Todo el maldito día lijando el suelo con esos malditos instrumentos, y ni una sola gota de sudor por el karate. Dani y yo tenemos los brazos tan entumecidos que no podemos ni moverlos, vamos a tener agujetas seguro.
No me quejo en voz alta porque sé que el señor Miyagi nos dijo que no le cuestionáramos y que no hiciéramos preguntas, pero mi paciencia tiene un límite y se está acabando.
-Hmm, así gustar, sin astillas- dice el señor Miyagi.
-Estoy destrozada- digo levantándome, Dani imita mi acción.
-Iros casa, descansad. Mañana empezar pronto, seis en punto- mi hermano y yo nos miramos asombrados, pero nos encogemos de hombros y nos vamos.
-No puedo creer que haya dicho a las seis en punto de la mañana. ¡Si apenas podré levantarme de la cama!- me quejo montando en la parte de atrás de la bici de Dani.
-Será mejor no quejarnos- dice.
Llegamos a casa y saludamos a nuestra madre.
-Hola, pensé que tendríais hambre así que os he preparado algo de comer- dice señalando la mesa, nosotros vamos a comer en seguida, estamos hambrientos a pesar de que hemos hecho algunos descansos para comer estando en la casa del señor Miyagi.
-Gracias- agradecemos.
-Ha venido tu novio preguntando por ti- dice acaparando mi atención.
-¿Qué ha dicho?
-Tenía que hablar contigo, se le vio bastante serio así que supongo que es importante lo que tiene que decirte- algo en mí se remueve, porque si estaba serio es que no es algo bueno.
-Mañana iré a verle, gracias mamá- iré a la salida del insti a hablar con él, o si no luego a su casa.
-Me voy a dormir, como siga de pie me voy a caer- dice Dani haciéndome reír.
-¿El señor Miyagi os ha machacado mucho?- pregunta nuestra madre.
-Mucho se queda corto- digo metiéndome en la habitación, me doy una ducha para quitarme el sudor y me cambio de ropa, después me meto en la cama y me quedo dormida en seguida.
Al día siguiente a las seis en punto Dani y yo estamos en pie, nuestra madre sigue dormida así que nosotros hacemos el desayuno y la dejamos una nota antes de irnos. A mi hermano parece que le importa poco perderse dos días de clase.
Encontramos al sensei intentando atrapar una mosca con dos palillos chinos, nos sentamos con él en el suelo.
-¿No sería más fácil con un matamoscas?- pregunta Dani, se lleva un codazo de mi parte porque está distrayendo al señor Miyagi con tonterías.
-Hombre coja mosca con palillos, conseguirlo todo- explica Miyagi.
-¿Usted ha cogido alguna?- le pregunto.
-Aún no- responde.
-¿Me deja intentarlo?- pregunta Dani.
-Si querer...- Dani coge dos palillos y yo me dedico a verles.
Mi hermano consigue coger la mosca tras unos pocos intentos.
-Eh, eh, eh, señor Miyagi, mire, mire- dice Dani entusiasmado, Miyagi se levanta enfadado.
-Suerte principiante- dice Miyagi saliendo de su casa, no puedo evitar reír.
-Creo que se ha enfadado- le digo a Dani, él ríe avergonzado.
-Acompañadme- nos pide el hombre desde la puerta de su casa, nosotros lo hacemos sin rechistar y le seguimos. Lleva dos brochas en una mano y un bote de pintura en la otra- Tener que pintar valla
-¿Pintar su valla?- pregunto confua, cogiendo una brocha que él me da y metiéndola en la pintura, empieza a pintar pero el señor Miyagi me para.
-Todo muñeca. Muñeca arriba, muñeca abajo, pincelada larga. Dobla muñeca, dobla rodillas, abajo. Muy bien Amy san, no olvides respirar, dentro, fuera- mi hermano me imita después de pillar cómo el señor Miyagi me ha corregido.
Tenemos que pintar toda la valla que rodea su casa por delante y por detrás, genial. Incluso no nos damos cuenta de que se ha ido a no sé dónde, dejándonos solos.
El tiempo pasa muy rápido y cuando nos queremos dar cuenta, ya es de noche de nuevo.
-¿Crees que esto puede servirnos de algo en el karate?- pregunto moviendo mi brazo dolorido.
-Si nos dijo que no hiciéramos preguntas, es por algo- dice Dani.
-Ya, pero no estamos haciendo karate. Yo no dejé Cobra Kai para hacerle favores- me quejo.
-Amy san tener razón- dice Miyagi entrando por la puerta de la valla recién pintada- Vosotros no estar aquí por favores, vosotros estar para aprender karate, yo estar haciendo mi parte, vosotros hacer la vuestra. Buen trabajo con valla, venid mañana, empezar temprano- dice antes de meterse en su casa.
Cuando terminamos la última parte de la valla, recogemos nuestras cosas y vamos a coger la bici de Dani para volver a casa, pero entonces me acuerdo de que tenía que hablar con Johnny y lo he olvidado por completo.
-¿Qué te pasa?- pregunta Dani.
-¿Puedes llevarme a Encino? He olvidado que tenía que hablar con Johnny
-¿Vas a ir así vestida?- pregunta mirándome de arriba abajo, yo también me miro y me doy cuenta de que estoy llena de manchas de pintura- Tu cara está casi igual y estás despeinada
-No me importa, quiero saber de qué quiere hablar conmigo por si es algo grave, las apariencias me dan igual ahora- digo montándome en su bici.
-Te llevaré pero no me quedaré, tendrás que buscar la manera de llegar a casa
-Hecho- accedo, en seguida llegamos a Encino y tengo que respirar profundamente un par de veces para calmarme.
Me bajo de la bici y me acerco a la puerta, antes de tocar me doy cuenta de que Dani no se ha ido así que le miro.
-¿Qué?- pregunta.
-¿No has dicho que te ibas a ir?- pregunto con una ceja levantada.
-Solo quiero ver si te recibe o no, a lo mejor no está en casa o no quiere verte- con lo último bromea.
Ruedo los ojos y llamo al timbre, espero unos segundos pero nadie me abre. Llamo una segunda vez y tampoco me abre nadie, suspiro y me doy la vuelta.
-Parece que no hay nadie- digo triste, empezando a caminar de nuevo hacia mi hermano, entonces la puerta se abre y me doy la vuelta de nuevo, pero no es Johnny quien me abre, es Sid.
YOU ARE READING
Karate Kid (Johnny Lawrence y tú)
FanfictionBasada en la película de Karate Kid. Amy LaRusso se muda a California con su familia, empieza a hacer karate con su hermano y por el camino conoce a Johhny Lawrence, el enemigo de su hermano mayor. Eso causará bastantes problemas en su vida, y perso...