¡Tu eres mi papá omega! • KOOKMIN

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Todos tomaron asiento y esperaban con impaciencia lo que diría el omega pelinegro.

—Antes que nada ¿Podrían apagar ese maldito televisor?—Pidió irritado, ya no soportaba escuchar la misma basura.—Gracias.

El omega suspiro y se preparó mentalmente para soltar mucha mierda del pasado que odiaba recordar.

—Ese matrimonio es una farsa. La familia de Jimin lo está obligando a casarse con el hijo del socio de su padre para poder tener una mejor posición económica y prestigio entre la clase alta.—Musitó observando las expresiones de sorpresa en los rostros de los presentes.

—Espera, ¿Cómo que lo están obligando? Jimin es un adulto ¿Acaso no se negó?—Inquirió Taehyung.

—Por supuesto que se negó, enfrento a esas víboras por primera vez y le alzó la voz a sus padres pero lo único que consiguió fue una bofetada del mal nacido de Park Jonghyun y una amenaza.

—¿Lo golpeó?—Hablo Jungkook por primera vez con los ojos más rojos que antes y respirando pausadamente para evitar dejar salir a su lobo. Quería el mismo ir hasta la casa de los Park a golpear a Park Jonghyun.

Tal vez suene hipócrita pero no lo era. Tenía derecho a reaccionar mal cuando Jimin no le dijo nada al respecto de ese matrimonio aunque si se reprende haber dudado de él pero en ese momento dónde vio las letras gigantes en la pantalla de su televisión no pudo pensar en nada más. Seguía preocupándose por él, no podía dejar de quererlo por un malentendido que no fue culpa de ninguno de los dos ya que según lo dicho por Yoongi, Jimin está siendo manipulado y obligado por sus padres.

—Si, Jimin no dijo nada de esto porque el mismo ya se rindió.—Musitó sintiendo sus propios ojos arder—Sabe perfectamente de lo que son capaces sus padres y no quiere arriesgarse a que le pase algo peor a él o a mi, prefirió disfrutar el poco tiempo que le queda junto a las personas que lo hacen feliz antes de que todo se vaya al demonio de forma definitiva.

—Cielos, ¿Cómo pueden esas personas hacerlo eso a su propio hijo?—Dijo SeoYoon con lágrimas en los ojos.

—Y eso no es nada.—Soltó el pelinegro con dolor en su mirada.—Jimin y yo crecimos soportando el desprecio de nuestras familias, ser hombres omegas en familias de prestigio donde predominan los alfas es lo peor que nos pudo pasar, a ellos no les importa nada más que si mismos y las apariencias, viven de eso y lo tuvimos que aprender a las malas.—Tomo una respiración antes de seguir hablando—Incluso si nuestras castas hubieran sido diferentes las cosas seguirían igual ya que desde pequeños tenían la idea de emparejarnos si es que alguno de los dos resultaba omega.—Confeso y los demás abrieron los ojos asombrados.

—Eran solo niños ¿Que tienen esas personas en la cabeza?—Dijo Jin sosteniendo con fuerza la mano de su esposo.

—Mierda, eso es seguro.—Afirmo el palido—Los planes se les arruinaron cuando ambos nos presentamos como omegas, el desprecio aumento al igual que la indiferencia y las palabras hirientes. Soportamos todo hasta que cumplimos diecisiete ya que ocurrió algo que nos hizo llegar al límite y poner un alto, con un poco de dinero y dos bolsos con nuestras cosas nos fuimos de nuestros hogares que nunca lo fueron realmente e iniciamos una nueva vida desde cero.—Recordó esos días con una sonrisa, en la madrugada de un miércoles ambos corrieron bajo la lluvia sin tener un destino seguro pero llenos de felicidad. Esa fue la primera vez que se sintieron completamente libres.

Todos se quedaron en silencio procesando las palabras del omega, muy afectados de diferentes formas.

—¿Que harán respecto al matrimonio?—Pregunto Namjoon sin poder evitarlo.

El pelinegro lo observo por unos momentos en silencio antes de contestar...

—Nada.

—¡¿Nada?!—Grito furioso el omega de Kim—¡¿Dejarás que Jimin se case?!

—¡¿Y que quieres que haga?!—Elevo la voz mientras se acercaba al otro omega—¡Esas escorias lo amenazaron con quitarnos nuestros empleos, prohibirnos la entrada a nuestro departamento y dejarnos en la nada m-misma!—Su voz se quebró y sin poder retenerlo más dejo caer las lágrimas que tanto quería evitar.

—Yoongi...—Llamo Taehyung llegando a darle el consuelo que tanto necesitaba.

—N-no se q-que hacer...—Dijo preso del pánico.

Jungkook sintió la ira recorrer cada extremidad de su cuerpo. Haría algo, definitivamente no dejará que su omega se case con alguien más a la fuerza. Escuchó la versión completa, supo lo que sucedió y ahora solo queda remediar su desconfianza.

—Yoongi, llévame a la casa de los Park—Ordeno caminando hacia el omega.

—¿Que harás?—Inquirió limpiando su rostro.

—Dejar en su lugar a esos malditos.—Soltó en un gruñido.

—Espera hijo, no tomes decisiones precipitadas—Musitó SeoYoon reteniendo al alfa.

—No es una decisión precipitada papá.—Dejo en claro antes de soltarse del agarre y tomar el brazo del pálido.—Llévame Min.

El omega asintio y comenzaron a caminar hacía la salida.

—¿A dónde crees que vas sin nosotros cachorro?—Musitó YangMi caminando detrás de su hijo.

—¿Mamá?

—Si vas a dejar a gente estructurada y arrogante en su lugar yo también voy.

Los demás asintieron de acuerdo a la alfa y Jungkook suspiro antes de sonreír, amaba a su familia.

—Alguien tiene que quedarse a cuidar a Jeonmin.—Dijo recordando a su hijo quien estaba tomando una siesta en su habitación.

—Yo me quedo.—Musito Haneul.

—Bien, vámonos.

Jungkook, Taehyung y Yoongi viajaban en un auto mientras que los dos matrimonios iban detrás de ellos en sus respectivos vehículos.

—Es la última.—Aviso el palido señalando una casa bastante grande con un pulcro jardín.

Las manos de Jungkook apretaron el volante hasta volver blanco sus nudillos.

Estacionó el auto siendo imitado por su familia, todos bajaron de los vehículos llamando la atención de los transeúntes que caminaban por la zona. El alfa se adelantó hasta la puerta tocando con fuerza y espero a que abrieran.

—¿Se le ofrece algo?—Pregunto una elegante alfa observando con una ceja arqueada a las personas detrás del pelinegro pero frunció el ceño al ver a cierto omega.—¿Que hace el error de los Min aquí?

Los ojos de Taehyung de tornaron escarlata y un fuerte gruñido escapó de su garganta sobresaltando a la mujer.

—Ya verás que hago aquí maldita bruja.—Dijo el omega sin dejarse intimidar.

—Quiero hablar con Park Jonghyun ahora.—Ordeno.

—¿Quien lo necesita?—Pregunto una voz desde el interior de la casa. La alfa se hizo a un lado dejando ver a un hombre alto y canoso.

—Jeon Jungkook.—Dijo fuerte y claro dejando sorprendidos a Hyerim y Jonghyun.

—Vaya... ¿A qué se debe el honor de tener a Jeon Jungkook en nuestro hogar?—Musitó el alfa dejando entrar a la familia.

—Lo que sucede es que usted está en graves problemas Park.—Dijo posando su escarlata mirada en el hombre.