Capítulo 19

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Nunca había estado tan tensa en la vida.

Los escasos minutos de la prorroga jugaban en nuestra contra. El marcador estaba 1-0 y eso no jugaba nada a nuestro favor. Notaba la tensión en todos los jugadores. A mi lado Luis Enrique mostraba cara de poker, no sabía que estaba sintiendo en estos momentos. Yo no podía parar de ir de un lado para otro, sabía que esta derrota los destrozaría a todos. 

El estadio se vino arriba cuando Morata avanzó hacia la portería decidido a marcar gol. El gol del empate. El que nos llevaría a penaltis y probablemente a la final. Me planté en mi sitio mientras él seguía avanzando, Luis Enrique también se quedó muy quieto. Avanzó y avanzó hasta que...

-¡GOOOOOOOOOL!

Subí los brazos a modo de victoria. El ánimo de los jugadores cambio y todos fueron a abrazar al jugador número 7 que nos había hecho empatar. Sonreí orgullosa de cada uno de ellos y por inercia mi mirada busco a uno de ellos. Él pareció pensar lo mismo porque clavó su mirada en la mía. La prensa todavía no sabía nada, habíamos decidido mantenerlo en la intimidad. Pedri me guiño un ojo mientras sonreía y yo le devolví la sonrisa.

*

Estamos jodidos.

Fue lo primero que pensé. Si Unai simón no se paraba este penalti la Selección Española estaría totalmente fuera de la Eurocopa. Habíamos fallado dos penaltis y metido otros dos. Si nos metían este, todo se iba a la mierda. 

No quise mirar las caras de todos. Me daba mucha tristeza ver caras de pena en sus rostros. Miraba fijamente al guardameta que tan bien había representado a nuestro equipo. No quería meter presión, pero ahora mismo estábamos todos en sus manos enguantadas.

El silbato sonó. El jugador italiano cogió carrerilla. Unai miró fijamente al jugador. El italiano corrió hacia el balón y chutó. 

-¡GOOOOOOOL! ¡Italia clasificada para la finaaaaal!

Sentí una opresión en el pecho al escuchar las palabras del comentarista. Mire a todos los jugadores que habían dado lo mejor de ellos en cada uno de los partidos. Se les notaba la impotencia y la tristeza por cada uno de los poros de su piel. Vi a Morata avanzar sin dirigirle la palabra a ninguno de sus compañeros, se le veía decepcionado. Una capa de lágrimas cubrió mis ojos, parpadee para hacerlas desaparecer.

Vi a Ferrán con las manos tapando su cara y decidí avanzar hacia él. Me alegraba por los italianos, pero ver así a mis chicos me dolía demasiado.

-Hey Ferrán, qui-

Me cogió del brazo y me estampó contra su cuerpo para después abrazarme. Sabía perfectamente que necesitaba un abrazo, así que se lo devolví sin chistar. Le acaricié la espalda suavemente.

-Casi lo teníamos enana

-Ferrán, habéis jugado genial y habéis llegado muy lejos, debéis estar orgullosos

Él me apretujo más contra él y unos segundos después me soltó. Me dedicó una sonrisa triste y me revolvió el pelo. 

-Ve con él, creo que te necesita más que yo

Miré hacia donde me señalaba y mi pecho se removió. Pedri, mi canario, estaba llorando mientras Luis Enrique le consolaba. Me partió ver a mi jugador así. 

-Ve a darle ánimos enana

Sin pensarlo mucho fui hasta él. Luis Enrique me divisó entre la gente y le susurró algo a Pedri en el oído. El canario se giró en mi dirección y vi como los ojos se le nublaban. Los míos también fueron cubiertos por las lágrimas y de un momento a otro ya estábamos los dos abrazándonos.

-No quiero que llores Pedri, lo has hecho genial

Sentía como quería retener las lágrimas mientras yo acariciaba su nuca. Durante estas semanas descubrí que ese gesto le relajaba mucho. Él no me decía nada, sabía que era porque tenía un nudo en la garganta. Me ponía mal verlo así pero así era este mundo, unas veces se gana y otras se pierde.

-Si te consuela, para mi habéis ganado

Bese su hombro y sentí como se separaba un poco de mi para mirarme a la cara. Sus manos se aferraron a mi cintura y me miró fijamente a los ojos. Sabía que él en estos momentos me besaría. Lo sabía perfectamente, pero había mucho público delante y sabría que no lo haría. 

La razón principal por la que no nos mostrábamos como novios en público había sido para que la prensa no me acosara a mí, Luis Enrique nos los sugirió y ambos decidimos que era lo mejor. Pero ahora mismo lo que más me apetecía era darle un besito para calmarlo un poco. Vi en su mirada como él dudaba. Lleve mis manos a su cara y le limpié el resto de lágrimas que le habían caído. 

A la mierda todo.

Puse mi mano sobre su nuca y presioné un poco haciendo que su cabeza se inclinará hacia mi. Pedri me miró dubitativo pero finalmente presioné mis labios contra los suyos en un beso corto y tierno. Luego fue Pedri quién hundió una mano en mi pelo y me dió unos cuántos besos más. 

-No llores más, porfavor

A la mierda la prensa. No me importaba si ahora mismo tenía una cámara o más grabándome y sacándome fotos. No me importaba en absoluto que nuestras caras estuvieran mañana en la portada de una revista del corazón. Lo único que me importara era que el chico que tenía delante no estuviera triste y sonriera.

Por último, Pedri me besó la cabeza y ambos fuimos hacia los vestuarios donde algunos de los demás jugadores se encontraban. Nada más entrar vi a Morata. Le di un abrazo corto antes de que el se marchara a hablar con Alice. Adoraba la relación que tenían esos dos. 

Intenté animar un rato a los jugadores en lo que Pedri se cambiaba de ropa. Al menos conseguí sacarles una sonrisa a alguno de ellos. 

-¿Nos vamos?

Asentí hacia Pedri y me despedí de ellos. Él me cogió de la mano y fuimos rumbo a su coche. Unos flashes provenientes de miles de cámaras nos asaltaron nada más salir del estadio. Antes de que pudiera reaccionar Pedri paso un brazo por mis hombros y sonrió a las cámaras sin dejar de avanzar.

-¿Hola, tenéis un momento? ¿Ese beso en el estadio implica algo más en vuestra relación?

No me quedé con todas las preguntas que nos asaltaron, pero casi todas iban de lo mismo. Por fin llegamos al coche y las voces de los periodistas se acallaron un poco.

-¿Estás bien?

-La verdad es que sí 

Encendió el coche y por fin pudimos perder de vista a todos aquellos reporteros. A mitad camino Pedri decidió hablar.

-¿Qué piensas que dirán nuestras familias?

-No sé, no pienso mirar el teléfono hasta mañana por la mañana- él sonrió

-Me parece el mejor plan de todos 

Todo por ti - Fanfic de Pedri GonzalezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora