Propuesta 1/3

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Estos 3 episodios son mi forma de agradecer todo lo que han hecho por mi. ¡LES AMO!
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7 A.M
El sol salía radiantemente, las personas empezaban a levantarse, y otras solo se quedaron dormidas.

Pero, había un conejo semi-humano, sentado en una cómoda cama, acompañado por su pareja, quién seguía dormido plácidamente, pero, en su rostro se notaba cierto nerviosismo, combinado con ojeras por el no dormir del conejo. ¿Que era eso que lo mantenía nervioso? Puede ser un evento importante al que asistir, algo importante que hacer ese mismo día, ¿tomar un vuelo? Todas estas son claros ejemplos del nerviosismo, pero, no era ninguna de esas.

Lo que mantenía al conejo aferrado a las sábanas que cubrían el colchón era algo más grande e importante. Una propuesta de Matrimonio.

Si. Una propuesta de Matrimonio, algo que se hace una vez que amas lo suficiente a tu pareja, lo suficiente como para decidir tenerlo a tu lado el resto de vida, como prometidos, como esposos, como maridos. Puede decirse como sea, pero la felicidad que una pareja puede tener al decirse ahora: Esposo, prometidos, marid/a, es una felicidad inenarrable, es hermoso, y demuestra confianza y amor en esa persona.

Pues, siendo esto tan importante para muchas personas, conlleva a su vez pensamientos negativos en su mayoría: "¿Y si dice que no?" "¿Y si termina conmigo?" "¿Y si me grita que 'no'? ""Que tal si no me ama lo suficiente para tomar está desición?" "¿Y si ya no me ama? Oh si ¿nunca me amo?" Todas estas son las preguntas que uno puede hacerse por la paranoia, y Bunnymund no era la excepción.

Tenía miedo, mucho miedo, lo que es raro en el, siempre es visto como alguien de carácter fuerte, que no te da ninguna sonrisa, que siempre está serio y amargado. Es la imagen típica que todos tienen, inclusive su creadora: "La luna" tenía en mente esto, cosa que es rara por qué no es ninguna forma humana.

Puede decirse que, La luna al ya saber la actitud de este, siempre elije a un guardián alegre y divertido. Bunnymund siempre pensó que era una forma de joderle. Quein sabe.

En fin, Bunnymund se dio cuenta que eran las 7:50 A.M, era hora de levantarse, tiene que tener todo listo para su propuesta. Manos ah la obra.

Bunnymund se levantó con un leve mareo en su cabeza, cosa común en las personas que no durmieron uan noche, pues el cerebro no descanso, y el mismo está exhausto. Pero ah los segundos paso sin mayores preámbulos. Se puso un poco de ropa, pues, el no acostumbra al uso de ropa, pero, el polo Norte era tan frío que en veces podía retener sus habilidades para abrir túneles, oh también le hacía pelear fatal, Norte y su casa no eran su punto fuerte.

Al bajar puso ver cómo los yetis no estaban, era normal, trabajaron 10 meses seguidos en crear juguetes, era un descanso merecido.

Bunnymund surgió su vista y camino hacia la cocina, un café podría hacerlo calmar.

En lo que preparwva lo básico para el mismo, el pensaba, pensaba y pensaba, no era fácil hacer lo que él iba a hacer, por lo que tenía miedo, muchísimo miedo.

Sin darse cuenta, su café estaba hecho, lo saco y lo dejo en la mesa, quería empezar el día alegrando el día de Jack, por lo que decidió hacerle un rápido pero aperitivo desayuno. Si que lo amaba tanto.

Saco los ingredientes y comenzó con su trabajo.

*EN OTRO LADO DE LA CASA*

Dos siluetas podían ser dicisadas en una cama, con una gran cobija a sus alrededores, esas dos personas eran nuestra recién pareja: Norte y Meme.

Estos se encontraban durmiendo de lo más normal, pero, había uno que que no estaba del todo, era Norte, estaba acostado, si, pero estaba nervioso, recién (en un sueño) pudo recordar que tenía que ayudar a Bunnymund, en su glorioso y magnífica propuesta, pero, estaba nervioso en pensar que le parecía a su "Hijo". Jack.

Norte siempre quiso a Jack como a su hijo, pues Jack había perdido a toda su familia. A su papá, mamá y Hermana. Jack no tenía figuras paternas ni nada.

No fue que hace poco logro adoptarlo y hacerlo oficialmente su "hijo". Y como todo padre, quiere lo mejor para sus hijos, por lo que el pensar que su "Hijo" se casaría con Bunnymund, era una idea aterradora en su totalidad, es como una madre al ver qué su hijo deja el nido, es difícil aceptarlo, pero si eso lo hacía feliz, era más que suficiente.

*CON BUNNYMUND*

Bunnymund se encontraba su desayuno y elde Jack a la habitación que compartían en conjunto. Al entrar pudo notar que Jack no están en la cama, este se confundió por total, pero, al escuchar un sonido de agua cayendo al suelo, sabía que Jack se encontraba bañándose, aunque, ahora que el se acordó: No se había bañado.

-Detalles- pensó.

Dejo el datuno en la mesa que tenían ellos dos, y rápidamente se dirigió a su cajón especial, saco el anillo que tenía escondido y, consiguiente lo puso en uno de los bolsillos de su armamento.

Pudo escuchar como Jack salía con su ropa y, ah la vez, secándose el pelo.

Jack.- ¿Eh? ¿Que haces canguro?

Bunnymund.- E-eh, nada, nada, solo sacaba algo de ropa.

Jack.- Ok?, Por cierto, te queda bien esa camisa conguro- dijo riéndose-

No era de menos, remarcaba todo lo que sus años de entrenamiento le dio.

Suerte que el pantalón no era tan ajustado.

Bunny.- Eh... Te prepare el desayuno a ti y a mí jeje

Bunnymund agarro la bandeja y se la enseñó a Jack.

Jack quedó enamorado con este gesto de Bunnymund, tanto así que le dio un abrazo y uno cuantos besos, hace esto pocas veces. Pero, cuando lo hace es por algo especial. "¿Que tramara?" Pensó Jack al ver el gesto de Bunnymund. Igual no le dio vueltas al asunto, se sentaron y disfrutaron de la comida entre ellos, como toda pareja enamorada en películas hollywoodense. Ninguno se los dos sabe lo que ese día va a significar para ambos.
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Las estrellas brillan en tu presencia. 🤍Where stories live. Discover now