Su amor ha demostrado ser más fuerte que aquellos obstáculos en el camino, pero su historia apenas comienza. Después de sobrevivir a una guerra y otros eventos que han puesto a prueba su unión y lealtad, Jonathan y Olivia se enfrentan a nuevos desaf...
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1 de julio 1872.
White Oak Lands, Minnesota.
Le temblaban las manos cuando agarró la taza de té para llevársela a los labios y como resultado, Harvie se inclinó hacia ella y la ayudó a dejarla otra vez en el plato.
Hacía unos minutos que Olivia había llegado a él con dudas respecto a un embarazo, Harvie la había revisado y con unos minutos de análisis él había confirmado el embarazo a pesar de la ausencia de síntomas. Lo que al comienzo él había pensado la alegraría, ahora parecía haberla convertido en un fantasma.
Olivia seguía planteándose la posibilidad de que no fuera Elizabeth y se tratara de otro bebé, pero si no era ella y Angelica no estaba embarazada de un hijo de Jonathan ¿entonces dónde estaba la madre de Elizabeth? Realmente no tenía sentido y todo lo que se había obligado a ignorar durante los últimos doce años, ya no podía ignorarlo.
Su abuela le había hablado de la mujer de Jonathan, su carácter, su testarudez y valentía, que había ido a la guerra como Jonathan y era inglesa. Era como si su abuela le hubiera descrito todos sus últimos doce años de vida mucho antes de que Olivia lo viviera. No podía explicarlo, pero estaba aterrada. Había ignorado tantas cosas temiendo que llegara el día en el que ya no pudiera ignorarlo más y ese día finalmente había llegado.
No culpaba a su abuela por nunca habérselo contado, después de todo dudaba haberle creído y seguramente la habría dejado seriamente traumada de niña, pero no entendía por qué al menos no lo había intentado o por qué no le había dado un mensaje más fuerte. ¿Por qué no le había enseñado fotografías? ¿Su nombre? Algo.
Tenía demasiadas dudas respecto a lo que su abuela había hecho y por qué lo había hecho.
También tenía dudas respecto a su viaje, por qué debía viajar en el tiempo, cómo viajaba en el tiempo y cómo era posible que fuera la madre de su propia abuela. Su mente era un alboroto hecho caos puro y sus sentimientos...Bueno, esa era la peor arte.
—¿Hay algo que pueda hacer por ti, Liv?
Negó y tomó el pañuelo de tela para limpiarse las lágrimas y la nariz.
—¿Me dirás qué sucede?
Lo miró, deseando que no se lo hubiera preguntado y suspiró.
Ni siquiera sabía como explicarse y que tuviera sentido.
—¿Recuerdas cuando nos conocimos qué te conté sobre Jonathan y nuestro parentesco? —. Harvie asintió—. ¿Recuerdas qué te hable sobre la madre de mi abuela?
—Por favor dime que no te ha engañado.
Negó y Harvie se relajó un poco, respirando más tranquilo. Iría a matar a Jonathan como la traicionara de esa forma, era algo que Olivia no merecía.
—Soy yo, Harvie...Bah, creo que soy yo —. Rompió en llanto por milésima veces y Harvie enmudeció—. Jonathan esta cien por ciento seguro de que soy yo y al principio quería creer que quizás estoy esperando otro bebé, que no es ella, pero él incluso me ha dicho como desea llamarla...
