ONE SHOTS

64-Mason y Pierce

Mi desesperada decisión
Ariana Godoy
Parte 1.

Mason y Pierce.

Mason

Escuchaba atento a lo que decían Pierce y la chica de enfrenté, era una de mis compañeras en el psiquiátrico, al parecer estaba aquí en lugar de su hermana gemela.

–¿De verdad?–. Decía ella.

Su voz era triste, rota y apagada.

–Lo prometo, te sacaré de aquí–. Le decía Pierce.

Es fue la primera vez que supe de la existencia de Bella… sólo escuché su voz.

–Señorita… porfavor so-solo te-tenga su me- medicasion –. Le decía el psiquiatra.

Escuché la risa de la chica.

–Señorita Amara…–. Susurró.

–Bella–. Corrigió.

Ese día descubrí que Bella tenía dos nombres… que no quedaban bien juntos para nada Bella Amara William.

La miré por primera vez ella estaba echa bola en el rincón de la habitación, mire como su mirada conectaba con la mia.

Sus ojos eran de diferentes colores… como los míos. Ella me miró curiosa y se levantó avanzado un poco a mi.

–Lindos ojos–. Le dije.

Mire como intentaba hablar, abría la boca pero las palabras no salían.

Miré la rejilla donde decía los transtornos, no era uno, o dos eran varios entre ellos el de Mutismo selectivo.

Mire como sus ojos se mojaban por lo que bajó la mirada apretando las manos a sus costados.

Ese día descubrí que en realidad ella estaba ahí por qué si tenía aquellos transtornos.

Fue gracioso cuándo le conté a Pierce quién si podía hablar con la chica, Bella, al parecer ella miró algo en el que no puede ver en las demás personas.

Por primera vez ella logró hablar conmigo.

–Perdon…–. Susurró.

–Tranquila–. Le dije.

Ella me sonrió.

–Mamá solía decir que era un error por mis ojos–. Me miró.

–Creo que esto nos hacé especial–. Le dije.

Comprendí algunas cosas conforme pasaba el tiempo, una de esas cosas era que quería sacarla, la quería conmigo, en mi creció una grande obsesión.

–La nesesito–. Me dijo Pierce con los ojos cerrados.

Lo miré sorprendió, pero también sabía que esto pasaría, no creí que esto pasará tan rápido.

–Creo tener idea de dónde podría estar–. Le dije sonriendo.

Sabía que ella andaba en la ciudad que nació, Nueva York. Estados Unidos.

Bella comenzó a matar a todas las personas que una vez le hicieron dañó, sabía que en cualquier momento iría a por su madre y hermana.

Después tuvimos un reencuentro, bueno al menos el de ella y el de Pierce parecía de película.

–Mira–. Me dijo sonriente.

–Mmh interesante–. Sonreí ladeado.

–Sabes que mejor le digo a Pierce–. Dijo con mala cara.

–Maniaca… sabés que no hacé falta que te diga que te vez sexy–. Ella entre cerró sus ojos.

–Es una graduación, no debo de verme sexy–. Se quejó.

–Bueno te vez formal–. Ella sonrió.

Mire la puerta abrirse por ella pasaba un pequeño Frey, quien venía con su rostro cerio, pero al ver a Bella este se iluminó.

–Mami…–. Susurró.

Ella lo miro rápidamente sonriente, el sonrió un poco para después abrazarla.

Frey tenía un apegó muy interesante a Bella, era como su madre, creó que tuvieron ese apegó debido a que ambos tuvieron variedad de problemas.

La sonrisa de Bella fue algo que siempre me pareció hermoso, quizás no podía sentir, pero se a mi manera la amé… o bueno no la amé, porque sentí algo más fuerte.

Justo venía en el auto que nos llevaba en camino a el lugar donde las tenía Heiner, no sé si fue buena idea traer a Frey, bueno el no dejó que lo dejáramos en casa, por esa razón veníamos todos.

El ambiente era tensó, todos estábamos desesperados, justo cuando estábamos llegando mire la casa, estaba en llamas, pero mi mirada se perdió en algo que se no podré olvidar.

Bella estaba desangrándose, mire como su cuerpo calló al suelo, y como Leigh la sostenía, bajé del auto tan rápido como pude, mire a Frey quién corría desesperado.

Paró en secó al mirar a Mila, pero todo se fue a la mierda cuándo miró a Bella.

–Mama ¿Estás bien?–. Pregunto a Mila.

Ella asintió señalando a Bella.

Mire a Leigh quien lloraba, ¿Se habían echó cercanas?.

–Mami–. Escuché a Frey.

Pierce quién se mantenías estático en su lugar y con la mirada perdida en la herida de Bella.

Frey tomo el rostro de Bella y se quitó su polera.

Fue entonces cuando comprendí que querías hacer…