05 •Pensamientos tiernos•

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Todo sucedió tan rápido que senti que las cosas ocurrieron en un abrir y cerrar de ojos.

Ver a los cobradores desparramados por toda mi habitación anterior me hizo sentir escalofríos.

—Eden... Aún... aún respiran ¿verdad?

—Si. Limité mi fuerza para que sólo se desmayaran. —respondio —¿Deberia matarlos y terminar de una buena vez por todas con esto?

—¿De qué hablas? Ya fue suficiente.

—¿Eh? ¿Acaso hice algo malo? —pregunto con sus cejas elevadas.

—No puedo creerlo... Te excedistes... —dije, por que la verdad me pareció mucho.

Estaban todos en el suelo, no podría decir que inconscientes, pero si débiles y heridos.

—Pero... No, no importa. Lo siento —bajo su mirada.

—Aun asi, creo que no podemos dejarlos asi. —hablo Gray —Los sacaré a fuera.

—Ah, Gray... Gracias —fue lo que dije.

Gray comenzó a arrastrar a los cobradores afuera de la habitación con gran agilidad.

Eden se dio vuelta y respiré aliviada.

Pero luego se dio vuelta, y me miro, para preguntarme:

—Silegransy, ¿mantuvistes tu promesa?

—¿Eh? ¿Qué promesa? —respondi con otra pregunta al no saber a que se referia.

—Te dije que cerraras los ojos —me recordó.

Ah, era eso. Bueno...

Había entrecerrado los ojos y miré, pero no queria decirle eso.

—Mantuve los ojos cerrados, si. Despues de todo, te lo habia prometido.

Ah, veo que eres una mentirosa.

Fue lo que respondio, ¿enserio? Creo que no podia mentirle.

—Uff... Pero es que... ¡Senti curiosidad! —justifique.

—Uff, aah... Ah. ¿Qué es esto...? —se escucho la voz del cobrador que aún Gray, no sacaba.

Eden volteo rapidamente hacia él cobrador, y lo tomo por el cuello de la camisa.

—Ah. ¡Eden! —grite para advertirle que no hiciera nada —Eden, déjalo ir.

—Silegransy, no te entiendo... —dijo con su ceño un poco fruncido.

—Aun asi, no debes atacar a la gente asi. Si no paras entonces quizás no vuelvas a verme.

Suavizó su rostro, y me preguntó:

—¿Por qué te lo tomas tan...? —corto lo que iba a decir. —Muy bien. Lo dejaré en paz.

Respire profundo, y solte todo el aire aliviada.

Pero tan pronto como Eden soltó al cobrador...

Este sacó su teléfono del bolsillo...

—Te... tenemos... los tres millones... —su cara se vio sorprendida.

—¿De qué hablas?... —casi inconscientemente, sin darme cuenta le pregunte al cobrador.

Y me encontré aun mas sorprendida que el cobrador.

—Ah, me preocupaba que hubiera llegado tarde. —hablo Gray, acabando de entrar a la habitación. —Ahora no tendras que volver a preocuparte por esta gente, Silegransy.

¡¿Queee?!

—¿Qué...? Explicame qué quieres decir —pedi al no entender nada.

—Silegransy, no hace falta que le des mas vueltas —dijo con simplesa Eden.

Blood Kiss [Un romance vampiro]Where stories live. Discover now