Rivales (Vercy)

Capítulo 10

Este fin de semana no estaba entre los favoritos de Verónica. Todo comenzó el viernes cuando peleó con Camila, aún no comprendía cuál era el tema, pero siempre eran por los secretos que se tenían. Aún recordaba esa tarde.

*************Flash Back*************

Estaban saliendo del instituto, caminando por el aparcamiento al carro de Austin cuando después de un día de pensarlo la latina decide sacar el tema.

-Mila, últimamente te noto un poco... extraña-la latina escogió con cuidado sus palabras, Camila volteó a verla con una mueca -. ¿Hay algo que quieras contarme?

Camila Cabello por primera vez en su vida la observó con recelo, fue un golpe duro para Verónica.

-No entiendo de que me hablas, la única que está actuando extraño eres tú-levantó su dedo índice señalándola, después resopló levemente -. Pero supongo que no querrás contarme nada ¿Cierto?

Verónica detuvo su andar para quedársele viendo, Camila notándolo hizo lo mismo para encararla.

-¿De qué hablas? A mí no me pasa nada, contrario a ti- no quería admitirlo, pero se estaba comenzando a enojar.

Camila levantó las manos al cielo.

-¡Claro que no, pero que dices!-dijo muy sarcásticamente antes de ver fijamente los ojos miel -. Por favor, Verónica, llevas casi un año ocultándome algo y no quieres soltarlo ¿Qué sucedió con lo de nunca tenernos secretos? Creo que la promesa murió.

Eso último lo dijo con voz amarga. Verónica sabía que tenía razón, ella había roto esa promesa, pero no era la única.

-¡Tu no te quedas atrás!-se indignó aún más con el rostro inocente que hizo Camila -¡Atrévete a decir que es mentira pero tú también me ocultas algo! Llevas meses en ese extraño estado tuyo de ver al vacío y perderte en tu mundo, tienes algo que te atormenta en la cabeza y ni te dignas a decírmelo. Dime ¿Quién es la que rompió la promesa ahora?

Camila apretó los labios, aunque Verónica logró ver sus ojos húmedos, ellas nunca peleaban así y la latina sabía que esto estaba lastimando mucho a su mejor amiga.

-¡Yo tengo mis propios problemas, pero no eres quién para decir si estoy mal o bien!-chilló y algunas personas que pasaban miraron, Camila se acercó más hablando en susurros cortantes -. Que este callada no significa que deba estar afectada, Verónica.

-¡Pufff, eso no te lo crees ni tú! Lo veo en tus ojos Cabello, pero claro que no me dirás-revolvió su cabello frustrada y después suspiró -. Últimamente andas de un humor cambiante, un día estás feliz y a la otra semana completamente enojada o triste ¿Que te sucede? Y lo de ayer en el campo ¿Que fue eso?

Camila entendiendo a dónde quería llegar la vió con ojos encendidos en fuego.

-No sucedió nada, ni nunca lo hará, solo intentas ver cosas donde no las hay para ocultarme tu secretito-eso fue lo que hizo explotar a Verónica.

-¡Oh puede que ni yo misma esté enterada del magnífico secreto que te oculto! Camila, sólo soy una chica, mis padres se separaron, tengo la cabeza echa un ocho y tú en lo único que piensas es que te oculto algo-una lágrima resbaló por la mejilla de la latina, en ese momento a Camila se le pasó todo el enojo.

Arrepentida intentó acercarse para abrazarla, pero Vero se hizo hacia atrás.

-Necesito pensar...quiero estar sola-y de esa forma la latina huyó lejos de su mejor amiga de toda la vida.

Mientras iba caminando a casa lloraba, por todo lo que le había ocurrido, por la pelea y sobre todo por el secreto que no le podía contar a Camila, porque como había dicho ni ella misma sabía lo que le sucedía. Al llegar a casa se encerró en su cuarto y no respondió ninguna de las llamadas de Camila.