Su amor ha demostrado ser más fuerte que aquellos obstáculos en el camino, pero su historia apenas comienza. Después de sobrevivir a una guerra y otros eventos que han puesto a prueba su unión y lealtad, Jonathan y Olivia se enfrentan a nuevos desaf...
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He dado vuelta a mis ideas para encontrar la forma correcta de definir lo que siento por ti y el amor que quiero seguir entregándote cada día durante el resto de mi vida. No estoy segura de saber en qué momento empecé a amarte, pero sé que fue mucho antes de habértelo confesado en nuestro viaje a Washington D.C en mil ochocientos sesenta y uno.
No amarte es imposible, te metes debajo de mi piel con tu simple presencia, tu cuerpo se amolda al mío en perfecta simetría y se siente como si fuéramos dos piezas de un mismo rompecabezas, destinadas a conectar una y otra vez.
Nunca entenderé en qué momento comienza y termina mi vida y nunca podré explicar las mágicas circunstancias bajo las cuales llegué a conocerte, pero si hay algo que puedo explicar perfectamente, es lo que provocas en mí y las razones por las cuales no amarte es imposible.
Me haces sentir con vida, desde el segundo en el que nos conocimos y empezamos una aventura salvaje y peligrosa a través de las tierras estadounidenses hasta este preciso momento, en el cual tus intensos ojos queman sobre mi cuerpo.
Me das fuerza, tanto para enfrentar cada día como para enfrentar mis emociones y temores. Eres el pilar más importante de mi existencia y no podría vivir sin ti, literalmente...Me haces una mejor mujer, una mujer más fuerte, más atractiva, más poderosa. Me apoyas incluso aunque no siempre estés cien por ciento de acuerdo y me respetas, tomas en cuenta mis opiniones y deseos, creces conmigo y me ayudas a crecer.
Me has dado una vida que jamás imaginé tendría o querría tener y ahora que estoy aquí, no podría imaginarme haciendo nada distinto. Haberte encontrado en Texas, fue el momento más importante de mi vida, me pareciste hermoso al primer vistazo, aunque sabía que debía mantener mi postura y me negaba a verte como algo más que un amigo, pero te hiciste difícil de contener. Tu sonrisa coqueta, tu mirada tan perfecta y tu acento imposible de entender al comienzo, pero tan adictivo con el pasar de los minutos. Eras absolutamente todo lo que necesitaba en mi vida sin que lo supiera y una vez mi corazón se unió con el tuyo, simplemente no pude dejarte ir.
Viví con el miedo de perderte, el miedo de decepcionarte y durante todo ese tiempo, tú nunca dejaste mi lado. Atravesamos juntos uno de los dolores más grandes que unos padres pueden vivir y eso fue la perdida de dos de nuestros hijos, pero en todo ese tiempo...En todos esos días de angustia, tu estuviste a mi lado, consolándome, me apoyaste y nunca dejaste de hacerlo.
No estoy en la posición de definir lo que hace al hombre un buen hombre, pero puedo jurar que no hay hombre más perfecto que tú. Hemos construido un hogar junto que nuestros hijos continuaran cultivando, hemos luchado contra el poder, la muerte, el dolor y la miseria, hemos conquistado y vencido y en todos estos años, te he visto crecer, aprender, cometer errores y levantarte aún más fuerte de ellos. Te he visto perdonar, arrepentirte, lamentar y celebrar. He visto como lo dejas todo por tus hijos, por mí, como luchas cada día para darnos lo mejor.
