Parte de tu Mundo Pirata. • HuaLian | Mermaid AU •

ঔৣ Marea 6

Y así, la sirena y el humano se convirtieron en mejores amigos, contra viento y marea, y a pesar de sus diferencias:

Hong-er había aprendido los gustos de las sirenas, Xie Lian adoraba los caballitos de mar y las flores, pero estas últimas no crecía bajo el agua, por lo que era un poco triste para él.

Por la noche, la pareja contemplaba las mariposas plateadas que mágicamente deambulaban por la cala. Después, la sirena del mar cantaba una balada o una canción de cuna que ponía a Hong-er en un sueño encantador.

Pero no todo fueron arcoíris y rayos de sol, una noche el príncipe se sinceró sobre su pasado con el pequeño, revelando sus raíces reales.

Enojado y frustrado por la forma en que trataron a su ser querido, Hong-er declaró con determinación:

—¡Dianxia, ​​esta historia es tan injusta! ¡Todos deben pagar por la forma en que te trataron! ¡Me aseguraré de hacer justicia a Gege! ¡Sufrirán!

Pero Xie Lian refutó la idea. 

—No es necesario, Hong-er. Además... sé lo que estás pensando y te ruego que dejes de considerar la venganza como una herramienta. No quiero que te pongas en peligro por mi culpa.

 —Bien... —Hong-er expresó de manera poco convincente, por lo que esperaba que su Gege cambiara de opinión en el futuro, pero podría no hacerlo debido a su alma pura.

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Hoy era su primer aniversario desde que Hong-er llegó a la vida de la sirena. Para celebrar, Xie Lian le regaló una pieza de encaje rojo con el símbolo de una mariposa. Aunque fue un regalo modesto, significó mucho para Hong-er.

 —Gracias, Gege. Significa mucho. —confesó genuinamente, con ojos abundantes de anhelo.

A la fiesta estaban invitados todos sus amigos del océano, quienes estaban complacidos con las extraordinarias habilidades culinarias de Hong-er.

 —¡Ese es mi discípulo, justo ahí! —Xie Lian diría con orgullo, Hong-er respondería con nerviosismo.

Cuando menos se dieron cuenta, pasaron semanas, luego meses y finalmente años.

La pareja celebró cumpleaños, días festivos, entrenó y, en un momento, Xie Lian se ofreció a enseñarle a Hong-er a nadar. Este se negó a hacerlo ya que trajo oscuros recuerdos a la vida.

 —¡Wow, Hong-er! ¡Te estás convirtiendo en un joven muy apuesto! Las damas lucharán por ti —Xie Lian felicitó a su alumno al que vio como un hermano pequeño—. ¡Tú también te estás poniendo alto! La última vez que lo comprobé, apenas me tocas el pecho.

Hong-er se sonrojó y apartó su visión de Xie Lian.

—G-gracias, Gege. —no estaba interesado en las chicas, pero dejaría que su sirena creyera eso.

Después de lavar los platos, Hong-er fue recompensado con un "buen chico" y una palmada de su Gege. Una que ambos disfrutaron inmensamente.

Para Xie Lian, podrían ser hermanos, pero para Hong-er, Xie Lian era un amante potencial, el niño humano se había enamorado perdidamente de su salvador, ciegamente enamorado. Las cosas que le hacía, cada vez que lo tocaba sentía mariposas en la barriga.

No confesó a pesar de esto, abrumado por el miedo de que su Dianxia lo encontrara repugnante, desagradable. La sirena había sido generosa y amable con él, incluso a Hong-er se le enseñó a nunca morder la mano que te da de comer. ¿Qué pasaría si fuera rechazado y apartado? No, no podría soportar eso.