embarazado de mi mejor amigo ✶ jimsu

✧ ཻུ۪۪. trigésimo tercer capítulo

Todo iba de maravilla en el apartamento Park-Min. Los días habían ido transcurriendo con una tranquilidad que hacía a la pareja sentir confianza cada día más.

YoonGi iba marcando en el calendario los días que quedaban para la tan esperada cesárea, las ansias eran tantas de estar cada vez más cerca de tener a los cachorros entre sus brazos que siempre iba con una sonrisa dibujada en su rostro. La espera y las dificultades de cada mes estaban valiendo la pena. Y cuando él solo pensó en tener un bebé, había sido apremiado con tres gracias a su mejor amigo alfa, quién ahora se había vuelto el amor de su vida.

Ciertamente nada es como se espera, y eso YoonGi ya lo había comprobado.

── Sí, mamá. ── repitió por quién sabe qué vez. Estaba acomodado en el sillón de la sala, cubierto en una manta que tenía impregnada el aroma de JiMin por todos lados cuando su progenitora había llamado.

── ¡Los trillizos ya vienen, cariño! ── respondió en la otra línea, su emoción era inconfundible. ── ¿Pero sabes algo? Aún no asimilo que verdaderamente tendrás cachorros de JiMin.

── ¡Yah~ escuché eso, mamá Min!

La tercera voz proviniendo de la cocina hizo reír a YoonGi, apostaba que tenía los labios estirados en un puchero tal cual pollito.

── ¡Por la Luna! ── le grito de su madre lo hizo aterrizar. ── ¿Activaste el altavoz acaso?

── Lo está desde el primer segundo.

── ¡Oh! ── la mayor pareció pensar un largo rato lo que diría, porque YoonGi se mantuvo en el mismo silencio que al otro lado. ── ¡No me malentiendas, JiMin-ssi!

Y como adivinó el rubio, cierto alfa que venía secándose las manos con un pequeño trozo de tela, se aproximó hasta él para arrodillarse y participar de la conversación.

── Qué mal, mamá Min. Yo soy un buen partido para su hijo.

Incluso su dramatismo hacía sonreír a YoonGi, quien dejó un corto beso en esos abultados labios.

── ¡No es eso hijo! Lo que pasa es que no creí que serían novios siquiera...

── ¿Cómo dijo? ── cuestiono el alfa, observando a su omega de la misma forma interrogante.

── Ya sabes, ojo de mamá loca no se equivoca. ── citó como si fuera un verso sagrado y luego soltó una efímera risa nostálgica. ── Siempre supe que algo debía haber ahí, en la forma que mirabas a Yoon. Pero al parecer mi hijo es lo suficiente despistado para nunca haberse dado cuenta. Yo no podía meterme ahí y tampoco creí que algún día... Uhm, tomarás el valor de confesarte.

Ciertamente el rubio omega no le había contado con exactitud la manera en cómo logró concebir. Porque... ¡Vamos! Un casual: "le exclamé a mi mejor amigo que me dejara encinta". Posiblemente hubiera terminado con un ataque cardíaco en sus padres. Y eso es lo que menos quería ocasionar.

A veces el mismo YoonGi creía que no podía tener buen filtro con lo que pedía y quería, pero tampoco pensó que esa petición le hubiera dado en la actualidad todo lo que siempre deseó internamente.

Sin embargo, ese arrebato de locura y valor se quedaría ahí, entre JiMin y él. Porque para sus papás y los de alfa, la historia era una muy cursi y más normal.

── Auch, Minie. ── fingió indignación. ── Al parecer ni mi madre te tenía esperanzas. ¿Qué deberíamos hacer?

El tono juguetón hizo a JiMin sonreír, llevando su rostro a la curvatura del cuello lechoso para darle una infinidad de besos ruidosos.