Una vez fueron los mejores amigos de la infancia ahora, aparentemente, se cazaban entre sí
Amelia Sealgair, más conocida Amy, ha vivido la mayor parte de su vida en la ciudad de Beacon hills, California. No fue gran cosa, ya que esta ciudad no era...
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EL TRÍO LLEGÓ A LA CASA DE DEREK HALE, SALIENDO DEL JEEP AZUL TAN PRONTO Como llegaron. Mientras Stiles y Scott llevaban palas, Amelia llevaba sus armas. Pensó que si tenía que pelear con Derek Hale, tenía que estar preparada.
"Espera, algo es diferente", señaló Scott mientras caminaban hacia el lado de la casa.
"¿Diferente cómo?" Preguntó Stiles.
"No lo sé", susurró el hombre lobo.
"¿Por qué tienes que ser tan críptico todo el tiempo?" Defendió a la cazadora mientras intentaba llevar el arco normal y la ballesta al mismo tiempo. "Solo di lo que tienes en mente, deja de ser tan misterioso".
Scott exhaló antes de caminar hacia el montón de tierra.
"Vamos a terminar esto".
La chica observó cómo los dos mejores amigos comenzaban a cavar. Dejó la ballesta dentro de su bolso y puso su arco normal alrededor de su pecho, con sus flechas detrás de ella.
"¿Es realmente necesario todas esas armas?" Le preguntó a Stiles mientras seguía cavando, la chica asintió.
"Derek es un hombre lobo nacido. Lo que significa que no fue mordido, nació siendo uno". Scott levantó las cejas. "Tenía los mejores profesores del mundo. Es un hombre lobo experimentado que no tiene miedo de matar. Y si él es el que te mordió, Scott, es un alfa. ¿Sabes lo que un alfa es capaz de hacerme? Puede matarme en dos segundos, y puede matarte en un minuto, Scott. Por eso no me arriesgo. Si vuelve, déjamelo a mí".
Scott se dio cuenta de que era mejor no cuestionar la forma en que Amelia funcionaba. Puede que sea una cazadora en entrenamiento, pero fue buena en lo que hizo. Y ella daba miedo. Finalmente estaba empezando a darse cuenta de que era mejor tenerla de su lado.
"Para, para, para", le gritó Stiles a Scott. La chica se apresuró a poner una flecha en su arco mientras se acercaba a los chicos, notando que el agujero era mucho más grande que la última vez que lo comprobó.
"¿Todo bien?" Ella preguntó, pero no hubo respuesta.
Stiles y Scott comenzaron a usar su mano para seguir cavando la suciedad, y Amelia tenía demasiada curiosidad para no ver lo que iban a encontrar.
"¡Date prisa!" Gritó Scott.
"Lo estoy intentando", defendió Stiles. "¿Tuvo que atar la cosa en unos 900 nudos?"
