437 42 84
                                    

|El vuelo|

Pasó una hora completa desde que el autobús había comenzado a andar, hasta que se detuvo, justo en su destino, el aeropuerto.

La mejilla de Shuichi, estaba acomodada sobre la cabeza de Himiko y, la cara de la antedicha, estaba en el hombro del chico.

—Hey, Shumai —. Susurró Kokichi, pinchándole la mejilla.

El de hebras prusias se quejó un poco, acomodándose en el asiento, haciendo caer sus audífonos. Kokichi gruñó un poco y le jaló el ahoge al chico, haciendo que abriera un poco los ojos.

—¿Mmh? —abrió los ojos, dejándolos adaptarse a la luz que entraba por la ventana—. ¿Ko... kichi? —. Bostezó entre sus palabras.

—Hola, ya llegamos al aeropuerto —. Sonrió ladinamente.

Shuichi suspiró y apartó su mejilla de la cabeza de Himiko, volteando a verla, la pequeña pelirroja seguía durmiendo plácidamente, acomodada en su hombro. Se masajeó los ojos y observó a su alrededor, solo ellos tres estaban dentro del autobús.

—No pensé quedarme dormido... —. Se dijo a sí mismo, en murmullo.

—Se te veía muy cómodo —rio entre dientes—. Vamos, hay que desayunar.

Asintió levemente—¿Y Himiko? —. Apuntó con la cabeza a la mencionada.

—Yo me encargo de ella, solo dame lado —. Le hizo un gesto con la mano, para que saliera del asiento.

Maniobrando un poco con la cabeza de Himiko, Shuichi salió de los asientos dándole lugar a Kokichi, quien abrazó a la chica, sonriendo levemente. El peliazul se retiró de ahí, dejando a sus amigos solos en el autobús.

—¡Shuichi! —. Exclamó Rantaro al verle.

—¿Pasó algo mientras dormía? —. Intrigó, mientras se acercaba al contario.

—No realmente —negó levemente con la cabeza y le extendió un sándwich—. Los hizo Kaede, come un poco.

—Ah... hum, gracias —. Tomó el sándwich en manos mientras veía a su alrededor.

Se hallaban en el estacionamiento del aeropuerto, sus compañeros de clase estaban dispersos por ahí, platicando entre sí, mientras comían un poco.

—¡Shuichi! ¡Necesito tu ayuda! —. Kaede se acercó por un lado y jaló el brazo del susodicho.

—¿Kaede? —. Le miró, algo confundido.

—...Yo iré a ver a Kokichi y Himiko, todavía tienen que desayunar —. Rantaro se despidió con un pequeño vaivén de mano.

—¿Qué sucede, Kaede? —. Shuichi dirigió su mirada a la chica una vez no pudo ver más a Rantaro.

—Veras, nos repartieron nuestros boletos de avión y... —sacó su boleto de entre su mochila y se lo extendió a Shuichi—. ¿Sería mucho pedir que me lo cambies?

—¿Cambiarlo? ¿Eso está bien? —. Se rascó el cuello, algo confuso.

—No creo... no lo sé... —bajó la mirada y comenzó a jugar con su boleto—. Me tocó al lado de Rantaro, pero... —frunció sus labios, ocasionando que pareciera que hacía un puchero—. Son como 18 horas de vuelo... no quiero arruinarlo con Rantaro antes de llegar al hotel.

Shuichi frunció el labio con duda, la última vez que quedó solo con Rantaro, la plática se tornó incomoda.

«Solo por Kaede...». Pensó, mientras tomaba el extremo libre del boleto de la rubia.

𝓛𝓸  𝓵𝓪𝓶𝓮𝓷𝓽𝓸「ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ」Onde as histórias ganham vida. Descobre agora