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El fic no me pertenece. Es una TRADUCCIÓN de 'In Care Of' de Fangs_Fawn.

* Link del autor: https://archiveofourown.org/users/Fangs_Fawn/profile
* Link del fic original: https://archiveofourown.org/works/1023625

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Hace casi quince años, Severus Snape se propuso una tarea a la que pensaba dedicar el resto de su vida lo mejor posible: proteger a Harry Potter. Era, según él, el último, mejor y único servicio que le quedaba por hacer a Lily Evans, que había sido -y seguía siendo- el amor de su vida.

El hecho de que detestara al chico por su paternidad y de que estuviera resentido por los dolorosos recuerdos que le evocaba, no suponía ninguna diferencia. Snape era un hombre decidido que vivía según su propio código moral, pasara lo que pasara. Por eso había seguido la visión de Potter sobre la 'captura' de Sirius Black. Snape había visto suficiente muerte en su vida como para no querer experimentar más en el lado de la luz, y nunca abandonaría a un compañero de la Orden, le agradase o no.

A excepción de Albus Dumbledore, a Snape no le importaba en absoluto lo que los demás pensaran de él. Sabía que algunos de sus colegas, compañeros de la Orden, estudiantes y gran parte del mundo mágico en general lo veían con desconfianza, aversión y sospecha. Esto le venía muy bien. No buscaba congraciarse con nadie: ningún reconocimiento que pudiera obtener podría compensar lo que le había hecho a Lily. No sentía necesidad de amigos: la vida le había enseñado que el amor a menudo terminaba en pérdida; tampoco quería distraerse en su trabajo de espía. Estaba orgulloso de sus Slytherins y no se molestaba en ocultar su trato preferencial hacia ellos, pero no era tanto por su bien como porque necesitaba quedar bien con sus parientes mortífagos. Además, cuando podía apoyar a un Slytherin, sobre todo contra un Gryffindor, se aliviaba una llaga que le quedaba de sus infelices experiencias con los Merodeadores.

Snape sabía que Dumbledore esperaba que él, Snape, viniera a cuidar al hijo de Lily. El maestro de Pociones estaba seguro de que eso nunca podría ocurrir. A pesar de su juramento privado de proteger al niño a toda costa, hubiera preferido que lo expulsaran para que no estuviera tan constantemente bajo la mirada de Snape. Aparte de las detenciones (durante las cuales el maestro de Pociones se deleitaba atormentando a Potter), Snape pasaba tan poco tiempo en presencia del mocoso como se atrevía. E incluso las detenciones lo dejaban con una sensación de frustración.

Snape no tenía ningún deseo de conocer la vida del chico aparte de lo que observaba en la escuela, y a propósito observaba lo menos posible (exceptuando, por supuesto, lo que podía utilizar para meter a Potter en problemas). Permitía que Potter hablara en su presencia lo menos posible; no admitía ninguna de sus explicaciones o excusas por su conducta. Cuando otros adultos hablaban del chico, Snape se retiraba de la conversación lo más rápido posible.

Por lo tanto, la situación actual era, tal vez, la única forma posible en la que Snape podía aprender más sobre el verdadero Harry Potter, el que se negaba a ver... e incluso aprender a sentir algo diferente por él.

Las tres semanas siguientes se convirtieron en una especie de rutina: todas las mañanas, hacia las seis y media (una hora más tarde los fines de semana), Petunia Dursley llamaba a la puerta de su sobrino. El chico se ponía la ropa más cercana y desaparecía rápidamente por las escaleras para preparar el desayuno para su familia. Una hora más tarde regresaba para atender las necesidades de su 'mascota'. Cada día, fielmente, sacaba a Snape de la jaula y atendía cuidadosamente su hombro herido. Luego limpiaba la jaula, refrescaba los cuencos de comida y agua y cubría la jaula antes de ocuparse de sus propias abluciones matutinas.

La herida de Snape se estaba curando lentamente; pensó que Bellatrix podría haber construido su hoja giratoria y ardiente utilizando Fiendfyre. Si lo había hecho, su control era admirable. En cualquier caso, la herida maldita habría seguido carcomiendo el músculo, tal vez dañándolo permanentemente... tal vez incluso matándolo. Un sanador habría podido ayudar a Snape a progresar más rápido, pero Potter tampoco se quedaba atrás en la curación... y el hecho de que tuviera pociones mágicas para ayudarle a lidiar con la lesión fue la salvación del hombro, pues los remedios muggles no habrían tenido mucho efecto.

In Care Of - Fangs_FawnWhere stories live. Discover now