos ellos. Quizá su liderazgo era respaldado por el hecho de que fue el primero en presentarse como alfa.

La risa aguda de Seokjin fue apagándose conforme los murmullos y comentarios de los chicos se iban calmando hasta perderse en el silencio cómodo de la noche cayendo. De verdad, los siete eran el combo perfecto.
Namjoon era un alfa imponente pero amable, con la capacidad de reprender a cualquiera de sus chicos sin que ninguno se sintiera ofendido o atacado. Hoseok probablemente era el más hiperactivo, alegre e imparable de todos, y el beta les daba ese empujoncito cuando lo necesitaban o ese extra subidón de adrenalina.
Seokjin, aún siendo un alfa, tenía un carácter de lo más tranquilo y nunca se imponía por encima de nadie; era sin duda el amigo al que acudirías por consejo.
Yoongi podía ser un alfa callado, frío y a veces era malinterpretado como alguien sin escrúpulos o desconsiderado, pero en realidad era una persona calmada que sabía escuchar y sabía pronunciar las palabras exactas, con un puntito de ternura al que no todo el mundo podía llegar.
Taehyung, beta, era el más despreocupado, extraño y misterioso, pues hasta sus propios amigos juraban no conocerle del todo, pero se hacía querer muy fácilmente.
Jimin era el único que todavía no se había presentado, aunque encajaba con ellos a la perfección, sintiéndose un futuro alfa como Namjoon o Yoongi. Quizá esas suposiciones se debían a su comportamiento sarcástico, indiferente y pasota, pero por sus rasgos finos sus amigos siempre le vacilaban diciendo que sería un beta. A Jimin no le gustaba recordar que era el único que todavía no tenía una condición definida.
Por último, siendo el más pequeño, Jungkook. Jungkook era un alfa inocente y bueno, pero a diferencia de los otros alfas en el grupo, su lobo tenía dominada a su parte humana casi por completo. Tenía instintos muy animales como cualquier persona, solo que él se dejaba llevar por esos instintos. Le costaba controlarse; en sus celos era un jodido peligro y si algún alfa llegaba a enfrentarse con él o con los suyos, Jungkook no respondía por sus actos.

–¿No creéis que le dan demasiada importancia al tema de las jerarquías? –preguntó Taehyung una vez el tema de conversación hubo derivado hacia otra parte– Quiero decir, ¿qué más da ser alfa, beta u omega? ¿No debería predominar la personalidad?

Taehyung era algo así como un "alma libre." Tenía la mente muy abierta y aceptaba a todo tipo de personas. A lo mejor se debía a que era un beta y el sistema no le afectaba tanto, pero su único objetivo en la vida era divertirse y dejar las diferencias de lado.

–No podemos hacer nada si nuestra naturaleza es de esta manera –respondió Yoongi con su voz ronca, sentado sobre el banco sin quitar la mirada del cigarro que estaba liando– Nos guste o no, si funcionamos como sociedad es porque tenemos un equilibrio.

Taehyung perdió la mirada en los edificios de enfrente, intentando pensar en las palabras de su amigo. Terminó por encogerse de hombros.

–Demasiado filosófico para mí.

Jimin se rio de él, su manera de actuar muy influenciada por el porro que Jungkook y él estaban compartiendo. Dio una calada y se lo pasó al menor, quien lo recibió con gusto.