Kaida miró a Hanemiya, quien estaba más que rojo.

—Bien, cantemos.

Los tres entonaron el feliz cumpleaños y soplaron la vela a la misma vez. Keisuke gritó emocionado, sacando una pequeña risa en la única chica del trío. Por primera vez, ambos niños se sentían queridos e importantes en su día. Kazutora se puso de pie, sacudiendo sus ropas y estiró su mano para que Kaida la tomara y la ayudara a pararse. Sacudió las ropas de su jardinera y de sus manos.

—Vamos, todavía nos queda día, así que estaré con ustedes dos hasta el amanecer.

Hanemiya y Kaida se miraron antes de esbozar una sonrisa de ojos cerrados. Durante todo el día el nuevo trío de amigos hicieron alboroto por toda la ciudad. Era primera vez que la chica se sentía tan libre, de mostrar cómo realmente era, de no sentirse juzgada ni mucho menos recibir miradas de odio o de asco. Durante este día, ella pudo sentirse como siempre le habría gustado ser. Keisuke le enseñó a prender fuego a los autos, también a asaltar casas de personas extrañas y se pasó el día enseñándole a defenderse de una forma más decente. En pocas palabras, Baji había adoptado a Kaida como una hermana y eso ella no le desagradaba.

Mientras que Kazutora estaba adorando cada segundo que pasaba, en especial cuando llegó el momento de ir a donde Junpeke y darle su merecido. El chico estaba claramente sorprendido por el gran cambio de personalidad que ambas víctimas suyas tuvieron en tan poco tiempo. Kazutora lucía más intimidante y Kaida tenía una mirada tan tranquila que llegaba a dar hasta miedo, hasta juró haber sentido sus pantalones mojados por lo intenso que era el gris de sus ojos. ¿Cómo era posible que las personas pudieran cambiar tan dentro de poco? Bueno, esa pregunta no tenía mucho sentido para Junpeke teniendo en cuenta que pasó de ser la cabecilla de un grupo a ser la oveja arrancando de los lobos.

—Dame ese pendiente. Es mi cumpleaños, así que está bien, ¿Verdad?

Al final Junpeke le terminó dando aquel pendiente de cascabel y se dirigieron a la casa de Keisuke para perforar la oreja de Kazutora. Mientras tanto Kaida en ningún momento había pensando en sus padres, mucho menos con el jefe de familia, quien tampoco estaba preocupado por ella. Pues que Kaida desapareciera de su vista era lo mejor que le podría pasar en la vida, y la chica estaba más que decidida a cumplirle ese deseo. Desde el balcón del departamento de Baji, Kaida oía claramente los gritos de dolor de Kazutora y los regaños del anfitrión, cosa que le sacó una pequeña sonrisa mientras admiraba las pocas estrellas que se lucían antes de esconderse para el amanecer.

—¡Por fin terminamos! Realmente Kazutora es una gallina.

—¡No me dolió para nada! —se cruzó de brazos, defendiéndose.

—Algún día me voy a perforar la ceja. —mencionó Kaida.

—¡Waaaa, se te vería bien! —exclamó Keisuke con ojos brillantes, Hanemiya a su lado asintió repetidas veces—. Saben, mi mamá no está, ¿Quieren quedarse a dormir?

—Por mi parte sí. —Tora miró a Kaida—. ¿Y tú? ¿Tu papá no se enojará? —quiso ser cauteloso al preguntar, pues había visto la actitud de su padre y le recordaba mucho al suyo. Sin embargo, lo que más le sorprendía de todo esto, es que la morena siempre fue su vecina y ninguno de ellos estaba enterado.

—Mi papá no me quiere. —respondió, sorprendiendo a ambos chicos, en especial a Baji—. Me odia porque me parezco a su esposa y porque él no quería que mamá me tuviera, así que cuando encontró el momento perfecto para deshacerse de mí lo tomó sin dudarlo.

—Eso... Lo siento. —murmuró Keisuke con atisbo de tristeza, pero cuando una maravillosa idea cruzó por su cabeza, el brillo en sus ojos y su deslumbrante sonrisa, volvió—. ¡Ya sé! Puedes venir a vivir aquí, mamá entendería perfectamente la situación y yo siempre quise tener una hermana. —confesó algo avergonzado—. Sé que quizás todo esto requiere algo legal, pero si estás segura de lo que dices, entonces eres bienvenida a la familia Baji. Y eso va para ti también, Kazutora. Aquí siempre tendrán su hogar.

Kaida parpadeó repetidas veces provocando que las lágrima cayeran unas tras otra. Hanemiya realizó un puchero y la abrazó. Segundos después Keisuke también se unió al abrazo. Definitivamente este cumpleaños para ambos niños nacidos el 16 de Septiembre había sido el más caótico y significativo de todos.

 Definitivamente este cumpleaños para ambos niños nacidos el 16 de Septiembre había sido el más caótico y significativo de todos

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Urge tener un amigo como Keisuke, eh.

pretty boy || kazutora hanemiyaWhere stories live. Discover now