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La comida llegó a los pocos minutos y ambos la disfrutaron entre charlas casuales.

—¿Entonces eres el ceo de tu propia compañía?—Pregunto el omega no tan sorprendido.

—Si, aunque no pareces sorprendido por saberlo.

—Sinceramente no lo estoy, ya me esperaba que tuvieras un puesto así. No todos viven en una mansión, visten cada día un costoso traje diferente a juego con un Rolex de oro y conducen un Mercedes último modelo.—Explico.

Fue el turno del pelinegro de sorprenderse, observo su atuendo y efectivamente llevaba puesto un traje Armani y un Rolex de oro. Miro por la ventana y su Mercedes Benz era admirado por muchas personas e incluso algunas se estaban tomando fotos con el auto.

—Que observador eres—Murmuro pero el omega alcanzó a oírlo.

—Hasta un ciego podría notar que nadas en dinero jungkook.

—Bueno técnicamente hablando un ciego no podría ve-

—Es un decir, no lo tomes tan literal—Interrumpió con diversión.

Riendo el alfa miro al omega que degustaba tranquilamente un trozo de carne.

Necesitaba saber más acerca del rubio pero tampoco quería incomodar con tantas preguntas. Todo del omega le generaba curiosidad.

—¿Por qué decidiste ser maestro?—Soltó un poco nervioso.

Una pregunta casual para tantear terreno.

Jimin pensó por unos momentos una buena respuesta a esa pregunta.

—Uhm bueno, siempre me gustaron los niños y solía ayudarle mucho con sus tareas a mi primo menor. Creo que esa es la razón principal del porque elegí este camino—Explico.

—¿También te gusta la música verdad?—Dijo haciendo referencia a la materia que enseña el omega.

—Si mucho, en mi adolescencia solía entrar a clubs de música y baile. Son mis actividades favoritas aunque no me considero un gran cantante o un increíble bailarín.—Rio avergonzado.

—Bueno tendría que verte bailar y escucharte cantar para saber si es cierto.

Jimin contemplo al mayor con un extraño brillo en los ojos.

—Tu... ¿Quieres verme bailar?—Pregunto sorprendido.

—Si y también oírte cantar—Asintio sonriendo.

El rubio sonrió avergonzado, las únicas personas que lo habían escuchado cantar y lo vieron bailar fueron Yoongi y Hoseok. Nadie más, ni siquiera su familia se había interesado en él.
Un cálido sentimiento se apoderó de su interior al oír las palabras del alfa.

—Q-quizas en otra ocasión se pueda—Musitó sintiendo el rostro caliente.

—¿Estás sonrojado?—Pregunto riendo.

—No—Nego bajando la cabeza.

—¡Si lo estas!—Se movió queriendo ver el rostro del rubio quien se oculto tras el menú.

¡Tu eres mi papá omega! • KOOKMINTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang