Ella es tan prohibida, como mía, choque su auto tal vez no por accidente, deseaba tenerla, llevarla lejos y mostrarle que no podía escapar de mi ni dejar que otros hombres la tocaran, pero tuve que alejarme en las sombras y ver de lejos como jugaba...
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Laia
Las flores no dejan de llegar, es como si fuera recordatorio cada día, al principio mi corazón latía tan deprisa, tenía miedo, pero todo pasó normal, era agradable esperar esas flores, no le hacían daño a nadie.
—Emma, ven por favor— colgué el teléfono y la joven secretaría entro lista para recibir órdenes
—¿En que puedo ayudarla?
—Por favor, haz que manden el boletín de la junta del último domingo del mes,son unos clientes muy importantes haremos la excepción y vendremos en nuestro día de descanso y Emma—Alzo la cabeza para dejar de escribir
—Hoy no han llegado las flores—Fue como si leyera mi mente
—No es eso—Sonreí y mentí apenada—Hoy puedes irte temprano se que vives algo lejos y la próxima tormenta no debe tardar, mañana nos vemos a la misma hora
—Está bien, que tenga buen tarde—Salió de mi oficina al cerrar la puerta mire al florero que esperaba las nuevas flores.
Me levante de mi asiento, tome las flores marchitas y las tire a la basura, hice lo mismo con la nota que había causado sentimientos en mi
"laia, tan dulce que no puedo dejar en ti, ver desde lejos ese apretado atuendo me quita la respiración"
Las primeras gotas caen sobre mi ventana, tomo mi bolso, la oficina está casi vacía la mayoría se han ido, tomo el elevador y mi teléfono no deja de sonar
—¿Mamá? ¿Qué pasa?
—Jungkook—Le falta el aire y me preocupo—¿No te a llamado?
—No, ¿Que es lo qué pasa? ¿Que le sucedió?—Estar en el ascensor se me hace eterno y no dejo de mirar los números al bajar
—Se a ido de la ciudad, temo que algo le haya sucedido, me encontre Anne y me ha dicho que todo a terminado con el, dios debe estar pasando por el infierno
—Tomare un vuelo y estaré contigo mamá, lo buscaremos y me explicarás todo
Salgo del elevador con pasos agrandados, en la puerta lo miro, el ramo llegaba tarde
—Señorita Laia, temo tardar—No escucho su explicación sólo pienso en Jungkook, firmo en su tabla y me entrega las flores, no me parece un buen momento para leer la nota.
Salgo del edifico las gotas son más pesadas y la gente corre a resguardarse, no me importa empaparme y es cuando lo veo.
Jungkook se mira agobiado, me observa desde el otro lado de la calle.
