● My problem ●

Capitulo 4

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Emily ya se encontraba en el restaurante. Su mirada seria y enojada, hacía que los demas comensales evitaban observarla.

la mierda que tengo que hacer para conseguir el-

Sus pensamientos fueron interrumpidos con la llegada de la pelinegra en el restaurante. Rapidamente se levanto para poner una sonrisa en su rostro y acercarse a mei. Beso sus labios con desesperación, cuando sus labios se separaron, la aihara habló primero.

- te extrañe mucho, cielo.

- yo mucho más mi amor.

Responde emily. Se dan otro beso más largo que el anterior, se sentaron esperando al mesero para empezar con su cena.

Mientras tanto, Yuzuko ya se encontraba en su habitacion, se sento en la cama mientras observaba el cuarto.

- si estamos casadas... ¿por que estamos en habitaciones separadas? Que estupidez.

Yuzujo decide acostarse y dormir un poco. Se acomodo entre las sabanas y durmió un poco.

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- ¡po-porfavor para, me duele mucho!

La mujer rubia, cubria su cabeza y rostro en un inutil intento de protegerse contra los brutales golpes que su esposa le proporcionaba.
La pelinegra hizo caso omiso a las suplicas de la mujer rubia y siguio golpeandola, ella no tenia control sobre su mente y cuerpo, llena de ira porque yuzuko pensaba divorciarse de ella. No podia permitirlo.

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Yuzu se despertó abruptamente, siente el sudor bajar por su frente mientras un punzante y molesto dolor se posicionaba dentro de su cabeza.

¿Q-Que fue eso? ¿Alguien me hizo daño?

La rubia sobaba su cabeza intentando calmar el fuerte dolor en su cabeza, lagrimas caían por el miedo y dolor.

¿Porque?... ¿donde estaba mei cuando me paso? ¿Porque no me ayudo?.... ¿por que no tuve la suficiente fuerza para intentar defenderme?

El dolor fue pasando poco a poco, escucho unos golpes en su puerta.

- yuzu-chan, ¿estas bien? Llevo hablandote desde hace 2 minutos..

- oh, lo siento, acabo de despertar..

- esta bien, la cena esta lista, baje cuando desees.

- si, ya bajo.

La rubia solto un suspiro, calmando a su corazón quien latía como loco ante el repentino llamado de marcus.

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Mei ya se encontraba dormida, abrazaba el cuerpo desnudo de Emily, quien se limitaba a observarla dormir. Pasaba sus dedos acariciando el rostro y mandibula de la aihara.

- ... que estupida eres, mi amor.

Se acomodo y decidio dormir, esperando que amaneciera para poder sacar a Mei de su hogar.