Su amor ha demostrado ser más fuerte que aquellos obstáculos en el camino, pero su historia apenas comienza. Después de sobrevivir a una guerra y otros eventos que han puesto a prueba su unión y lealtad, Jonathan y Olivia se enfrentan a nuevos desaf...
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20 de marzo 1873.
White Oak Lands, Minnesota.
Olivia abotonó el vestido de Elizabeth y le colocó unas medias protegiendo sus pequeños pies del frío. La envolvió en la manta antes de ponerla en su cesta para que siguiera durmiendo y la cubrió con el tul blanco para que nada la molestara y pudiera descansar.
Ella se había puesto un vestido sencillo de color marrón con el corsé debajo y ciertos adornos en el diseño de la tela haciéndolo más extravagante y elegante de lo que era. Se trataba de uno de sus vestidos más prácticos y fáciles de llevar, que usaba con un polisón prácticamente imperceptible para moverse libremente por los alrededores sin tirar nada.
Se sentía mucho mejor ahora que había pasado una semana desde el nacimiento de Elizabeth y estaba lista para integrarse en la rutina. Había pasado todos los últimos días en cama, leyendo, cuidando de Elizabeth y muchas veces viéndose rodeada de la compañía de sus niños. Geordie y Grayson vivían pegada a ella, igual de dependientes que Elizabeth y los demás la buscaban cuando querían contarle algo o querían abrazarla y cuidar de ella. Katherina había tomado el rol de enfermera durante esa semana, usando los juguetes de doctor que Harvie le había hecho para "sanarla" y ahora que Olivia retomaba la normalidad, Katherina presumía que era gracias a ella y Olivia la dejaba creer que así era.
Salió del dormitorio llevando la cesta donde Elizabeth dormía envuelta en mantas y con el colchón amoldándose a su cuerpo y bajó las escaleras lentamente, dándose su tiempo para evitar caer. Le petrificaba bajar las escaleras con un bebé en brazos, sin importar de quién se tratará.
Dejó a Elizabeth en el salón y se sirvió una taza de té antes de sentarse en el sofá junto a ella, para verla dormir y cuidarla en lo que leía un libro. Era bastante tranquila, apenas lloraba simplemente cuando tenía hambre y dormía todo el día y noche, lo cual le permitía descansar.
Estaba completamente enamorada de ella y de la paz que le transmitía y ya parecía haber procesado completamente la unión que compartían. Madre e hija, nieta y abuela. Ya no le molestaba como nueve meses atrás cuando lo había descubierto.
Tenía planes para los siguientes meses ahora que ya había dado a luz y podía volver a la normalidad.
Como era definitivo que no se despegaría de su familia en ningún tiempo cercano y que ningún evento la separaría de Jonathan como había estado temiendo durante los doce años, quería asegurarse de que dejaba su huella en todo el hogar y que podía involucrarse profundamente en la vida de sus hijos. Sabía que Laurissa y Parker estaban saliendo, que Darrin estaba muy interesado en Maisy lo cual a Jonathan le molestaba y que por dicho motivo, Jonathan y Sawyer habían hablado de casar a Maisy con otro hombre y conseguirle una esposa a Darrin para distraerlo por completo de la jovencita. Olivia se había opuesto rotundamente a obligar a su hijo a casarse con una mujer que ni siquiera conocía y aunque quería oponerse al plan de Sawyer para casar a Maisy, sabía que allí no podía intervenir y prefería ni siquiera hablar con el imbécil. Amelia no había recibido más cartas de Timothee y comenzaba a sospechar su interés por él había quedado en el olvido o simplemente se había resignado a que su padre no lo aceptaba, en parte le alegraba, su hija había pasado el último año buscando demasiado ansiosa por un marido y su impaciencia la llevaba temer que acabara en un matrimonio infeliz. Ahora Amelia se estaba enfocando en sus estudios y si Olivia hacía bien su trabajo, la convencería de irse a la Universidad con sus hermanos y posponer el matrimonio para cuando se hubiera graduado.
