Number five

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Dios, estaba realmente aterrada, había tenido mi primera relación sexual, me había gustado mucho, en serio a lo primero había sido algo doloroso, pero luego se sintió genial.

Aún así no podía hablar de esto con nadie, tampoco nadie me iba a creer que enserio lo había hecho, a ver quién iba a creer que una adolescente de apenas trece años tuvo relaciones sexuales.

Coloqué las llaves de la casa dentro de la cerradura y gire dos veces para finalmente abrir la puerta principal, intente entrar sin hacer tanto ruido, era súper tarde o para mí madre si era super tarde.

Ocho y media de la noche

— Alto ahí jovencita — Hablo mi madre y de inmediato me di la vuelta

— Hola mami — Sonreí enseñando los dientes

— ¿Dónde estabas? — Alzó una ceja — ¿Eh? Dime

— No te enojes mamá — Camine agotada hasta el sofá dejando mi mochila en aquel sofá

— ¿¡Como carajos quieres que no me enoje!? ¡si vienes a esta hora caramba! — Ahora sí estaba molesta

— Lo siento, estaba en lo de la abuela — Mentí

— ¿En lo de tu abuela? — Frunció el ceño 

Asentí mientras quitaba mis zapatos del instituto — Si mamá, la abuela siempre está sola en la cafetería donde trabaja — Intenté dar lastima — Nunca vamos a verla y si la vamos a ver siempre es en la cafetería donde la no puede estar con nosotras

— Mmm — Suspiro algo molesta — Pero al menos llama desde la cafetería y avisa niña — Golpeó mi hombro levemente — Acaso no ves que me preocupas — Llevo su mano a su frente para sentarse sobre el sofá

— Está bien mamá, lo siento — Me senté en sus piernas — Te prometo que voy a llamar cuando esté volviendo — Sonreí

— Si porfavor — Acaricio mi cabello — Ahora vete a cambiar quieres y si tienes hambre en el microondas deje tu cena

— Gracias ma — Deje un beso en su mejilla y a las corridas subí las escaleras mientras con una mano sostenía mis zapatos y con la otra mi mochila

Me metí al baño y comencé a desnudarme, cuando termine me mire en el espejo del baño, tenía miles de chupones en mis senos y en mis muslos igual.

Sonreí y camine hasta entrar a la ducha, el agua caía sobre mi cuerpo desnudo, lave mi cabello y lo enjabone, aún no podía asimilar la situación.

Envolví una toalla sobre mi cuerpo y comencé a secar mi cabello, me vestí y me acosté en la cama lista para poder dormir.

A la mañana siguiente desperté por el ruido de la aspiradora, mi mamá estaba limpiando mi habitación con esa maldita aspiradora que hacía mucho ruido, me senté en la cama y la mire con el ceño fruncido

— Mamá, es sábado — Apagó la aspiradora — Quiero seguir durmiendo — me queje mientras tallaba mis ojos

— Ya despierta T/n — Abrió las cortinas dejando que el sol entrara — Mira que lindo está el día — Sonrió

— No para todos está lindo — Me tape con las cobijas hasta la cabeza

— A ver, a ver — Me quito las cobijas — Ya despierta, desayuna, ve a hacer tus deberes anda

— Uff — Me queje nuevamente para sentarme en la cama y mirar como recogía mi ropa sucia que estaba en el suelo

— Debo lavar está ropa a mano, está muy sucia y dudo que el lavarropas quiera quitar estás manchas — Comenzó a dar vuelta la ropa — Mira estás medias T/n, están negras de la mugre que tiene, vamos T/n

No le di importancia hasta que una imagen de cinco corriendose sobre mis muslos se me vino a la mente, carajo. Esas medias no, mamá no las toques

— ¡Y-Yo!— Grite y rápidamente me puse de pie para quitarle las medias de las manos, mi corazón latía fuertemente, mis manos sudaban — Las lavo yo mamá, no te preocupes

Alzó una ceja — ¿Que mosca te pico? T/n en tu vida lavaste tu ropa — Me intento quitar las medias — Yo las voy a lavar

— No, porfavor mami no — Estiré las medias para que no las agarre

— T/n su-el-ta — Grito la última palabra para estirar las medias y tomarlas ella

¡Dios! ¿Mamá porqué eres así?

Mordí mi uña de los nervios, mi madre salió por la puerta llevándo mi ropa interior junto con las medias manchadas.

Carajo, escuché el teléfono de la casa y era una perfecta distracción para que mi madre atienda y yo pueda sacar las medias del lavadero

— ¡Voy yo! — Grito mi madre y fue a atender el teléfono. Sigilosamente baje las escaleras y corrí al lavadero, tire la ropa sucia aún lado y comencé a buscar entre toda ella aquellas medias blancas que estaban muy negra por la tierra y el polvo que hay en la ciudad.

Al encontrarlas las guarde detrás de mi y subí nuevamente las escaleras, estaba salvada. Tome una bolsa y tire esas medias, ya no las usaría nunca más, además de desgastadas, también estaban chorreada de semen.

[...]

Había pasado una semana desde aquel encuentro sexual que tuve, varias veces intente contárselo a clarisa pero parecía que estaba molesta conmigo por aquella vez que la deje sola.

Intenté hablarle pero ella solo me ignorada,  estaba actuando como una idiota y no lo admitía, ya era sábado nuevamente y quería ir a la cafetería donde trabaja mi abuela « Griddy's Donuts »

— Hola abuela — Sonreí entrando a la tienda mientras la campanita sonó avisando que había un nuevo cliente que obviamente era yo.

— T/n, querida — Sonrió para abrazarme — Hace tiempo que no vienes a verme — Se quejo

— Lo siento abuela, sabes que en el instituto donde mi madre me anoto no es fácil hacer todas esas tareas — Asíntio — Pero hoy vine a verte y también a estudiar un poco — Le enseñe los libros que tenía en mis manos

— Que bueno, entonces toma asiento linda, iré por una chocolatada para ti — Asentí y me fui a una de las mesas, acomode mis libros y comencé a leer.

Mucha tarea para un fin de semana

Oí la campana y al mirar me escondí detrás de mis libros, era él, no quería verlo ahora, estaba avergonzada y ya me había visto desnuda.

𝐈𝐭'𝐬 𝐈𝐬 𝐆𝐢𝐫𝐥Where stories live. Discover now