Parte de tu Mundo Pirata. • HuaLian | Mermaid AU •

ঔৣ Marea 4

—¿El Reino de Xian Le? ¿Mis padres me quieren de regreso? —Xie Lian no podía creer esto, esto debe ser una broma.

—Escuchó bien, su Alteza.

—P-pero yo, pensé que me odiabas por traerte desgracias. —Xie Lian tenía una expresión preocupada.

—Su Alteza Real, ¿podría venir con nosotros? Le explicaremos una vez que lleguemos allí. —el General Feng Xin dijo con seguridad.

La verdad es que Xie Lian aún no estaba listo para regresar, solo la idea de regresar después de 800 años hizo que su cuerpo temblara. 

—¿Qué pasa si no quiero?

 —¿Por qué no querrías? —el General Mu Qing se quejó en un tono irritado. Su paciencia estaba llegando a su límite.

—Porque... simplemente no quiero. Además, estoy esperando a que venga un amigo mío. —Xie Lian dijo mientras cruzaba firmemente los brazos, su decisión de no volver no cambió.

—¿Un amigo tuyo? —la curiosidad se propagó como mala hierba dentro del pecho de los generales. ¿Quién podría haber llamado la atención de su Alteza real?

—¡Sí! —Xie Lian asintió de inmediato.

Como si San Lang hubiera leído la mente de Xie Lian, entró en la cala en ese momento.

—Gege, estoy en casa. —dijo en su habitual tono despreocupado y astuto.

—¡SU ALTEZA, ES UN HUMANO! OCÚLTENSE, LO DISTRAEREMOS POR USTED. —Mu Qing y Feng Xin sacaron sus espadas y señalaron al intruso potencialmente dañino.

—¡NO! —Xie Lian se colocó de manera protectora frente a San Lang mientras extendía los brazos—. Ahora, ¿podrían ustedes dos ser más amables con mi amigo?

—¡¿TU AMIGO?! —ambos quedaron perplejod ante esta revelación.

—Gege, ¿quiénes son estos dos bichos raros? —preguntó San Lang con una sonrisa inocente pero con picardía en una indignación bien escondida. Causando un ceño fruncido entre los intrusos. La decisión del General de ignorar sus palabras por ahora.

 —SÍ, es mi amigo —Xie Lian confirmó—. ¡Pero te prometo que es un buen pirata!

 —¿¡QUÉ!? —el amigo de Xie Lian no solo era humano sino también pirata, ¡su Alteza estaba nadando en aguas letales! Territorio desconocido y salvaje.

—San Lang, estos dos son mis antiguos generales del Reino de Xian Le, Mu Qing y Feng Xin.

 —¡NO LE DIGAS NUESTROS NOMBRES! —los dos gritaron, indignados.

—¡¿Por qué?! —Xie Lian preguntó confundido.

 —Dianxia, ​​¿podríamos hablar contigo en privado?

 —¡No! ¿Por qué? Lo que sea que tengas que decir, dilo en frente de todos, no hay necesidad de tanto secreto. —Xie Lian exclamó obstinadamente.

—Bueno, no confiamos en este humano. Emite vibraciones extrañas. —Mu Qing se cruzó de brazos y se mantuvo firme en sus palabras.

 —Creo que los dos que actúan raro aquí son ustedes dos —Xie Lian dijo—; y también es muy grosero —agregó.

 —¡Dianxia! ¿Traigo mi regalo? —San Lang gritó desde la entrada.

 —¿¡Trajiste un regalo!? —Xie Lian no pudo evitar sentirse abrumado por la alegría.

 »¡Ustedes dos, váyanse! —fue lo último que Xie Lian le dijo a la pareja antes de echarlos de la cala. No estaban dispuestos y estaban muy resignados, pero Xie Lian logró con su fuerza sacarlos de su cala.