✧ ཻུ۪۪. trigésimo tercer capítulo

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── Aww, deben verse muy lindos. ¡Pero respeten mi presencia auditiva, jovencitos!

El inesperado grito los hizo carcajearse.

── Lo siento, mamá Min.

── Disculpas aceptadas, pero ya no quiero ser el mal tercio.

── Yo también deseo atención por parte de mi alfa. ── agregó YoonGi, jalando al peliazul del cuello de su camisa para rozar sus narices.

── ¡De acuerdo, de acuerdo! ¡Al menos déjame colgar! ── exclamó casi con un horror que les causó gracia. ── ¡Y, ah! ¡No olvides tener todo listo en las pañaleras, te llamaré mañana de igual forma!

── Hasta luego, mamá. ──dijo distraídamente, observando más el rostro cincelado del alfa. ── Les quiero, díselo a papá también.

── ¡Y nosotros a ti y los bebés!

── ¿Qué hay de mí, mamá Min?

── ¡Oh, para ti también, hijo!

Y luego de un par de indicaciones, consejos y frases más por parte de la mayor, YoonGi pudo dejar el celular a un lado cuando la llamada se cortó.

── ¿En qué estábamos? ── murmuró sobre los esponjosos labios de su novio.

Woah, esa palabra seguía golpeando sus latidos fuertemente contra su pecho. A veces hasta le parecía inaudito que alguien como JiMin fuera suyo, se regocijaba de solo pensarlo, más orgulloso aún de llevar sus crías.

── Estábamos en la parte que iba a comerte a besos. Pero... ── alargó la última vocal, besando la naricita de botón antes de alejarse. ── Tendrás que tomarte esto antes.

── ¡Iugh, no! ¡Ya no es necesario ese batido! ── se quejó tal cual era, un omega embarazado, engreído y berrinchudo.

── Vamos, amor. ── el alfa se levantó y estiró su mano hacia YoonGi para que la sujetara. ── Eso te hace muy bien, no debemos descuidarnos ni por un solo segundo.

── Pero estoy de maravilla y-y... ¡JongIn dice que los cachorros también!

── No quiero correr el riesgo cuando puedo asegurarme de tenerlos bajo mi cuidado. ── habló firme pero con ese mismo tono dulce. Pasando su brazo por la cintura del omega mientras la otra acariciaba su panza de casi 8 meses.

── Eso es injusto, señor Park. A mí se me había antojado una sesión de besos. ── se cruzó de brazos, frunciendo el ceño para mostrar su terrible y enorme incomodidad.

Sin embargo, ese piquito que hacía sobresalir su labio inferior logró hacer sonreír a JiMin tontamente, ganando un par de besos rápidos y muy cortos que le hicieron bajar la guardia hasta terminar aceptando ese batido que el alfa preparaba casi con constancia.

Estaban calmadamente dirigiéndose a la cocina en medio de su descanso de fin de semana habitual. No obstante, el mismo dolorcito que YoonGi estuvo ignorando toda la mañana, pareció volver con más fuerza en su vientre.

Realmente no quería preocuparse porque todavía faltaban dos semanas para la cirugía, pero su miedo incrementó cuando sintió que algo húmedo salía de él y sus piernas se debilitaron enormemente.

JiMin abrió los ojos con desmesura, tomando el cuerpo de su omega como pudo entre sus brazos.

── ¿Qué pasa? ¿Te duele algo?

Y las preguntas parecían muy idiotas en este punto de su vida, sentía que estaba llegando al límite.

── J-JiMin creo que...

YoonGi enmudeció por unos instantes, sintiendo que lo que fueron gotas, ahora parecían haber sido una gran cantidad de líquido escurriendo inesperadamente entre sus muslos. Y entonces las palabras de JongIn resonaron en su cabeza hasta saber el significado de lo sucedido.

── ¡Fuente!

── ¿Eh?

── ¡Acabo de romper la fuente!

── Eso quiere de-decir...

── ¡Que los bebés ya vienen, Park JiMin! ── gritó cuando el dolor se extendió por toda su parte baja, tomando al peliazul de los hombros para evitar lloriquear.

── ¡Oh, oh! ¡Los bebés!

Tembló el alfa, intentando recordar todo lo que había aprendido en los libros de autoyuda para padres primerizos.

── ¡Muy bien, cariño! ── lo ayudó como pudo a apoyarse en la mesa. ── ¡Traeré la pañalera y llamaré a los...!

── ¡Hazlo ya, no me avises todo!

── ¡Sí, si! ── alzó ambas manos en el aire. ── No te muevas de a-aquí, ¿de acuerdo?

── ¡¿Y A DÓNDE MÁS IRÍA YO SOLO?!

JiMin asintió rápidamente. ¡Claro, su omega necesitaba de él! No podía ser torpe justamente en ese día, sus manos temblaban igual o peor que YoonGi, pero tomó todo lo necesario y llamó velozmente a JungKook para que le pasara la noticia a los demás.

── Ya, cariño. Bajaremos de aquí con mucho cuidado.

── ¡Duele, duele! ── se quejó una y otra vez, apretando el brazo del alfa con toda la fuerza que intentaba desahogar ante su sufrimiento. ¡Por la Diosa! ¡Serían los últimos cachorros de su vida! ¡Lo podía jurar ahí mismo en sus lamentos!

── Lo sé, amor, pero...

── ¡No sabes nada! ¡Soy yo apunto de explotar!

── Respira conmigo, Gigi. No te centres en el dolor. ── le habló con paciencia, aunque por dentro suyo todo fuera nervios puros.

── ¡Pero duele como la mierda!

Y JiMin no sabe a qué deidad tenía que rezarle para hacer que tomaran un taxi y llegar lo más rápido a la clínica, esperando no quedarse con el brazo todo lastimado por los apretones y sordo por los innumerables gritos y quejidos de su YoonGi.

Y JiMin no sabe a qué deidad tenía que rezarle para hacer que tomaran un taxi y llegar lo más rápido a la clínica, esperando no quedarse con el brazo todo lastimado por los apretones y sordo por los innumerables gritos y quejidos de su YoonGi

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yes, estamos a nada de acabar.
al fin se vienen los trillizos 🤩

embarazado de mi mejor amigo ✶ jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora