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Acuerdos mutuamente satisfactorios» Capítulo 18 - Padma y Parvati Patil

Capítulo 18 - Padma y Parvati Patil

Padma Patil, o Madam Patil como ahora la conocía la mayoría de la población de Hogwarts, estaba más que un poco irritada. La bruja india podría haber sido un poco más relajada en comparación con su predecesora, Madam Pince, pero eso no significaba que amaba menos su trabajo y sus libros. La Biblioteca de Hogwarts era de ELLA para organizar, proteger y asegurar.

Y ALGUIEN realmente estaba empezando a enojarla. Padma nunca había sentido la necesidad de patrullar la Biblioteca de Hogwarts por la noche antes de este punto. Se suponía que los estudiantes debían estar en sus camas de todos modos, y no muchos serían tan tontos como para romper el toque de queda solo para visitar la biblioteca. Oh, claro, romperían el toque de queda para meterse en todo tipo de problemas, pero ¿visitar la biblioteca? Padma era consciente de que, en ese sentido, ella era la extraña.

Además de eso, había convencido a la directora de poner seguridad más avanzada en la sección restringida una vez que se convirtiera en la bibliotecaria de Hogwarts. Ahora esa sección estaba REALMENTE restringida, en lugar de simplemente mantenerse detrás de una cerradura y una llave mundanas. Padma nunca sabría por qué a cualquiera con un encantamiento de desilusión o una capa de invisibilidad se le había permitido colarse en la sección restringida durante sus días en Hogwarts.

No le gustaba hablar mal de los muertos, pero en realidad nunca había pensado mucho en el difunto Director. Después de todo lo que había visto pasar durante sus años como estudiante, la bruja india estaba bastante segura al decir que Dumbledore se había vuelto senil en sus últimos años o simplemente había estado haciendo malabarismos con demasiadas cosas en su plato para ser el director que el cuerpo estudiantil merecido.

… Podrían haber sido ambos. Independientemente, aunque Minerva HABÍA sido la protegida de Dumbledore, también era su propia mujer y su propia bruja. Por más morboso que fuera pensar en ello, la muerte de Dumbledore y el posterior ascenso de McGonagall realmente habían permitido que la bruja mayor extendiera sus alas. Padma estaba más que feliz por ella... y aún más feliz porque le permitió implementar muchos cambios en la biblioteca.

Cambios que DEBERÍAN haber hecho, para que Padma pudiera pasar las noches durmiendo en su propia cama, en lugar de patrullar la biblioteca, como lo había hecho antes Madam Pince. Honestamente, más que cualquier otra cosa, aunque Padma había respetado bastante a la bibliotecaria, siempre había sospechado que Irma era como era debido a esas trasnochadas.

Después de todo, una vez que la bruja mayor se retiró y se alejó de Hogwarts, se volvió increíblemente tranquila, relajada e incluso... amistosa. Padma aún mantiene una buena relación con Irma Pince hasta el día de hoy, e intercambian bromas casi todas las semanas. La otra bibliotecaria estaba disfrutando inmensamente de su jubilación, incluso mientras se rodeaba de sus PROPIOS libros, los mantenía a salvo y lejos de las manitas sucias.

Padma estaba feliz por su mentor, realmente lo estaba. Pero ahora... ahora entendía mejor por qué Madam Pince había sido tan desagradable durante sus años como estudiante. Alguien estaba jugando con su biblioteca. ALGUIEN estaba jugando con ELLA. Padma estaba harta de eso. Por eso estaba aquí, tarde en la noche, tratando de atrapar al culpable en el acto.

Su magia no había funcionado, por extraño que parezca. Los hechizos de seguimiento que había puesto no habían detectado nada. Algunos de los de Séptimo Año podrían haber sido capaces de evitarlos, pero aun así, Padma tenía sospechas. La única razón por la que aún no se lo había informado a la directora era la... naturaleza de las actividades en sí mismas que se estaban llevando a cabo a altas horas de la noche en SU ​​biblioteca.

Siguió encontrando estantes rotos y libros empapados esparcidos por el suelo. Aunque nunca se robó nada. Los perpetradores no eran ladrones... ¡eran fornicadores pervertidos! ¡Alguien, más que probablemente varias personas, estaban jodiendo directamente en la biblioteca de Padma! Era desmesurado, y Padma Patil iba a averiguar quién era aunque fuera lo último que hiciera.

Iba a… Los ojos de Padma se abren como platos cuando unos brazos la envuelven repentinamente por detrás. Uno se desliza sobre su cintura y el otro sobre su boca, silenciando su chillido inicial. Aún así, Ravenclaw siente una chispa de triunfo cuando quienquiera que la agarra se olvida por completo de evitar que vaya por su varita. La mano de Padma se dirige hacia allí en menos de un segundo, antes de que una voz familiar la detenga en seco.

“¿Vas a maldecirme, Paddy? Chico, realmente estás reprimido.

Hay un momento de quietud, y luego Padma se desploma en el agarre de su 'asaltante', sonrojándose un poco de vergüenza, incluso cuando deja de ir por su varita. En respuesta, la bruja que la sostiene la suelta y Padma puede darse la vuelta, mirando a su hermana gemela directamente a los ojos con el ceño fruncido. Parvati Patil solo le sonríe sin arrepentirse, incluso acicalándose un poco bajo la mirada de Padma.

A pesar de que nacieron gemelos idénticos, los dos han crecido y se han separado lo suficiente en este punto que ya no se parecen tanto. Ambas son hermosas brujas de piel de caramelo en la flor de sus vidas, pero ahí es donde terminan las similitudes. Sin embargo, eso era de esperar, los dos habían ido en direcciones muy diferentes, y eso en realidad era bastante visible, justo en sus rostros.

Donde Padma ha optado por un enfoque muy minimalista cuando se trata tanto de amuletos de belleza como de maquillaje normal y mundano, Parvati se ha pasado de la raya. Padma se ve relativamente con los pies en la tierra y normal. Parvati literalmente brilla, su sonrisa se extiende un poco más, sus ojos brillan con deleite, todas sus emociones y todos sus rasgos brillan gracias a la magia que usó para mantener su apariencia.

Sin embargo, Padma no culpó a su hermana gemela por eso. Era simplemente una diferencia en sus trayectorias profesionales. Donde Padma era la bibliotecaria de Hogwarts y, por lo tanto, no necesitaba sobresalir y atraer la atención de hombres y mujeres por igual, Parvati era la principal reportera de Witch Weekly e incluso la cara de la revista en este momento. Tenía que verse bien, aunque Padma no pudo evitar preguntarse por qué tenía que verse bien en ese momento, a esta hora de la noche, en medio de la biblioteca de Padma.

Aunque ella no pregunta eso. En cambio, hace la pregunta más importante, manteniendo la voz baja y tranquila.

"Parvati... ¿qué estás haciendo aquí?"

Su gemela también regula su propio volumen, pero la sonrisa maliciosa en su rostro no aparece cuando Parvati da una respuesta.

“¿Por qué crees que estoy aquí, Padma? Para ver a mi querida hermana gemela, por supuesto. ¿O pensaste que no había notado lo agotado que has estado en nuestras llamadas diarias por Flú recientemente? Algo pasa contigo. Algo grande, si te hace patrullar la biblioteca a altas horas de la noche como si fueras la señora Pince renacida o algo así.

El rubor de Padma crece en un tono más profundo de rojo, ya que su hermana gemela, sin saberlo, expresa sus propios pensamientos de antes. Apretando los dientes, la bibliotecaria de Hogwarts mira hacia un lado mientras cruza los brazos sobre el pecho.

He tenido... problemas con un invasor nocturno en la biblioteca. No sé quién es, pero voy a atraparlos”.

Los ojos de Parvati se agrandan ante eso, y Padma se siente momentáneamente gratificada de que su gemelo se lo tome en serio.

“¿Están robando libros? Que están buscando? ¿Le has dicho a la directora sobre esto?

Y así, la gratificación desaparece cuando Padma se da cuenta de que tendrá que contarle los detalles reales a la inquisitiva reportera de una hermana. Mordiéndose el labio inferior, Padma considera cómo puede salir de esto... pero al final, Ravenclaw no ve la manera. Ella sabe cómo se puede poner Parvati cuando olfatea un buen chisme, o en estos días, una historia. Los dos realmente no eran mutuamente excluyentes. Lo mejor era que su gemela supiera lo que estaba pasando ahora... Parvati podía ser MUY persuasiva cuando quería serlo.

“… No, no le he dicho a McGonagall todavía. Técnicamente no están robando nada, y confía en mí, lo sabría”.

Eso hace que una mirada confusa venga a la cara de Parvati. La otra bruja ladea la cabeza hacia un lado.

"Entonces... ¿qué están haciendo, Padma?"

Enrojecida por la vergüenza, Padma vuelve a apartar la mirada.

"¿Por lo que yo puedo decir? Están fornicando. Sigo encontrando estantes destruidos... y libros empapados. ¡Alguien está profanando mi biblioteca todas las noches!

Hay un momento de silencio y Padma comienza a asentir con la cabeza. Ahora Parvati entiende la gravedad de la situación, ahora, ¿fue una risita? Los ojos de Padma giran para ver a su hermana gemela tratando de contener la risa. Sin embargo, no puede controlarse del todo, y una risita se escapa a través de sus labios delgados, mientras trata de ocultar la sonrisa en su rostro. Apretando los dientes, Padma señala con el dedo en dirección a su hermana, mientras susurra y grita a la otra bruja.