El rey de Zandvoort

Capítulo 1

Maya.

Hace unas semanas el esposo de mi mamá había muerto, casi nunca convive con él porque mi papá y yo vivíamos en Italia, tampoco es que me importara, pero me preocupo por mi mamá y no me imagino el dolor que está  sintiendo en estos momentos, así que lo único que puedo pensar es estar ahí con ella aunque no quiero estar en esa casa.

Papá me aconsejo estar dos meses con ella porque él tenía que viajar por cuestiones de trabajo y yo tenía mis vacaciones así que no tenía ningún problema, él entendía la situación por la que esta pasando mamá aunque no le parece que esté en esa casa, así que me compro un departamento cerca de ahí.

-¿Ya tienes todo listo?- entra mi padre a mi cuarto.

-Casi todo- le digo acomodando mi ropa.

-De acuerdo, apúrate a empacar que tu vuelo sale mañana temprano- me dice al marchase de mi cuarto.

-Lo se, ¿vas a trabajar?- le digo.

-Siempre lo hago, la empresa tiene que estar bien, sobre todo cuando la futura heredera esté preparada para dirigirla- me dice dándome un beso en la cabeza- Baja a desayunar.

Se va de mi cuarto cuando yo termino de acomodar la ropa que me quedaba, para luego cepillarme los dientes y bajar a a desayunar.

Mi casa se podría decir que es un castillo de princesa, tengo 15 cuartos que en realidad nunca utilizamos o solamente son para las conquistas de mi padre. Tengo una piscina muy grande, con un jacuzzi incluido, sala de cine, tres comedores, una sauna etc.

A me duda que voy bajando las escaleras huelo los panckes que me ha preparado Fiona, la persona más linda y humilde que conozco, aparte de que es mi nana es la persona que me ha visto crecer y me a dado todos los consejos que una madre le puede decir a su hija, era lo más cercano que tenía a una madre y la aprecio mucho.

-Huele muy rico, nana- le digo al entrar en la cocina.

Ella me dedica una sonrisa y me da los buenos días.

-El desayuno está listo, siéntante antes que se enfríe- me dice señalando la mesa donde se encuentra mi padre.

Me siento y puedo ver un plato de packes con tocino, huevos, miel y obviamente falta el toque final.

-Aquí está la crema batida, cariño- me dice Fiona al momento de entregarme la crema.

-Fiona, deja de mal alimentar a mi hija, de por si me cuesta que coma saludable, tu no ayudas mucho- dice mi padre dándole un sorbo a su café.

Fiona solo asiente hacia mi papá, para luego guiñarme el ojo y retirarse.

-Fiona me consciente, no es que coma así todos los días- le digo a papá.

Entonces sin más que hablar pruebo el delicioso panqueque que me hicieron con mucho amor.

-Ojalá así comieras con gusto las cosas saludables- me dice.

Yo solo lo miro y le rodeo los ojos para seguir comiendo más.

-Bueno yo ya me voy, pórtate bien. Ten te doy mi tarjeta American Express Black para que te compres algo lindo- me la entrega.