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Narra Joseph

Me encontraba acostado cerca de la piscina, había decidido que necesitaba salir de esa habitación, estar con un espécimen como Williams y él literalmente esta en etapa de celo, no es lo mejor cuando quieres tener un comportamiento neutro, pero tampoco me imagine que traería de consecuencia a Williams acostado al lado mío, con sólo un pequeño pedazo de tela que se hacía llamar traje de baño, el cual no deja nada a la imaginación y el cual está atrayendo la atención de más de un tipo y tipa que parecen no darse cuenta de tres cosas:

1● Está casado conmigo.
2● Es Gay.
3● Es solo mío maldición.

Tomé la toalla que estaba recargada en la silla y se la tire en esa área en especifico y lo mire con cara de pocos amigos.

-deja de ser excivicionista y llamar la atención de todos- dije entre dientes, vi como me regalaba una de sus sonrisas que lo caracterizan.

-porqué?, ellos tienen el derecho de ver lo que quieran y yo de mostrar lo que se me apetezca.

-oh pues vete a otra área de la piscina, imbécil- dije molesto dándome la vuelta y dándole la espalda, sentí como me rodeaban esos deliciosos brazos y me estremecí.

-recuerda que soy sólo tuyo- me susurró al oído- ahora y siempre- a pesar de que sus palabras hacían un harlen shake en mi estomago, le dí un codazo y me alejé de él, tirandome de cabeza a la piscina, me mantuve unos segundos sumergido, para ver si esas sensaciones en mi estomago se ahogaban y me dejaban en paz.

Salí a la superficie y me apoye en una esquina de ella, dirigí mi mirada a donde se encontraba Williams y los celos acudieron a mi llamado, una barbie de silicona morena estaba toqueteando a MI hombre, salí de la piscina y me aproxime a ellos escuchando las últimas palabras que la sin cerebro le decía.
《 mi habitación es la 203, estoy sola, así que cuando desees puedes ir》

Ok Joseph no digas lo que estás pensando no lo digas, demasiado tarde mi boca se abrió y de ellas salieron dagas con veneno de cobra.

-disculpa decerebrada hecha de pura silicona, ese espécimen en peligro de extinción al que le hablas me pertenece, so te alejas o con tijeras de plásticos te quito todo lo falso que posees- ok creo que me pase, vi su cara hacer una mueca de disgusto y la vi alejarse con pasos "decididos", juro que sí no deja de caminar así se le partirá la columna, volví mi vista a donde Williams quien se reía a carcajadas y se agarraba del estomago mientras caía para atrás de la silla, le hize un favor y lo ayude a caer, cuando se levantó aún seguía riendo.

-sigues riendo y es a ti a quien cortaré con tijeras de plástico y específicamente un área- dije dirigiendo la mirada a su parte baja, el se puso rígido y dijo.

-no creó que te convenga que ya yo no posea a Willy*, recuerdas que te encanta jugar con él- Willy es el miembro de Williams, le puse ese diminutivo ya que un día los niños casi nos encuentran en medio de una mamada para Will, so lo primero que se me ocurrió fue tomar un muñeco de Jace que había en el cuarto y decir que estaba jugando con Willy arriba de las piernas de Williams.

-sabes, existen más hombres dispuestos a dejarme jugar con sus diminutivos- dije giñandole el ojo y sonriendo sinicamente.

-como quienes - dijo con la mandíbula apretada, dije el primer nombre que salio de mi mente.

-por ejemplo, Fawad.

-que paso conmigo - dijo la voz ronca de Fawad a mí espalda, trage duró y Williams me miró maliciosamente.

-mi esposo decía que- me lanze arriba de él, tapando así su boca, gire mi cabeza nervioso a donde Fawad y dije con voz llena de vergüenza.

-le decía a mi esposo que habían muy buenos partidos por aquí, por eso te puse de ejemplo- dije recobrando mi compostura y dándole una mirada burlesca al Williams rojo de furia que había frente a mi.

-Muchas gracias por ponerme de ejemplo, es para mí un honor saber que te paresco un buen partido - ok me arrepiento de haber dicho eso delante de él, la mirada de lujuria que me había lanzado hizo que me sonrojase de pies a cabeza, Williams me tomó a la fuerza de las caderas y me Colocó arriba de su hombro sacando de hay, o dios lo hize enojar, adiós a caminar.

Cuando llegamos a la habitación me lanzo a la cama y cerró la puerta, entro al closet y salió de hay con una corbata en la mano, se lanzó arriba de mí y me ató la mano al cabezal de la cama con la corbata, rompió mi bóxer haciéndolo añicos y se lanzó a mis labios con furia, lanze un gemido ahogado y el se desnudo separándose de mí.

-por lo que veo no sabes lo que significa que eres mío, te lo tendré que demostrar, eres SOLO MIO- tomó un pedazo de tela del suelo y me tapó la boca con esto, que diablos pensaba hacer para taparme también la boca, vi como se posicionó entre mis piernas entrando en mi de una, encorve mi espalda por ese asalto sin avisó, el comenzó a embestirme sin piedad sacándome lágrimas combinadas por gemidos interrumpidos por el pedazo de la tela, el seguía dando fuerte estocadas en mi trasero, mientras yo trataba de no romperme por la mitad de tanto que me encorvaba por la sensación que me recorría, sentí que en cualquier momento llegaría al orgasmo y por lo que pude ver Williams lo sintió ya que tapó la cabeza de mi miembro evitando que me corriera, dolía y de verdad quería mi preciado orgasmo, cuando pensé que me desmayaria Williams soltó mi pene y yo grité feliz de poder tener mi orgasmo, el hizo lo mismo y se corrió en mi interior, me quito el pedazo de tela de mi boca y dijo en mi oído.

-sólo MIO.

Disculpa por quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora