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—¡Que la próxima parada sea Alabama!—pidió Felix, abrazándose a su peluche de hongo que Chan le había comprado en la tienda de recuerdos.

—¿Alabama?—sonrió el mayor.

—Si, he visto que tienen lugares muy bonitos.

—Vamos a Alabama entonces—asintió el castaño.

Abrazó al menor de la cintura para poder bajarle de la roca donde estaba parado y Felix rio, abrazándose de su cuello.

**

Lamentablemente Alabama no había sido bonito.

El dia en aque llegaron estuvo lluvioso, la llovizna era algo fuerte, el clima se había vuelto más gélido y había una neblina lo suficientemente densa cómo para hacer peligroso el conducir.

Felix se ajustó más la chaqueta a su cuerpo, el cual se estremeció al sentir el aire frío y las pequeñas gotas heladas cayendo sobre él.

Si bien el clima no era tan frío al principio del día, la pequeña pero implacable lluvia helada hacia descender la temperatura con rapidez.

El cielo se pintaba de un azul increíblemente opaco gracias a las nubes grisáceas. Las calles estaban húmedas gracias a la pequeña llovizna y ka niebla no hacia más que incrementar el ambiente melancólico.

—Bueno—habló Bang—supongo que debemos debemos buscar un lugar para quedarnos por hoy.

Felix le miró. El mayor sonreía despacio mientras admiraba el cielo, pronto las diminutas gotas se fueron adhiriendo a sus pestañas y sus castaños cabellos.

Lee suspiró.

—Pero quiero quedarme en un lugar bonito.—Chan le observó con detenimiento por varios segundos antes de volver a asentir.

—Mm, supongo que también podemos darnos ese gusto por hoy.

Felix soltó una suave risa antes de echar a andar y Bang no tardó en tomar un lugar a su lado.

Buscaron por un rato, incluso se bajaron a pedir recomendaciones, y finalmente, terminaron rentando una noche en un edificio de no más de tres pisos, de ladrillos rojizos y que se encontraba entre una tienda de trajes y una cafetería.

La habitación era bonita, chiquita pero bonita. Aunque no tuvieran habitaciones con dos camas, Bang le había dicho que estaba bien, que él podía dormir en el mueble.

—Uff, la temperatura está bajando cada vez más.—Felix escuchó al mayor entrar—¿tenemos abrigos suficientes?—preguntó.

Felix, quien estaba acomodando su ropa mientras la tina se llenaba, se asomó por la puerta de su habitación, que daba directamente a una pequeña sala.

—Los necesarios para sobrevivir.—habló y el mayor, quien se quitaba el abrigo mientras sostenía en una mano sus llaves y una charola de unicel con dos cafés y una bolsa con el logo de la cafetería de a lado le levantó el pulgar mientras asentía.

Felix tomó una ducha de agua caliente, sin prisas, tomándose su tiempo. Incluso casi cayó dormido debido a la relajación que su cuerpo estaba sintiendo, pero al final el baño no sólo era de él, así que cuando salió ya cambiado, en pijama y una sudadera se dio cuenta que Chris estaba sentado en el sofá, mirando la televisión en un volumen bajo. Tenía la comida aún intacta sobre la pequeña mesita de centro y se sintió mal por hacerlo esperar.

Secó su cabello de forma rápida, lo cepilló y se acercó a acompañar al mayor, sentándose a su lado.

—El café te lo tendrás que tomar frío—le informó el castaño. Felix se acercó para tomar uno con ambas manos.

Tú de estrellas. CHANLIX AUWhere stories live. Discover now