Karate Kid (Johnny Lawrence y tú)

Capítulo 37

-Iugh, la novia de Johnny

-Yo también me alegro de verle Sid. ¿Está Johnny en casa?

-No, se ha ido a entrenar

-Genial, gracias- no le voy a dar la alegría a este señor de decirle que Johnny y yo ya no estamos juntos, quiero evitar que me humille.

Voy al dojo de Cobra Kai y espero fuera, no me atrevo a entrar pero me encantaría, aunque no estoy dispuesta a darle ese lujo a Kreese, hoy me he levantado poco agradecida.

Me asomo por la ventana y les veo entrenar, les echo de menos. Les veo hacer el saludo al sensei y recoger sus cosas además de irse al baño para cambiarse de ropa, cuando salen de este los chicos llevan la chaqueta roja, aquella que siempre será parte de mí. Ellos salen del dojo y me ven, se acercan en seguida pero no me saludan como habitualmente.

-¿Amy? ¿Qué haces aquí? Como te vea el sensei...

-Me da igual el sensei- interrumpo a Johnny- He venido a hablar contigo- nos apartamos para hablar a solas, aunque los chicos nos miran con curiosidad, intentando escuchar algo.

-¿De qué quieres hablar?

-Quería pedirte perdón, ya me acuerdo de lo que hice y me siento muy avergonzada, lo siento mucho

-No te preocupes

-Gracias por...no aprovechar la situación

-Nunca haría eso, lo sabes

-Oh, y acepto tus disculpas sobre lo de mi hermano

-Gracias- nos quedamos callados un segundo y él vuelve a hablar- ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Claro

-¿Por qué bebiste?- vaya, esa no me la esperaba. Pensaba que no tendría que darle explicaciones, pero después de haberme presentado así en su casa y haber hecho lo que hice, necesita su explicación.

-Solo quería olvidar

-¿Olvidar qué?

-El dolor que me provoca estar lejos de vosotros, lejos de ti. Incluso quería olvidarme de la presión del All Valley, me sigo acordando de que Kreese y el señor Miyagi tienen un pacto

-De verdad, siento mucho que esto te esté dando problemas, no es mi intención. Te prometo que después del All Valley, todo va a cambiar

-¿Y por qué no das el paso ahora? ¿Tienes miedo de que alguien como Kreese te pisotee?

-No, pero tengo miedo de que me eche del único lugar donde puedo pasármelo bien sin el estúpido marido de mi madre y donde me distraigo para no pensar en ti

-¿No quieres pensar en mí?

-Sí, claro que quiero. Pero no quiero pensar en ti sabiendo que no podemos estar juntos- al menos sé que sigue sintiendo algo por mí.

Nos acercamos a los chicos, ya que también quiero hablar con ellos.

-Hola- les saludo, ellos se mueven nerviosos- No pretendo que me habléis, solo quiero que sepáis que os echo de menos y que seguiré estando aquí para vosotros

-Vaya, vaya- dice Kreese saliendo del dojo, todos se ponen tensos menos yo.

-Hola, señor Kreese- digo sin nada de miedo.

-¿Has venido a ver cómo entrenamos para vencerte?- río con su pregunta.

-No, he venido a hablar con ellos ya que tú no les dejas hablar conmigo

-Pues sigue intentando, porque no van a hacerlo, y Johnny tampoco va a volver contigo

-Eso ya se verá, también se verá lo del All Valley- le guiño el ojo y me doy la vuelta para irme.

Por el camino me encuentro a Liam con sus amigos.

-Amy- exclama feliz de verme.

-Hola Liam

-¿De dónde vienes con esa cara?

-De hablar con Johnny

-Se rumorea en el insti que habéis roto porque se quiere centrar en el karate

-Me dan igual los rumores, quiero creer que estamos bien, pero su sensei no le deja ni hablar conmigo ni estar conmigo

-Vaya, esto tiene que ser duro

-Lo es. ¿Tú qué tal estás?

-Bueno, un poco triste- frunzo el ceño y se explica- Al final de este año mi prima se va a mudar a Nueva York, mi tía se ha enterado de lo que ha hecho y la va a llevar a un internado

-Lo siento mucho

-Sé que no lo sientes de verdad, pero me alegra saber que tengo tu apoyo. Aunque es mi prima, eso no quita lo que te hizo

-Lo sé, si necesitas algo aquí me tienes

-Gracias, lo mismo digo. ¿Quieres entrar a tomar un helado con nosotros? Así te presento a mis amigos

-Claro. ¿Por qué no?- acepto encantada.

Los amigos de Liam son muy simpáticos y graciosos, aunque no paran de hacer apuestas con algunos retos que se ponen entre ellos. Ninguno trata de pasarse de la raya conmigo, y si lo hicieran, no se lo permitiría. Me desean suerte para el All Valley y Liam me asegura que irá a verme, lo que me da fuerzas y me alegra bastante.

Por la noche, celebramos el cumpleaños de Dani en la casa del señor Miyagi, él le regala el mismo Gi que a mí y Dani se alegra, además le regala uno de sus coches, amarillo y precioso.

Quedan tan solo cinco días para el All Valley y se nota en el ambiente. Para mi suerte, no tendré que volver hasta después de navidades al instituto, resulta que la madre de Sarah se ha quejado por lo que pasó, y como es alguien que tiene dinero y puede salir ganando si denuncia al instituto, el director ha alargado mi expulsión hasta entonces.

-¿En qué piensas?- pregunta Dani.

-En que no tendré que volver a ver la cara de Sarah hasta después de navidades- digo sonriendo.

-Sigo pensando que hay que estar mal de la cabeza para haber hecho lo que hizo

-Lo sé, pienso igual

-¿Y Liam? Es de su familia, puede que sea igual

-Él no es igual, me ha pedido perdón miles de veces por la actitud de su prima, y es muy bueno conmigo

-Ahora ya no estás con Johnny. ¿Por qué no le das una oportunidad?

-Es mi amigo y no nos gustamos, así que no. ¿Y tú qué haces aquí todavía? Ve a enseñarle a Ali tu nuevo coche

-No quiere hablar conmigo, está enfadada

-Pues entonces háblala hasta que te escuche. Está en los recreativos, ve a verla

-Vale, ten cuidado al volver a casa- me da un beso en la cabeza y se va con su nuevo coche a reconquistar a Ali.

-Llevar casa Amy san- me dice el señor Miyagi.

-No, gracias, iré andando- me despido y empiezo a andar hacia Reseda. Por alguna extraña razón me siento observada por alguien, pero no le doy importancia porque cada vez que miro alrededor, no hay nadie.