Capítulo 11

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-¿No es muy temprano?-preguntó la señora Iglesias, al ver a su hija asaltando el refrigerador arreglada para ir al instituto.

Verónica lucía igual que todos los días, una falda y una franelilla que le dejaba al descubierto su abdomen, su rostro estaba maquillado y ahora estaba un poco intimidada en ir caminando en la calle así. Aún seguía sin hablar con Camila, por esa razón nadie la llevaría hoy, también se iba temprano para evitar que su amiga viniera a buscarla obligada.

-No creo, ¿No deberías estar preparándole el desayuno a tu "compañero"?-hizo comillas en la palabra y su mamá hizo una mueca.

-Verónica...

La latina le hizo callar levantando una mano, en sus labios sostenía una tostada.

-No intentes negarlo, mamá, los escuché toda la noche-dijo antes de colgar su cartera al hombro -. Hasta luego.

Salió rápidamente por la puerta ignorando el llamado de su madre, hoy estaba un poco irritante ya que no durmió en toda la noche por la gran actividad en la habitación contigua. Sujetó su pelo liso en una trenza mientras caminaba, era la primera vez desde hace tiempo que lo hacía pero le serviría para pensar. Vio de reojo la casa de Lucy, mientras se colocaba sus audífonos, la castaña estaba despertándose y se asomó por la ventana. Las dos se vieron, Lucy estaba a medio vestir cuando vio a Verónica en la acera, de inmediato la latina apartó la mirada y siguió caminando.

No sabía para donde mirar mientras caminaba, el cielo aún estaba gris y el viento era agradable. La música estaba a todo volumen, su banda favorita se estaba escuchando, y su cabeza estaba en otra parte. No podía seguir ignorando a Camila, era su mejor amiga y debían arreglarlo. ¿Pero que le diría? Que estaba confundida y sentía un extraño sentimiento hacia la vida, ella misma, o peor: hacía Lucy Vives. Escuchaba su nombre, pensaba que era una alucinación así que aumentó el volumen de su móvil. Pero pronto se dió cuenta que alguien si la llamaba.

-¿Eh?-vio a su lado y casi suelta un jadeo de sorpresa al ver a Lucy que parecía haber pegado una carrera.

-¿Qué demonios haces aquí, Vives?-la latina no entendía ya que ella siempre se iba en automóvil.

Lucy se alejó unos pasos de ella aún caminando en la acera junto a Verónica.

-Yo...te vi y no quería irme sola al instituto, así que...-estaba balbuceando y la latina arqueó una ceja.

-Tu siempre te vas con tu mamá en auto-apuntó y Lucy se sonrojó.

-Bueno, hoy quería irme contigo-confesó, pero después abrió los ojos negando con la cabeza -. Porque quería irme temprano y...tú también salías a esta hora así que podemos darnos compañía mutua o...

-Ya entendí, Vives, solo cállate y no me hables-era muy temprano para hacer sonrojar a Verónica y para su gran fastidio Lucy lo estaba logrando.

La castaña asintió timidamente y la latina casi pudo jurar que estaba escondiendo una sonrisa. Fastidiada volvió a encender la música ignorando a la chica junto a ella, pero eso no evitó verla de reojo. Jersey y unos jeans oscuros y una simple trenza en su cabello castaño, aún así lucía más hermosa que la propia Verónica. Enojada consigo misma por esos pensamientos, aumentó el paso casi dejando a Lucy atrás. Duraron todo el camino en silencio y al llegar Verónica ni se despidió, se fue corriendo por el aparcamiento al grupo de sus amigos. Allí estaba Camila cuchicheando con Austin y al verla llegar se quedó callada.

-Hola, chicos-saludó alegremente mientras intentaba sólo enfocarse en Ally.

-¡Vero, hasta que por fin muestras señales de vida!- Normani le dió un empujón amistoso en el hombro.

Rivales (Vercy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora