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Antes de comenzar, quiero decir que no sabía si publicar esto no pues es algo muy personal que tengo en el fondo de mi corazoncito, pero al final aquí andamos jaja

Obviamente algunas cosas y lugares fueron cambiados. Anyways.

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La vida de BangChan era una mierda.

O bueno, no tan mierda.

Tiene veintitrés años recién cumplidos y se había graduado hace un año, en el cual ha estado trabajando en un taller mecánico pequeño, con un sueldo que al menos le permitía pagar los servicios básicos de su pequeño departamento y la comida diaria. Lo que sobraba iba para su caja de ahorros, la cuál era una pequeña caja de madera bajo su cama.

Aunque en realidad de ahí pagaba sus cosas de higiene personal y si lo necesitaba, un médico. Aunque por suerte tenía seguro médico y no era alguien enfermizo.

La razón de porque trabajaba en un lugar cómo aquel aún con un título era porque había elegido estudiar una carrera en ingeniería en sonido. Si, había elegido ser feliz antes que ser rico. 

Eso le había ganado una discusión con sus padres, su huida de casa y de estado, su ley del hielo y enfrentar la dureza de la vida, estudiando y teniendo dos trabajos que tardó en encontrar, pues no todos le daban la oportunidad a un estudiante.

Así que, a pesar de todo, él se sentía  orgulloso muy en el fondo. Todo lo que tenía, asi fuera poco, lo había conseguido con todo su esfuerzo, así éste le hubiera valido cansancio físico y mental.

Aún así, él estaba consciente de que tampoco era lo mejor. Que lo que tenía era efectivamente poco y muy duro de mantener.

De todas formas, no perdía la esperanza de un día, poder encontrar algo mejor.

El mundo era duro y cruel con el joven talento. Abrirse paso por el mundo era aterrador y te golpearia sin dudarlo con rudeza en cada paso que des. Pero, incluso una delicada flor puede abrirse paso y crecer en el concreto, ¿no es así?

Bang ya no se veía siendo un productor importante ni mucho menos, había bajado de aquella nube hace tiempo. Pero si que esperaba un futuro mejor.

Y mientras ése futuro llegaba, él estaba bien con éste presente. No se quejaba, su pasado tampoco había sido tan malo, tiene buenos recuerdos de la universidad.

Había conocido todo tipo de gente, desde personas de su edad hasta padres que a penas iniciaban sus estudios universitarios. Maestros dedicados y con mucho por ofrecer, tanto en la materia cómo personalmente de la vida.

Toda ésa gente había influido en él y agradecía que fuese de manera positiva. Todos ellos fueron las pequeñas piezas de lo que hoy en día es  Christopher Bang.

Había compartido risas, su pesar, palabras hermosas cuando sentía su cuerpo no poder más, charlas profundas, había ido a fiestas, había empezado su sexualidad y con tantos amigos había aprendido y abierto su mente a conocer sobre otras preferencias sexuales al punto de que esos temas se volvieron completamente normales de escuchar, así cómo hablar de sus cuerpos sin pudor alguno. Se había embriagado y había visto a sus amigos fumar y comer mariguana por primera vez, algo gracioso de ver, debía admitir.

Incluso una vez todo su grupo de amigos habían estado todos juntos en aquella sala de espera cuando una de sus amigas se hizo un aborto. Sin juzgamientos de ningún tipo, únicamente para apoyar y ser su salvavidas en esos momentos de aguas turbulentas.

Tú de estrellas. CHANLIX AUحيث تعيش القصص. اكتشف الآن