Parte 1: Un poco de suerte

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Me llamo Aoba, tengo 17 años y soy un bailarín ambulante, voy por las calles a exhibirme ante las personas con mi encantadora danza árabe. Tengo una marca de una flor en mi pecho, es muy especial para mí, por que mi madre habló con un demonio para que compartiera su corazón conmigo. Estoy muy agradecido por ello, pero cuando cumpla mis 18 años tendré que devolverle su corazón, por eso estoy viviendo al máximo hasta que llegue el día en que le tenga que devolver su corazón...

Tengo un amigo llamado Koujaku, él es un héroe para mí, pues me ha salvado de la muerte cuando vagaba en el medio del desierto cuando tenía 4 años. Me ayuda con la música cuando estoy bailando, incluso sabe arreglar mis peinados para los bailes. Es muy fuerte, simpático y sobreprotector, pues el corazón que tengo atrae a los demonios por su dulce aroma.

Él sabe muy bien sobre mi maldición y me apoya, pero las personas de cada ciudad al escuchar sobre esta flor comienzan a reaccionar mal y me echan de la ciudad.

-¡¡Waw miren a ese joven!! - decía una chica asombrada.

-Es muy apuesto -dijo la otra.

-Cuidado que vayan a acercase a él, dice que tiene una maldición, al parecer vendió su vida al demonio para poder vivir por mucho tiempo... - apareció una señora susurrando.

-¿En serio? que miedo...

Mientras bailaba, podía escuchar el susurro de las personas y me sentía mal al escucharlo. Terminando el baile miré todo el dinero que habíamos recaudado para pasar la noche en un cuarto, pero todo lo que teníamos alcanzaba para al menos tres panes. Miré a Koujaku molesto y dije:

-¿y ahora dónde pasaremos la noche? la gente ya comenzó a hablar de la marca...

-No te preocupes, Aoba. Yo también recaudé el otro día y juntos tenemos para pasar una noche en la ciudad - acarició mi cabeza y sonrió.

-Entonces tendremos que partir... ¿No?

-Lamentablemente... Vayámonos.

Por suerte, pudimos pasar la noche, pero tuvimos que salir a otra ciudad ya que las persona de ahí comenzaron a insultarnos e incluso nos arrojaron basura.

Al llegar a otra ciudad, empezamos con la misma rutina y esta vez nos iba bien, al parecer este pueblo no conocía de aquella leyenda.

-Kou, esta vez la suerte estuvo con nosotros ¿no crees?

-Ahh - sonrió- pero no debemos malgastar, no sabes cuando la suerte se vaya.

-Ya lo sé...

De pronto, se acercó un joven y me tomó de las manos y me dijo:

-¿Usted es Aoba, el bailarín de la flor?

-Sí... ¿Quién eres tú?

-Me llamo Clear, he oído de usted en varias ciudades mientras viajaba. ¡ Me encanta su baile exótico! ¿Podría hacerme un favor?

-Atrás Aoba, este sujeto se ve muy sospechoso... - me apartó de Clear -¿Qué es lo que quieres?

-Pues, mi señor, Sei quiere que baile para usted. Pues, él es el príncipe de esta ciudad, pero debido a su enfermedad no le permite salir de su palacio y quisiera que usted bailara por él. Pagaré por su servicio, ¿qué dice?

-Mmmmm... no - negó Koujaku.

-¿Por qué?, es una oportunidad, la suerte aún está con nosotros. Vamos Kou, anda di que sí - miré profundo a Koujaku.

-Mmmmm... esta bien... Vamos.

-Entonces está decidido vamos, yo les guiaré al palacio.

Al llegar al palacio, Clear nos presentó al príncipe, de quien nos estaba hablando. Tenía la misma edad que yo, pero no era muy enérgico.

-¿Podrías mostrarle tu danza a mi señor?

-Sí, claro.

Koujaku comenzó a tocar su guitarra, y siguiendo su ritmo, comencé a bailar. Sei, el príncipe, al ver mi danza, su expresión se lleno de alegría, incluso comenzó a aplaudir. Los sirvientes que estaban es la sala, se sorprendieron al ver que su señor comenzaba a llenarse de alegría.

Al terminar el baile, el príncipe se acercó y me dijo:

-Tu eres un chico muy especial, tienes algo que las personas han intentado tener... ¿no es cierto?

-¿Especial? - al principio no entendía, pero al razonar entendí que hablaba de mi corazón - ah, mi corazón - hablé mientras le mostraba mi marca.

-Es maravilloso... - tocó la marca con fascinación.

-Sí... le debo mucho a mi madre y al demonio que mi dio la mitad de su corazón.

-Me imagino... por cierto, aquí tienes tu pago. Quisiera verlo mañana también, te dejaré quedar por tres días, ¿Podrías? - sonrió.

-Esta bien.

Blue DemonflowerWhere stories live. Discover now