Capítulo 3

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Abro mis ojos y lo único que veo es oscuro, solo oigo cosas raras en mi habitación entonces me levanto un poco para observar de dónde provenía ese sonido.

Entonces veo cómo una persona entra en la ventana de mi habitación y me congelo. Agarro mi libro que tenía en la mano y se lo lanzó y empiezo a gritar.

-¡Ouch! ¡Eso duele!- dice el extraño.

Al parecer mis gritos se escucharon en todas la casa, por que de la nada la puerta de mi habitación se abre de un portazo. Era Sebastian quien estaba con un pantalón y su torso al  descubierto, minutos después entra Julián y viene hacia mi y se posiciona delante de mi arrinconándome en una esquina.

Sebas va directo a la persona que está tirada en el suelo y le hace
una llave con su brazo, por
el cual la persona empieza a hacer quejidos de dolor.

-Maldita sea, me van a romper el jodido brazo- dice esa voz- Vivo aquí estúpido.

Entonces me percato que era la voz de Charles mi otro medio hermano, entonces prendo la luz de mi cuarto y efectivamente estaba viendo a Charles tirado en el suelo y Sebastian encima de él.

-Suéltalo, es mi medio hermano- le digo a Sebas.

El duda en hacerlo, pero al final accede.

-Joder, ¿por qué hiciste eso?- dice Charles levantándose del suelo.

-¿Por qué diablos entraste en la ventana? - dice Julián un poco cabreado.

Entonces me ve a mi y ve tanto a Julián como a Sebas. Hace una media sonrisa.

-Se ve que no pierdes el tiempo, hermanita- dice Charles mirando a mis dos guardaespaldas- Pero ¿no son un poco grandes para ti?

Cuando dijo eso tanto Julián como Sebas se encaran enfrente de el.

-¿Que diablos dijiste? - dice Sebas en un tono brusco.

-Sebas, tranquilo- le digo.

Y él lo deja estar.

-Vaya, hasta te tiene controlado, pareces su perrito faldero.

Es ahora Julián quien se acerca pero yo me interpongo en su camino.

-Me da gusto volver a verte, Charles- le digo con una sonrisa.

El solo me mira de arriba hacia bajo.

-Lástima que no pueda decir lo mismo. Así que si me disculpan, tengo que ir a dormir.

Dicho eso me lanza un beso, ve a mis guardaespaldas y sale de la habitación con una grande sonrisa.

-Te juro que estaba apunto de reventarle la cara- dice Julián.

-Tendrás que hacer cola entonces- lo interrumpe Sebastian.

Yo los volteo a ver moviendo la cabeza en forma de negación y ellos solo rodean los ojos.

———

Ayude a Lili con unas cosas de la casa, al parecer ninguno de aquí la ayuda, deberían hacerlo o por lo menos contratar a una ayudante, ya está muy grande para hacer varias cosas o varias en un solo día.

-Eres muy linda por ayudarme- me dice.

-Me gusta hacerlo.

Terminado de hacer las últimas cosas para guardar.

-Deberías arreglarte, la fiesta empezará en muy poco.

-La verdad no tengo muchos ánimos de ir- le digo.

El rey de Zandvoort Donde viven las historias. Descúbrelo ahora