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Phil valenzuela en foto.

Sí lo se es corto, pero aunque estemos en semana santa, FELIZ SEMANA SANTA, tengo que ir a la universidad hasta el miércoles, besos.
Narra Shelsea

Han pasado dos semanas desde que estoy aquí, no salgo de mi cuarto y mayormente paso el tiempo escuchando música. Hoy tengo que salir obligatoriamente de casa, pa y mis tíos planearon un día de playa, yo no quiero ir pero ellos así lo quieren.

Me coloque un bikini verde pistacho, que en este momento me queda grande de tanto que e adelgazado, unas zapatillas y un vestido blanco, tome un poco de maquillaje y trate de tapar las grandes ojeras que tenía.

Al bajar las escaleras todos estaban listos, nos montamos en la camioneta de mi tío y salimos rumbo a la playa, me coloque mis auriculares ya que como me habían dicho la playa a la cual iríamos quedaba a unas cinco horas en carro. Recoste mi cabeza en el cristal y vi el paisaje que aún estaba oscuro, eran las 5 de la mañana.

Cerré mis ojos y caí en un profundo sueño, este era distinto a los otros, no se trataba de Fredo era otro chico, pero su cara no la podía diferenciar, no lo veía bien, el me hacía sonreír y estábamos tomados de la mano mientras el acariciaba mi rostro.

-Shelsea, vamos nena levanta- abrí mis ojos y vi a mi pa, me endereze y vi por la ventana estábamos en una playa pequeña, ese sueño me desconcertó.

-es aquí - pregunté.

-no, todavía tenemos que subir a un bote - yo asentí y me desmonte del vehículo. Nos subimos a un pequeño bote, estuvimos navegando como media hora, y llegamos a un pequeño islote de arena con tres casetas, el agua era cristalina y hermosa nos desmontados y me senté en la arena.

Ya teníamos unas dos horas en la playa y me estaba bronceando, después de nosotros habían llegado un grupo más de personas, a las cuales yo no prestaba atención. Sentí como alguien se sentaba a mi lado, levante la mirada y vi a un chico de ojos azul profundo, cabello castaño y una linda sonrisa, que me veía.

-hola- dijo dándome la mano y hablándome en español, mi español no era muy bueno pero me sabía defender.

-hola- dije correspondiendole el saludo.

-como te llamas.

-Shelsea y tu- pregunté para no ser mala educada.

-Phil- dijo con una sonrisa pequeña- no eres de aquí verdad- pregunto acostándose a mi lado.

-no, soy de los ángeles, pero vine a quedarme por un par de meses aquí.

-que bien, me dí cuenta por tu acento, jajajja yo vivo en la capital.

-yo me estoy quedando allá- dije.

-que coincidencia- dijo dándome una sonrisa. Hablamos por una par de horas, el se veía buen chico hasta el momento, cuando mi vocablo español no dio para más hablamos en inglés. Las horas pasaban y después de casi un mes sin sonreír el me hizo reír hasta que mi estomago dolia.

Narra Joseph

Ver a mi hija sonreír era sin duda lo más hermoso del mundo, no nose quien era el chico que hablaba con ella, pero su sonrisa hacia que mi hija sonrierá y eso se lo agradecería.

Mi hermano, mi cuñada y yo, hablábamos de cuando regresaría a los angeles, tenía que volver para el próximo fin de semana, pero tenia miedo de que si me iba mi hija se inundará de una horrible soledad. Ellos trataban de tranquilizarme y decirme que todo iba a estar, la escuela comenzaba en un mes aquí y ya Shelsea estaba inscrita.

Quería volver para estar con mis chicos y con Williams, extraño a mi dulce esposo y muero por volver a estar en sus fuertes y suaves brazos, Williams tiene dos semanas sin sexo y nose como a aguantado, en un día malo de nuestra relación teníamos mínimo dos seciones de sexo, y en un día bueno cinco, Sí se lo que piensan pero tengo una maquina sexualidad de esposo, el no sabe que llego este fin de semana ya que le daré una sorpresa y se lo feliz de verme que se pondrá cuando me aparezca en su oficina para tener sexo en su impecable escritorio.

En este momento nos encontrábamos en la casa acostados en el sofa, con la piel tostada de tanto sol tomado y con una felicidad que emanaba en cascada de nuestros poros, por lo que pude ver Shelsea y el chico desconocido intercambiaron número y ahora se encuentran hablando por teléfono, de un tema algo sospechoso al ver como mi hija en momentos se sonrojaba y en otros estallaba en carcajadas, algo difícil de creer.

Disculpa por quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora