8

1.3K 220 98
                                    

—Chan, ¿que es bondage?—preguntó Felix, jugando con la pajilla de su jugo.

El mayor se atragantó con el pedazo de muffin que se había llevado a la boca. Cuando por fin dejó de toser, no pudo evitar sentir su rostro ligeramente rojo.

—Mmh, ¿por qué la pregunta?

—Mientras ibas a comprar escuché a unas chicas hablar sobre que su primera experiencia en el bondage había sido increíble—habló arrugando ligeramente la nariz—¿que es eso? ¿Es algún deporte?—preguntó.

Chris hubiera creído que le estaba tomando el pelo, pero el chico le miraba con unos ojos grandes y curiosos, libres de cualquier malicia.

Se removió incómodo en su lugar.

—Uhm, bueno...es una práctica...sexual.—Felix abrió ligeramente su boca y asintió.

—¿Y de qué trata?—Bang comenzó a mover su pie, nervioso.

—Bueno pues, básicamente es sobre...inmovilizar tu cuerpo, con distintas cosas, sogas, cadenas, prendas, entre lo que gustes...—el menor volvió a asentir.

—Oh, ya veo.

—Pero no lo hagas, no a menos que te sientas cómodo...¿sabes? No hagas nada de eso en absoluto—Chan recogió la basura que se encontraba sobre la mesa de aquel restaurante en donde se encontraban desayunando.

—¿Uh? No me llama la atención—negó con una sonrisa—pero si te refieres a que cuide mi "pureza"—hizo comillas—lamento decir que ya no hay pureza que cuidar.—admitió sin vergüenza, con una sonrisa ladina que más bien parecía una mueca.

—Oh...bueno, es bueno que...ah, tengas experiencia y eso...digo, para que no intenten aprovecharse de ti y eso...ah, si.—Felix se encogió ligeramente de hombros—¿quieres irte ya?—preguntó.

—Si—Felix se levantó contento—en marcha.

**
En el camino Felix se la pasó cantando "en marcha estoy" de tierra de osos. A Bang no le molestó en absoluto, el menor tenía una voz muy bonita.

—¡Mira eso!—Felix casi brincó hasta el otro lado del camino.

Estaban en Cullman, observando el Ave Maria Grotto y el pequeño Jerusalén, entre otros. El menor observaba las replicas pequeñas con emoción.

Aunque Bang le parecían interesantes, no le lograban atrapar del todo.

—Ahí, párate cerca—le indicó al menor mientras sacaba su teléfono celular—te tomaré una foto y se la enviaré a Minho.

Las mejillas de Felix se coloraron, pero de todas formas posó para la foto; sonriendo y haciendo símbolos de paz con ambas manos.

Chris sonrió y le envió la foto al mayor de los Lee.

—Déjame verla—Felix se pegó a él para ver la fotografía.

—Felix, escuché que tienen granjas donde cultivan calabazas, ¿quieres ir a verlas?—el menor se giró a verle con emoción y asintió efusivamente

—¡Si, vamos ya!

**

—Que sepa el mundo que en marcha estoy—cantó bajito el menor—con mucho que ver y vivir—miraba por la ventana del auto, cuando de pronto se giró hacia Bang—¿sabias que cada parte de la calabaza es comestible?—preguntó.

—¿En serio?—preguntó sin apartar la vista del camino.

—Si, toooodo lo es, incluso el tallo. También no es una fruta, si no un tipo de baya.

Tú de estrellas. CHANLIX AUWhere stories live. Discover now