Capítulo 1| El éxito del Alfa

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Detrás de un ventanal que da directo hacía la hermosa vista nocturna de los edificios modernos de Chiang Mai, un apuesto caballero se hunde en la tina adornada con pétalos de rosa, cortesía del hotel donde se hospeda.

Sus jugosos labios se aferran al borde de la copa de vino tinto hasta saciar su sed, dejando menos de la mitad. Una vez echo esto estira el brazo con tal de colocar la copa encima de una mesita cercana a la Tina.

Toc~Toc~Toc.

Ni siquiera dirigió su mirada a la puerta, encontraba más interesante jugar como la espuma se acumula debajo de su pecho. Más aún así respondió al llamado.

—Vete, te dije que ya no me acostaré contigo, no me hagas mostrarte donde está la salida.

Para su sorpresa le respondió una voz inesperada acompañada del sonido de la puerta del baño siendo abierta.

—A mi tampoco me interesa acostarme contigo— Un hombre alto de apariencia británica asomó su cara pálida como la de un vampiro —, Aunque me tienta la idea de hacérselo a un Alfa.

El hombre en la tina sonrió divertido, acción que difiere con su contestación.

—Largo de aquí, anormal.

El de apariencia británica desobedeció, yéndose a recargar en el borde de la ducha de cristal mientras se cruza de brazos, creando arrugas en las mangas de su camisa de vestir y como siempre destacando su carísimo reloj de oro.

El hombre en la bañera podía entender un poco mejor por qué razón todos los omegas como Betas se les iba el aliento cuando ese Alfa entraba a la habitación. Era meramente porque cualquier cosa banal que hiciera como estornudar te seduce.

Es esa clase de Alfa que te podría decir "Quítate estorbo" y tú con tu dignidad intacta, en modo curvilínea y elocuente responderle un "Yes daddy"

Nadie podía resistirse a un Alfa del Calibre de Khun Tin Medthanan, el heredero de la familia aristocrática
más poderosa en Tailandia.

—¿A quien te referías cuando dijiste que ya no querías acostarte? ¿De quien estabas hablando?— No ocultó para nada su curiosidad.

El hombre en la bañera recargó su espalda en el borde de cerámica, apoyó los codos a los laterales y a medida que habla echó la cabeza hacia atrás.

—Me acosté con una Omega hasta hace poco que llegaras, podría decirse que es mi compañera sexual o al menos lo era, lleva semanas sin satisfacerme así que la dejé. En realidad, el problema no es ella sino yo, desde que cumplí veinti cinco no consigo sentirme satisfecho con nadie.

—¿Lo has intentado con otros?

—He probado con Omegas y Betas de ambos sexos, pero terminó siendo una molestia. Más que disfrutarlo me acabó agobiando.

—En ese caso..— Despegó sus zapatos lustrados del suelo, acercándose a la tina, estiró su brazo derecho sujetando sutilmente la barbilla del otro de modo que se conectaron sus flameantes ojos—¿Quieres intentarlo conmigo?

—Tin, si quieres que te folle sólo pídelo.

El Alpha de apariencia británica
lo soltó de inmediato.

—Ni de loco dejaría que fueras el Top.

El sonido del cuerpo saliendo del agua fue todo lo que se escuchó, seguido del Alfa colocándose una bata blanca.

—Para estar teniendo tu RUT no luces tan desesperado, usualmente cada vez que te llegaba eras una maquina sexual. ¿Qué ha cambiado hoy?— Comentó Tin siguiéndolo por detrás hacia el cuarto de hotel donde fueron recibido por la espléndida vista de la Ciudad.

Klano| El Juego de las mentirasWhere stories live. Discover now