Todo por ti - Fanfic de Pedri Gonzalez

Capítulo 11

Hoy era el primer partido de la Selección Española en esta Eurocopa. Los jugadores jugaban contra Suecia y todos estaban entre emocionados y nerviosos.

Baje al comedor para desayunar con ellos acompañada de mis dos jugadores favoritos. Pedri y Ferrán habían ido a buscarme para bajar a desayunar juntos desde hace ya tres semanas. Ferrán se había convertido en mi mejor amigo, siempre me hacia reír y me hacia sentirme a gusto. Con Pedri me pasaba lo mismo, pero era distinto. Con Ferrán no me abrazaba tanto ni de la misma manera en la que lo hago con el canario. No sé si me explico, soy muy mala para estas cosas.

-¿Qué tal chicos? ¿Emocionados?- dije sentándome en mi sitio después de coger mi habitual zumo de naranja

-Sí, aunque también bastante nerviosos- me respondió Pau

-Confío en vosotros, sé que lo haréis bien

Todos me sonrieron agradecidos y Pedri me pasó un brazo por los hombros para acto seguido besarme la cabeza. ¿Veis? Son este tipo de cosas las que dicen que mi relación con él no es la misma que tengo con el valenciano.

También estaba eufórica ya que hoy nada más acabar el partido, los familiares de mis jugadores favoritos iban a reencontrarse con ellos. Estaba emocionada por saber que cara pondrían ellos al verlos aquí. También me sentía nostálgica, estas semanas había echado de menos a mi padre más que nunca. Me hubiera gustado verlo a mi lado en los entrenamientos de los chicos y verlo emocionarse con cada uno de ellos.

Los chicos se fueron a entrenar, era su último entrenamiento antes del partido contra Suecia y querían dar el máximo de ellos. Les dije que iba a llamar a mi padre antes de ir a verlos. En realidad estaba ultimando los detalles de la llegada de los parientes que me habían asignado. Mitad de ellos los llevaba yo y la otra mitad Luis Enrique. 

Ya había hablado con los padres de Marcos, Azpilicueta, Pau, Koke... Estaba tecleando el número de la esposa de Morata cuando una llamada entrante de la madre del canario salta en mi teléfono. 

Mi corazón sin saber muy bien porque da un vuelco en mi estomago. Nunca había hablado con ella, siempre que había contactado con la familia de Pedri lo había hecho mediante su hermano Fernando. Nerviosa, descolgué la llamada y me pegué el teléfono a la oreja.

-¿Si?

-¡Hola! Soy la madre de Pedro, ¿tu eres Ana cierto? Fernando me dio tu teléfono

-Sí, esa soy yo, ¿hay algún problema?

-Sabemos que te dijimos que nuestro vuelo llegaba por la tarde, pero debido a unos incidentes nuestro vuelo se ha adelantado y llegaremos a las tres de la tarde

-No se preocupe, yo misma puedo ir a recogerlos y llevarlos hasta su hotel sin ningún problema

-Muchas gracias cariño, y porfavor, trátame de tu, no soy tan mayor- suelto una carcajada y acordamos los últimos detalles antes de que ella cuelgue.

En un momento he pensado que no llegarían para esta tarde y no me gustaría ver a Pedri desilusionado. 

Me dirijo a la cancha de fútbol con una sonrisa en la cara al saber que todos los familiares estarán aquí a la hora acordada. Miro a los chicos correr y hacer ejercicios mientras hablo un poco con Laura y me cuenta que tal le va todo. 

El entrenamiento finaliza y todos vienen hasta mi para hablar un rato antes de comer. Todos reímos a carcajadas antes de ver como Luis Enrique viene hasta nosotros seguido de Ferrán.

-Ana, Ferrán necesita que le mires la pierna derecha

Asiento y nos dirigimos a la sala habitada con todo lo que necesito para tratarle la pierna. Le digo que se tumbé boca arriba y él me hace caso. Empiezo a masajear la zona y me dice que en ciertos puntos le duele. 

-¿Podré jugar hoy?

Lo miro apenada mientras frunzo los labios.

-Me temo que lo mejor es que hoy no juegues y descanses la pierna. Podrías tener una lesión grave si fuerzas demasiado el músculo

*

Estaba conduciendo camino al aeropuerto después de haber comido con los chicos. Me ha costado bastante quitármelos de encima ya que alguno de ellos querían acompañarme. Les había dicho que iba a estirar un poco las piernas paseando por Sevilla.

Bajo del coche y me adentro en el aeropuerto en busca de la familia de mi canario favorito. Espero ahí de pie como las demás personas y la gente empieza a salir. No es hasta que veo a sus padres junto a su hermano cuando me entra una pequeña ola de nervios. 

Fernando es el primero en reconocerme y camina junto a sus padres hasta mí. Sonrió automáticamente cuando los tengo delante y antes de que nadie pueda decir nada, la madre de Pedri se lanza hacia mi envolviéndome en sus brazos. 

-¿Qué tal cariño? ¿Todo bien con aquellos animales?

Le correspondo al abrazo por fin y suelto una pequeña risa ante su comentario. Este abrazo me hace recordar a los que me da mi padre, aunque tiene ese sabor maternal que hace mucho tiempo no disfruto. Ella me suelta y me analiza con la mirada. El padre simplemente me sonríe y Fernando se dedica a mirarme para terminar sonriendo.

-Hola Ana, un gran placer conocerte

Le sonrió y les preguntó cosas triviales mientras los llevó hasta su hotel. Estaba junto a ellos haciendo el check-in cuando mi teléfono vibra anunciando una llamada entrante. 

"Pedri"

Su madre me mira sonriendo y su hermano con algo indescifrable en los ojos.

-Anda cógelo, puede ser importante 

Me separó un poco de ellos para contestar.

-Hola

-Hola Ana ¿dónde estás? El partido empieza en una hora y no estás aquí

-Ya estoy llegando, no te preocupes, estaré ahí para veros a todos

-Bien, porque hacia mucho que habías salido a estirar las piernas y todos nos preguntábamos si te había dado algo

-Seréis cabrones

Escuchó una carcajada al otro lado de la línea que me provoca risas a mi también.

-No tardes mucho

-No lo haré ¿vale? 

Nos despedimos y vuelvo para despedirme de su familia.

-Me tengo que ir, los chicos me esperan para que los vea jugar. Fernando tiene la ubicación del hotel, esta a un cuarto de hora de este

Me despido de la familia del canario, y antes de irme su madre me da otro abrazo maternal antes de que me suba al coche para ir a ver a la Selección Española debutar en esta Eurocopa.