Capítulo 5

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Llegamos al hotel y Luis Enrique junto con otra gente del equipo hicieron el check-in. Los chicos se acercaron a mí, supongo para conocerme más.

-¿Y desde donde vienes?- me preguntó Oyarzabal

-De la Comunidad Valenciana

-Ella sí sabe- dijo Ferrán revolviéndome el pelo, divertido. Sonreí automáticamente

-¿Cuántos años tienes?- me preguntó Olmo

-En abril cumplí los dieciocho

-Ow, eres pequeñita- me dijo Morata, divertido

-Bueno, Pedri tampoco tiene muchos más- comentó Ferrán

-Sí, son los enanos de grupo

Negué con la cabeza, divertida. Seguimos hablando de cosas triviales y empecé a sentirme más cómoda con ellos. Cuándo quise darme cuenta, habían llegado Unai Simón, Laporte, Pau Torres, Eric García, Gerard Moreno y Koke. Todos se saludaban con palmaditas en la espalda y sonrisas. Los chicos con los que estaba hablando me presentaron ante ellos. 

-Por fin volvéis- comento Oyarzabal burlón

-Calla, calla, lo que nos ha costado

Todos reímos y el entrenador saludo a todos los jugadores que habían llegado recientemente. Cuando termino, frunció el ceño.

-¿Y Pedri? Debería haber llegado ya

Todos los chicos se miraron entre sí, parece ser que ninguno sabía del paradero del canario. Luis Enrique se llevo el teléfono a la oreja, haciendo una llamada. Yo solo me limite a mirarlos en silencio, hasta que noté como todos y cada uno de los jugadores miraba por encima de mi cabeza. Me giré, extrañada y mis ojos se encontraron con los marrones del canario. 

-Mira a quién tenemos aquí, al que faltaba- comentó Ferrán

-¿Está muy enfadado?- preguntó, preocupado

-Nah, ya sabes como es- dijo Unai restándole importancia al asunto

Vale, aquí eran muy puntuales. Y yo, era DEMASIADO impuntual. Tengo que volver a las veinte alarmas diarias. 

Frené el rumbo de mis pensamientos, cuando siento la fuerte mirada del canario sobre mí. Levanté mi cabeza y lo miré fijamente a los ojos.

-Hola- me dijo él, muy sonriente

-Hey- dije devolviéndole la sonrisa

Veía como Pedri abría la boca para decirme algo más, pero la llegada de un enfadado entrenador, lo interrumpió.

-¡Por fin llegas!

-¿Lo siento?

Todos reímos junto al canario y Luis Enrique negó con la cabeza molesto. Empezó a decir donde dormiríamos cada uno. Me había tocado la habitación 257, a mi izquierda tenía a Ferrán y a mi derecha a Pedri. 

Mi móvil comenzó a brillar dejando ver que tenía una llamada entrante de Laura. Lo cogí sin ningún problema, aunque me arrepentí al instante.

-Hola Lau

-¡¿YA HAS LLEGADO?!

-Eh... sí

-CUENTAME, ¿ESTÁN TAN BUENOS COMO EN LA TELE?

Abrí los ojos como platos y sentí como el calor subía a mis mejillas. Mierda, Laura, ¿es enserio? Todos los chicos se giraron hacía mi, sonriendo divertidos.

-Eh Laura yo no

-¡Vamos Anita Dinamita! No te lo guardes todo para ti, egoísta

Ay no, ahora ese estúpido apodo. Los chicos realmente estaban intentando aguantar la risa.

-¡Laura no puedo-!

-¡Dime algo aunque sea!

-¡Te lo diría si no los tuviera delante!

Laura al fin se callo. Y durante un buen rato. Algunos chicos ya soltaban risitas graciosas, y yo seguía muerta de vergüenza, y totalmente roja.

-Oh, ¿lo han escuchado todo?

-Sí

-Oh

-Sí, oh- dije molesta y avergonzada

Evité mirar a los chicos a la cara mientras Laura se tomaba su tiempo para contestar. Soltó una risita que me hizo fruncir el ceño.

-¿De que cojones se supone que te estás riendo?

-Debes estar toda roja- dijo estallando en carcajadas

-¡Laura!

-Oh sí, sí lo estás, está conversación es la mejor que hemos tenido en mucho tiempo

Me puse una mano en la frente y negué con la cabeza. Tierra trágame y expúlsame en Las Maldivas. 

-Laura voy a colgar

-Vale, Anita Dinamita

-Deja de llamarme así, me lo pusiste cuando tenías tres años

-¡Pero si es lo mejor que he hecho en mi vida!

-Laura

-Vale, vale, ¿prefieres tomatito?

Algunos chicos estallaron en carcajadas, cosa que llego al oído de Laura.

-¡Ves! Ellos se ríen

-No me llames en tu vida

Colgué el teléfono y lo volví a meter en el bolsillo de mi pantalón. Me atreví a mirar a los chicos,  y todos me miraron divertidos.

-Así que, ¿Anita Dinamita eh?- dijo Pedri

-Sabe que odio que me llamen así

Ferrán paso un brazo por mi hombros, consolándome.

-Tranquila, no le diremos nada a nadie, a todos nos ha humillado nuestro mejor amigo por teléfono

Todos asintieron dándome ánimos.

-Al menos no fue mi padre

-Pagaría por ver eso

Los fulminé con la mirada y me fui a mi habitación con mis maletas y con una sonrisa en la cara.

Todo por ti - Fanfic de Pedri GonzalezWhere stories live. Discover now