Cap. 13, Perdida parte 2

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Hace mucho que no escribo.

Hace mucho que no sé cómo expresarme correctamente. A mi manera.

Lo he intentado, he intentado escribir, hablar, pensar, hacer cosas nuevas y aún así, falta algo. 

Aquí estoy, no para intentar saber qué es lo que me falta, sino, para volver a intentarlo.

¿Alguna vez se sintieron perdidos? Creo que ya hablé de algo similar en un capítulo anterior, pero con ésta pregunta quiero dirigirme a otro punto.

Últimamente me di cuenta de que cada vez que salgo de mi casa no tengo ni idea de hacia donde voy. Es decir, sí sé a donde debo ir pero muchas veces no soy consciente del cómo llegué ahí.

No hace mucho tiempo, fui por primera vez después de dos años de virtualidad al consultorio de mi psicóloga. Cuando empecé yo iba al de un barrio que se llama Libertad pero ahora ella atiende en uno que se llama Morón. Yo tenía una baja idea de cómo llegar ahí, no era lo mismo que viajar de mi casa al colegio, que ese camino ya me lo sabía de memoria. No, lo único que sabía es que solo necesitaba tomarme un colectivo, uno que diga "MORÓN" bien grande, sabía también que me dejaría en la estación.

Viajé escuchando música, lo más tranquila, como si hubiera viajado a ese lugar miles de veces yo solita y de hecho, esa era mi primera vez.

Como predije antes, el colectivo me dejó en la estación, ¿Y luego qué?

En Morón hay una universidad, mi psicóloga me dijo que su consultorio quedaba a una cuadra, yo sabía llegar a la universidad, sabía donde quedaba, asique caminé, tranquila, sin preocupaciones, sin miedo a perderme o a no encontrar el consultorio. 

No voy a negarlo, casi me voy para la dirección contraria al tratar de encontrar el consultorio una vez estando parada en la vereda de la universidad, pero al final lo encontré, toqué el timbre sin saber si ese era el correcto o no porque, ya saben, en los edificios hay varios timbres y uno nunca está seguro de si estamos tocando el correcto, es más...

¿Acaso estamos seguros de algo en la vida?

Volviendo al tema, era el timbre correcto, mi psicóloga me atendió y me hizo pasar.

Hay algo que anteriormente no mencioné y es que yo había ido para buscar unas gotitas que ella me había recetado, son gotitas de Flores de Bach, muy buenas a decir verdad, me ayudaron mucho.

Ese día ella me mostró el consultorio para cuando vaya a una reunión en forma presencial, el consultorio es hermoso, tranquilo, transmite mucha paz, tiene un sillón grande para cuando los pacientes como yo aprendemos a meditar, luego tiene un escritorio, dos sillas para pacientes y del otro lado la silla de ella, mi psicóloga, detrás de su silla hay varios tipos de plantas junto a un gran ventanal y en una de las paredes al costado hay una pintura, una que aún no logro descifrar.

Luego de eso tenía que volver a mi casa, ¿Y qué creen? 

Volví a caminar sin preocupaciones, sin apuros, SIN MIEDO. Sabiendo que de alguna manera llegaría a mi casa, si no es tomando un camino, sería tomando otro. Sabía como volver, el tema es que no estaba consciente de eso, siempre vivo metida en mi mente y eso no cambia ni siquiera cuando camino por la calle.

Ahora bien, ya saben o ya se pueden ir dando una idea de a dónde quiero llegar, y es que, no quiero llegar a ningún lado. Quiero perderme, me gusta perderme en la vida porque es la única forma de encontrarme o renovarme, de conocer otros caminos, lugares, personas.

Creo que perderme físicamente hace que me dé cuenta de cuando estoy perdida o no mental o sentimentalmente. Es una gran ayuda la verdad, el conocer otros lugares, el confiar en uno mismo estando solo y perdido, el saber que somos capaces de volver a nuestro lugar seguro.

Yo me pierdo, me encuentro y me vuelvo a perder más de diez veces al día, y está bien, está bien porque eso me da a entender que soy humana, que aún estoy viviendo, que sigo siendo una adolescente que tiene mucho por aprender.

Estuve perdida como persona por casi dos meses, porque en todo lo que creía al año pasado, ya no sé si sigo creyendo lo mismo, sé que ya no pienso de igual manera porque nuestros pensamientos cambian, pero me da pena que aquellas ideologías que yo tenía antes, hayan pasado a segundo plano. 

Piérdanse, es el único consejo que puedo dar en éste capítulo, piérdanse, confíen en ustedes y encuéntrense. Y también tengan mucha paciencia porque encontrase lleva su tiempo, su proceso.

Sin paciencia no se llega a ningún lado pero planeo hablar de la paciencia en otro momento. Espero que estas palabras le haya ayudado a alguien, aunque sea en la más mínimo.



Mi Punto De VistaWhere stories live. Discover now