Capítulo Uno

2.5K 214 38
                                    

La mañana aún estaba agradable, habían estado en la playa desde casi al amanecer, Fenrir estaba ansioso por correr en la playa y Loki aunque todavía era muy joven lo cierto es que su trabajo lo había hecho algo perezoso y no podía igualar por mucho que quisiera la energía de su pequeño cachorro.

El pelinegro se sentó en la arena cerca del mar, así podría estar alerta de su hijo de ocho años y descansar un poco.

Tiene mucha energía, oyó decir el pelinegro a su lado, y al voltear su mirada vio que era un hombre con una pequeña un poco más grande de un año de edad, el hombre evidentemente era un alfa, su imponente cuerpo y gran presencia no dejaban lugar a dudas.

"Si, y creo que ya dreno la poca que yo tenia" - comentó el pelinegro para seguir observando atento a su cachorro.

Thor había decidido que las primeras vacaciones con su pequeña fueran sólo para ellos dos, quería estrechar los lazos afectivos con su niña, Sif, su novia y madre de su pequeña había muerto en el parto y aunque él desde el principio se había encargado económicamente de ella lo cierto era que les hacía falta más convivencia entre ambos, puesto que sus padres, en especial su madre se había encargado de la mayoría de sus cuidados, por eso cuando les dijo a sus padres que se irían a la playa los dos solos Friga, la madre de Thor estuvo un poco renuente al viaje, pero comprendió que su hijo necesitaba ese espacio para el y su nieta solos.

El rubio alfa había notado que la pequeña Lena había estado más inquieta de lo normal la noche anterior, su pediatra le había informado que esas actitudes era hasta cierto punto normal en bebés que perdían a su madre a temprana edad, el olor de su madre omega era algo parecido a un relajante natural para los pequeños cachorros, Thor había comprado aromatizantes que ayudaban hasta cierto punto a Lena, al parecer tendría que comprar nuevos productos con hormonas sintetizadas más fuertes, fue por esa razón que decidió salir temprano a pasear con la pequeña, tal vez la brisa del mar le ayudara a su cachorrita a relajarse un poco.

Thor después de mucho caminar se acomodo en una pequeña palapa cerca del mar, le encantaba nadar, pero era más que obvio que no lo haría en esas vacaciones, con su pequeña necesitando el cien por ciento de su atención la idea estaba descartada, la brisa sopló trayendo a sus fosas nasales algo más que el aroma salado del mar, un agradable olor a chocolate con menta, volteo hacia un lado y ahí estaba el dueño de tan peculiar aroma.

No le fue difícil a Thor entablar una charla con el desconocido, ambos llevaban a sus pequeños y eso dio pauta para que se sintieran cómodos entre si

"Papy - Fenrir llegó corriendo desde la playa - podemos intentar subir a una tabla, por favor, aunque sea un poco"

"Cariño - Loki atrajo a su pequeño para sentarlo en su regazo - yo no tengo idea de como hacerlo, si lo hacemos y hay algún accidente no sabría como reaccionar, pero si quieres te acompaño a recoger conchitas y caracoles en la orilla de la playa"

"Eso es para bebes - Fenrir bufo molesto - yo ya soy grande"

"Perdón si me entrometo - Thor se metió en la platica - yo podría acompañar a tu cachorro, tú podrías cuidar de mi pequeña en lo que yo le doy un paseo corto a este jovencito, ambos sabremos que podemos confiar en el otro porque estaríamos cuidando al hijo contrario"

Loki se quedó meditando un poco, Thor, que era el nombre como se había presentado el alfa, se veía buen tipo, y algo más increíble era que Fenrir no había actuado de modo sobreprotector al verlo platicando con él, como lo hacía normalmente con los alfas que se le acercaban, tal vez tendría algo que ver que el rubio traía a su pequeña con él, estuvo tentado a rechazar la oferta amablemente pero los ojos de cachorro apaleado que le estaba dando Fenrir lo hicieron dar su brazo a torcer.

"Está bien - aceptó finalmente el pelinegro - solo un poco y no puedes pedir otra cosa extravagante ¿de acuerdo?"

"Siii, gracias, gracias papy - chilló el niño de emoción - te prometo que ya no voy a pedir nada"

Thor  pasó a la bebe a los brazos de Loki, aunque ya no lloraba y se había tranquilizado un poco todavía no había querido dormir, el rubio le dejó la bolsa de mano con la fórmula de la niña cerca del pelinegro, le explicó a grandes razgos como prepararle el biberón cuando vio la expresión de Loki como diciendo ¿enserió? ¿No vez que tengo mi propio cachorro?, se disculpo con una sonrisa, le dio un beso a la bebé y tomó la mano de Fenrir para ir a rentar una tabla no muy lejos de ahí.

Loki arrullo a la pequeña, era una cosita tierna y delicada, el no había podido disfrutar de Fenrir porque su cachorro había nacido de casi cuatro kilos, creciendo rápidamente, así que tener a esa pequeña en sus brazos lo hizo a desear tener un cachorro nuevamente, se sacudió esos pensamientos, la concepción de Fenrir se había hecho de forma egoísta de su parte y aunque amaba a su cachorro no volvería a actuar de tal forma.

A lo lejos veía como Thor y su hijo surfeaban, ambos habían congeniado enormemente, varias veces vio como su hijo caía al agua haciendo que su corazón saltará de preocupación pero el rubio de inmediato lo sacaba del agua de las formas menos delicadas para después ambos reír por el pequeño accidente.

Lo que sería solo un momento se convirtió en un par de horas, las cuales la pequeña en sus brazos había estado de lo más tranquila durmiendo, solo se había despertado para comer y después de eruptar había quedado nuevamente profundamente dormida.

"Papy, ¿viste lo que hice? - Fenrir llegó aún con más energía como si eso fuera posible - Thor me enseñó unos trucos y yo los aprendí muy rápido ¿verdad señor Thor, soy bueno surfeando?"

"Seguro que si campeón - sonrió el rubio con su dentadura perfecta despeinando un poco la pequeña cabecita rubia que lo miraba con admiración - solo es cuestión que te lo propongas y en unos años podrías participar en competencias"

Loki se había quedando observándolos detenidamente, Thor y su hijo eran en cierto grado parecidos, tenían el mismo tono de cabello, mismo color de ojos, y por increíble que pareciera su sonrisa era casi idéntica, por su mente cruzo una loca idea, ¿podría ser posible?, no, sería prácticamente como encontrar una aguja en un pajar, sonrió ante sus locas ideas y siguió observando la interacción de su hijo con el rubio

Hola, aquí con esta nueva historia, dude mucho en publicarla porque ya no voy a tener todo el tiempo del mundo para escribir, finalmente el guapo hombrecito que tengo en casa volverá a la escuela y mi tiempo de descanso se reducirá enormemente, pero quería agradecerles con esta historia todo el apoyo que me han dado en este que es mi primer año escribiendo, procuraré actualizar lo más pronto que pueda, hasta pronto.

Sin buscarloWhere stories live. Discover now