Capítulo 36

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"¡Felicidades Amy! No puedo creer que ya tengas 18, pero me alegra ser mayor que tú. Los chicos están muy pesados y me han obligado a escribir esto, pero por otra parte yo también quería hacerlo. Todos te echamos mucho de menos, y no solo en la vida real, si no en el dojo, nos hace mucha falta tu compañía, sin ti nos aburrimos.

Queremos que sepas que te apoyaremos en todo lo que hagas, seguro que lo vas a bordar en el All Valley, porque te lo mereces y eres la mejor. También quiero que sepas que te sigo queriendo y me sigues gustando mucho, y que lo siento mucho por lo de tu hermano, a veces me vuelvo idiota y no pienso en lo que hago. Y si quieres asegurarte, ayer no pasó nada más allá entre nosotros.

PD: Abre tu regalo.

Te queremos,

Bobby, Dutch, Tommy, Jimmy y Johnny"

Cada uno ha firmado de una manera diferente, pero me encanta porque tiene su esencia. Habla de todos, pero sé que la ha escrito Johnny.

Abro la carta y veo una pulsera de hilos negros, por una parte pone Cobra Kai en amarillo y en la otra las iniciales de los chicos con el mismo color. En seguida me la pongo emocionada, es preciosa. De repente en la bolsa veo la llave de la bailarina. ¿Por qué me la habrá devuelto?

Meto la llave en la caja de música y esta empieza a sonar mientras la bailarina se mueve lentamente, es entonces cuando empiezo a recordar todo lo que ha pasado la noche anterior.

Llegué a casa de Johnny después de perder a mi hermano de vista, llamé a la puerta de su casa y para mi suerte, abrió él. Me dejé caer hacia delante y él me sujetó rápidamente entre sus brazos.

-¿Estás borracha?- preguntó con el ceño fruncido.

-¿Yo? Para nadaaa- respondí alargando la última palabra y luego riendo, Johnny suspiró y me ayudó a entrar en su casa, me llevó a su habitación sin que Sid y Laura se enterasen.

-¿Por qué has bebido?- preguntó sentándome en su cama, pero no le respondí, le cogí fuertemente de la camiseta, tiré de él y le besé, él se tuvo que agachar y apoyarse en la cama con sus manos, pero en seguida me apartó.

-Johnny, no te apartes- dije triste, a punto de llorar. Le tiré a la cama para que se sentase y me puse encima de él, le volví a besar y esta vez me siguió el beso durante bastante rato. Le quité la camiseta del pijama y se puso encima de mí, me quitó la camiseta y me besó el cuello, cuando volví a estar encima de él, me apartó para que no volviera a besarle.

-Amy, estás borracha, no voy a hacer esto contigo en este estado

-Es lo que queremos los dos, y lo sabes- me acerqué a él pero me apartó.

-Amy- dijo poniéndome el pelo detrás de la oreja y sonriendo dulcemente- No quiero hacer esto así, y claro que es lo que queremos los dos

-No me quieres

-Te quiero más que a nadie, y volvería a estar contigo si Kreese no me echara de Cobra Kai

-Cobra Kai es más importante para ti que yo

-Te equivocas, pero Kreese siempre ha sido como un padre para mí, y no quiero abandonarle ahora que se acerca el All Valley, me necesita- me volvió a poner el pelo detrás de la oreja, me dejé caer en su pecho y me abrazó, apoyé la cara en su pecho desnudo.

Me quedé así mucho tiempo, Johnny se estaba quedando dormido, entonces yo tuve ganas de vomitar y me fui al baño corriendo, vomité la mayoría de cosas que había cenado esa noche. Cuando terminé y tiré de la cadena, apoyé el brazo en el retrete abierto y la cabeza en este a su vez, cerré los ojos quedándome dormida.

Alguien zarandeó mi cuerpo más tarde.

-Amy, Amy- me llamaron, abrí los ojos y se trataba de Johnny- Te has quedado dormida aquí, estarás mejor en la cama

-No quiero dormir contigo- respondí perezosa, pero él ya me estaba cogiendo en sus brazos. Me sentó en la cama, me quitó los pantalones y me puso una camiseta suya negra, me besó la cabeza y los dos nos metimos en la cama, no me importó nada de lo que hizo, ni siquiera me quejé.

Me sonrojo con cada parte de recuerdo, ahora no voy a poder mirar a Johnny a los ojos nunca más. Pero siendo sincera, me hubiera gustado no estar borracha para disfrutar más de su cercanía.

Me voy a dormir antes de que los recuerdos me atormenten.

Al día siguiente me levanto y salto en la cama de Dani mientras él está dormido.

-¡Felicidades!- exclamo feliz, mi hermano se queja cuando se despierta y me tira una almohada a la cara, pero yo la esquivo riendo.

-Déjame dormir. ¿Qué hora es?

-Vamos vago, son las diez- me bajo de la cama y voy a ayudar a mi madre con el desayuno.

Cuando terminamos de desayunar, Dani aprovecha la situación para molestarme.

-Oye mamá. ¿Te ha dicho Amy que ya recuerda todo lo que pasó antes de ayer?- dice Dani con una sonrisa traviesa, se lo he contado antes de venir a desayunar.

-Dani, cállate- le ordeno.

-Pues no, no me ha contado nada. ¿Qué pasó?- dice mi madre con una sonrisa, dispuesta a escuchar todo.

-Pues verás, Amy fue a la casa de Johnny...- me levanto de la mesa en seguida y tapo mis oídos.

-La la la la la la- repito una y otra vez para no escucharles.

Salgo de casa y me doy un paseo por Reseda, todo para no escuchar a mi hermano y ponerme roja de nuevo. Vuelvo media hora después.

-No te tienes que avergonzar por lo que hiciste- dice mi madre.

-Mamá, no quiero hablar de eso

-Pero no pasa nada, alguna vez hacemos alguna que otra tontería estando borrachos

-Mejor me vuelvo a ir, voy a disculparme con Johnny- digo comiendo un poco más antes de dirigirme a la puerta de nuevo.

Voy a su casa andando, me abre Sid de la mejor manera posible, que se note la ironía.

Karate Kid (Johnny Lawrence y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora