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|Decidido|

Shuichi sacudía sus pies, manteniéndose frente a la cabaña; le incomodaba el sentir de la arena, cuál ya era un poco más fácil de retirar debido a que su pie ya se había secado un poco ante su corrida.

Ya con eso listo, solo abrió la puerta, mientras que un grito de dolor lo asustaba.

—¡Eres brusca!

—¡¿A QUIEN LLAMAS BRUTA?!

—¡DIJE BRUSCA, NO BRUTA!

Reconoció las voces de inmediato, así que se tranquilizó un poco. Se asomó por completo y encontró a Himiko, forcejeando con Kokichi, que se hallaba sin camisas y con el torso rodeado de vendaje.

—¿Qué...? —Musitó el de mirada ámbar

Los dos jóvenes miraron a Shuichi al escuchar su voz. Mientras que Himiko se sonrojó ligeramente y se apartó de Kokichi, este último bajó la mirada de inmediato, no queriendo que sus miradas se encontrasen.

—¿Q-Qué pasó? —Masculló.

—No lo sé —se quejó Himiko, dejando el vendaje que sostenía en la cama—. De la nada llegó Rantaro y me dijo —aclaró la garganta y se cruzó de brazos, frunciendo el entrecejo—: Himiko-chan, cuida de Kokichi, ¿Sí? Kirumi-san está ocupada haciendo algo. Nos vemos, tengo que hablar con Shui. —Dijo, tratando de imitar a Rantaro.

  »—¡Y luego solo se fue! —reclamó y señaló a Kokichi acusatoriamente—. Y este no se deja tratar.

—Puedo hacerlo solo —refunfuñó él, a pesar de no saber cómo colocarse el vendaje—. Dame eso.

Tomó el vendaje de la cama y empezó a hacer como si sabía ponérselo, aunque los otros dos se dieron cuenta que no era el caso.

—A-Así no sé pone... —Murmuró el chico, tratando de detener a Kokichi.

—Puedo solo... —Gruñó, bajando aún más la mirada.

Shuichi apretó los labios y Himiko se quedó en su lugar, sin entender porque el ambiente estaba tan tenso entre ellos dos. El peliazul soltó un «está bien» y tomó su maleta.

Mientras que Shuichi revisaba su maleta y Himiko se tranquilizaba para intentar ayudar a Kokichi, este último solo entristeció la mirada y le devolvió el vendaje a Himiko con disimulo.

—No me lo sé poner... —Murmuró entre lo bajo para que solo Himiko le oyera.

—Ya lo sé —rodó los ojos y tomó el vendaje—. Alza los brazos.

Shuichi, por su parte, solo sacó su ropa para bañarse, decidiendo que ropas usaría para la salida. Tomó su toalla y se dispuso a meterse al baño.

—¿Y Rantaro? —Preguntó Himiko, al darse cuenta de que el chico no estaba en la cabaña.

—...Con Kaede, seguramente. —Soltó, casi sin pensarlo, metiéndose al baño.

La pareja quedó con silencio tras sus palabras, obviamente no se esperaban una respuesta así.

Himiko le lanzó una mirada preocupada a Kokichi, pero este no le correspondió, solo se quedó con la mirada en la nada.

—No creo que debas preocuparte, Himiko-chan —declaró Kokichi, sonriéndole—. No es de esa forma que Rantaro está con Kaede...

—Uhm... ¿Pero no ves a Shuichi algo decaído? —Murmuró, terminando de vendarle el torso.

—¡Aw! —Se quejó, moviéndose de lado al momento que Himiko hizo el nudo para ajustar las vendas.

𝓛𝓸  𝓵𝓪𝓶𝓮𝓷𝓽𝓸「ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ」Where stories live. Discover now