embarazado de mi mejor amigo ✶ jimsu

✧ ཻུ۪۪. vigésimo capítulo

Hoy era el día.

Hoy el calendario marcaba exactamente su cita para la segunda ecografía y YoonGi no podía estar menos nervioso.

Ciertamente dijo que quería tener una pequeña imagen cada mes, pero el trabajo se le había acumulado en creces debido al debut de un girl group y no podía salir mucho del estudio por más que quisiera. No podía descuidar su labor y menos estando en cinta, quería demostrarle a los tontos alfas que seguía siendo un gran productor y compositor. 

Su cachorrito lo entendería. 

── ¿Ya estás listo, Gigi? ── la voz del alfa lo detuvo de seguir acariciando su pequeño abdomen de tres meses. Y alzó la vista para verlo sonreír, incluso podía ronronear por las agradables feromonas que el tigre soltaba en toda la habitación. 

── Bueno...

── Es normal que estés nervioso, ambos lo estamos. ── dijo una vez se sentó al lado del rubio, tomándole de las manos con cariño. ── Voy a estar en todo momento para ti. 

YoonGi le sonrió suavemente y recostó su cabecita en el hombro adverso. ── Gracias, pero también iba a decir que se me antojó algo. 

El alfa soltó una pequeña risa nasal, asintiendo mientras no soltaba la pálida mano y lo llevaba consigo. ── De acuerdo, ¿qué es lo que el omega más bonito del mundo desea?

YoonGi le dio un débil golpe en el pecho, algo cohibido. ── ¿Por qué siempre tienes que ser cursi?

── Solo eres tú que no se deja querer por mí. 

Había replicado sin darse cuenta de lo embobado que se encontraba, pero el omega lo tomó a broma por lo que simplemente rodó los ojos, ya era demasiado tarde para que JiMin le explicara detalladamente. 

── Bien, bien, don galán empalogoso. Tal vez no me deje querer porque no estoy acostumbrado a ello.

── ¿Y tus antiguas parejas? ── no pudo evitar preguntar, se sentía inquietamente curioso y secretamente algo celoso. 

── Uh... Ninguno de esos bobos alfas sabían muy bien sobre el significado de romanticismo, supongo.

── ¡Yo siempre fui y soy romántico contigo! 

El rubio fingió una mueca de asco y lo miró. ── ¿Y eso que tiene que ver con la navidad?

── ¡Hyung! ── reclamó disconforme, haciendo puños con sus pequeñas manos.

YoonGi a veces se preguntaba cómo es que JiMin era un alfa con esas manías de lucir jodidamente adorable y berrinchudo. 

Se parecería un niño de no ser por su estatura más alta que la suya, su duro abdomen, sus firmes hombros, sus musculosas piernas, sus marcados bíceps, su miem... 

OK, PAREN TODO.

YoonGi tenía que dejar de imaginarlo. Sus hormonas estaban revueltas por el bebé y pensar en el cuerpo de JiMin, sudado y encima de él no ayudaba malditamente en nada. ¡Diablos, eso no era normal! ¿Por qué siquiera eso estaba en su mente?

Park JiMin era su mejor amigo, el único y en el que más confiaba en todo el asqueroso mundo. Lo que pasó tres meses atrás se quedaban ahí, no existía nada más. No existía aunque muy dentro de él, una pequeña aparte lo anhelara. 

"¡No, no, esto es por tu culpa gato pulgoso!"

«¡Wtf, a mí no me metas en tus líos interpersonales!»